Wamos Air, ‘socio’ inesperado de Inditex para el transporte de carga

La excepcionalidad de la pandemia ha dejado extraños compañeros de viaje. La expansión descontrolada del coronavirus, que obligó a Wamos Air a reinventarse y diversificar hacia el vuelo de carga, es la misma que ha ocasionado que Inditex contratara, para traslado de material, los servicios de la aerolínea española que, hasta la irrupción del covid-19 sólo transportaba pasajeros. Según ha podido saber MERCA2, no sólo para Inditex, Wamos Air ha operado vuelos de largo radio a distintos puntos de Asia para transporte de carga para varias empresas logísticas.

Si bien no se puede hablar de continuidad, puesto que la relación comercial se limita, de momento, a la contratación de servicios “puntuales”, tal y como explican fuentes consultadas por MERCA2, Wamos Air puede apuntarse un tanto en versatilidad y capacidad de adaptación de su actividad en tiempos del covid.

En su búsqueda de alternativas, primero transformó uno de sus aviones de pasajeros, un Airbus A330-200, en carguero para transportar hasta 48 toneladas de material sanitario y humanitario, en el período más convulso del confinamiento. Ahora ya son dos las aeronaves de la flota reconvertidas para la carga.

Wamos Air es la primera compañía aérea española en lograr esta transformación, que ha sido posible gracias a “la gran labor y el esfuerzo” de todo su equipo, gestionando los permisos oportunos y estudiando la viabilidad y seguridad del proyecto, explicaban en aquel momento desde el grupo. De esta forma la aerolínea ha podido realizar diversos vuelos de carga en los que ha transportado suministros, material médico y de ayuda humanitaria.

UNA VUELTA ‘SINE DIE’

Ante unas circunstancias volátiles, unas rutas que no se reanudarán en diciembre –según la previsión inicial-, y una plantilla en ERTE, la línea aérea no desiste de explorar nuevas vías y ha hecho gala de su resistencia, al ser de las últimas aerolíneas en aplicar un ERTE, “de reducción de jornada de trabajo por causa de fuerza mayor”, con fecha de inicio de 25 de junio de 2020.

Tras el verano, la antigua Pullmantur Air encomendó su vuelta a la de los cruceros. La aerolínea española se mantuvo en “permanente contacto” con Royal Caribbean y, “muy pendiente” del regreso a la actividad de otros operadores de cruceros, lo que hubiera supuesto un «importante balón de oxígeno para este invierno”.

La compañía del Grupo Wamos, propiedad de la sociedad Andros y Royal Caribbean Cruises, mantenía sus expectativas ante la evolución del turismo flotante. El regreso de los cruceros hubiera reactivado la demanda progresiva de los servicios de la aerolínea para transportar a sus trabajadores desde sus países de origen, principalmente Filipinas e Indonesia.

De hecho, antes de la irrupción del coronavirus, Wamos Air llevaba más de 15 años prestando servicio a los pasajeros de Pullmantur Cruises, volando a ciudades de embarque tanto en Europa como en el Caribe. Adicionalmente, en circunstancias normales, realiza un importante volumen de vuelos para empresas que quieren mover grandes cantidades de clientes o empleados de una ciudad a otra en cualquier parte del mundo, en vuelos chárter o “vuelos de incentivos”.

EL FUTURO DE LA FLOTA

La salida de la crisis pasa por un plan de ajustes y de reducción del tamaño de la compañía. Con el propósito de conseguir una adaptación rápida de cara a la actual y futura demanda, Wamos Air trabaja en la devolución de, al menos, cuatro aeronaves en los próximos meses. Además la compañía está negociando el retraso de otras dos unidades que tendrían que haber entrado en el Certificado de Operador Aéreo -AOC, por sus siglas en inglés- de la compañía este año.

Varios aviones hibernados y casi la mitad de la flota aparcada en el aeropuerto de Ciudad Real, con un coste de parking un 80% inferior al de la base habitual, son otras de las consecuencias para Wamos Air de la crisis que ha tocado de lleno al sector de la aviación comercial.

En este sentido, fuentes cercanas a la compañía aseguran que desde el equipo directivo se trabaja “sin descanso” para “vigilar los costes y la liquidez de la compañía” y que continuamente “se busca y analiza cualquier oportunidad que pueda surgir en el mercado”, puesto que la actividad no se ha paralizado por completo, pese a haberse reducido a niveles desconocidos para la aerolínea.