WikiLeaks ha sacado a la luz casi 9.000 páginas de documentos confidenciales que presuntamente pertenecen a la CIA y que incluyen información sobre el ‘malware’ desarrollado por la agencia de seguridad, con nombres como ‘asesino’ o ‘medusa’ para infectar smartphones, televisores inteligentes y ordenadores.
Según la información de WikiLeaks, la primera parte de una nueva serie con el nombre código ‘Vault 7’ (‘Bóveda 7’), existe una unidad de la CIA totalmente dedicada a inventarse programas para hackear productos de Apple.
«Esta extraordinaria colección, con cientos de millones de líneas de código, refleja la capacidad de hackeo de la CIA. El archivo ha circulado entre varios hackers y contratistas gubernamentales sin permiso, uno de los cuales ha facilitado a WikiLeaks partes del archivo», explica el comunicado de Wikileaks.
Según esta web, el Centro de Cíber Inteligencia tiene más de 5.000 usuarios y ha producido un millar de sistemas de hackeo, troyanos, virus y otros tipos de malware. «La escala es tal que los hackers han utilizado más código que el que se utiliza para llevar Facebook», subraya WikiLeaks, que asegura que la CIA ha creado, en la práctica, su propia NSA, con aún menos controles.
Inteligencia de Langley (Virginia), según informa la propia web. La CIA se ha negado a comentar la autenticidad o el contenido de dichos documentos.
Algunos programas remotos de hackeo ofrecen la posibilidad de convertir diversos dispositivos electrónicos en estaciones de grabación y transmisión para espiar a sus objetivos, una información que después se devuelve a los servidores de la CIA. Uno de los documentos también apunta a que el centro de inteligencia también trabajó en cómo infiltrarse en los sistemas electrónicos de vehículos y camiones. Un tipo de aplicación que, según WikiLeaks, tendría motivos más allá del simple espionaje. “Permitiría a la CIA llevar a cabo asesinatos casi indetectables”, señala WikiLeaks.
Vulnerabilidades secretas
Al parecer, la CIA no ofrecía información sobre vulnerabilidades de seguridad descubiertas a fabricantes de software, en violación del compromiso acordado por la administración Obama a principios de 2014. En su lugar, la agencia utilizaba las vulnerabilidades de sofware para sus propios fines.
Un ejemplo es el malware de la CIA conocido como ‘Año Cero’, capaz de penetrar, infestar y controlar software tanto de teléfonos como el iPhone que utiliza Donald Trump para manejar su cuenta de Twitter, señala el comunicado de WikiLeaks. La agencia también tenía en marcha una base de datos de malware creado por otros países, como Rusia, para disimular sus propios intentos de hacking y poder utilizar a otros grupos como cabezas de turco.
WikiLeaks afirma que el consulado de EEUU en Frankfurt es una base de hackeo y cómo entran sus agentes a Alemania, haciéndose pasar como consultores técnicos.