Si hace unos días un documental emitido por BBC, canal de noticias británico, auguraba una nueva guerra fría entre Rusia y los Estados Unidos, el canal de noticias norteamericano Bloomberg, anuncia ahora que dos medios de comunicación financiados por el gobierno de los Estados Unidos están lanzando un canal de televisión en ruso. Estaría destinado a ofrecer una alternativa a los medios controlados por el Kremlin, que -según la cadena norteamericana- difunden propaganda y desinformación. ¿Estamos presenciando los inicios de una nueva guerra fría?
En concreto, el nuevo gobierno de los EEUU ha comprado Radio Free Europe / Radio Liberty (RFE) y la Voice of America. De este modo, ha puesto en marcha un nuevo canal 24 horas en lengua rusa para ofrecer a los oyentes rusos que viven en el país y en el extranjero una nueva alternativa a los medios de comunicación controlados por el gobierno del Kremlin.
El canal Current Times, que es así como se llama, está disponible en cable, satélite y plataformas digitales y va dirigido a millones de personas de habla rusa en Rusia, Países Bálticos, Ucrania, Zona Caucásica y Asia Central, sobre todo.
Current Times está dirigida por RFE, junto a la Voz de América como socio que contribuye y financia algunos de los contenidos del nuevo canal.
«Creemos que nuestro objetivo es la creación de un canal equilibrado que servirá de alternativa a la desinformación y a las mentiras que a veces vierten ciertos puntos de vista patrocinadas por el Estado ruso«, señala Kenan Aliyev, editor ejecutivo de la Current Times, comentando esta noticia a la agencia Reuters.
«No somos la contrapropaganda en absoluto. Somos objetivos y ecuánimes en nuestras noticias, siendo todas ellas contrastadas. Somos una plataforma abierta para cualquier persona que quiera participar en una discusión civilizada», sentencia.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso no respondió inmediatamente al ser preguntado por este asunto. Pero la tensión se palpa en el ambiente como en los tiempos de la guerra fría.
El Current Times tiene alrededor de 100 personas trabajando en la redacción en la sede RFE en Praga y corresponsales de campo, dijo Aliyev, y emitirá noticias, debates y documentales. El nombre de la red en ruso es «Nastoyashchee Vremia».
En Rusia, que ha reducido el espacio para los medios independientes en los últimos años, el Vicepresidente y Editor en Jefe, Nenad Pejic, ha dicho que en las plataformas digitales se encuentra la estrategia clave para ganar nuevo público y superar las dificultades de distribución. Nuevas tecnología para una nueva situación de Guerra Fría, como ven.
«La única plataforma que tenemos es la digital y las redes sociales«, anadió Pejic, aunque un buen número de espectadores también podría tener acceso a través de satélite. «Ya que los proveedores de cable no están interesados en nuestra oferta», explicó.
RFE / RL, subrayó en un comunicado que Current Times tuvo 160 millones de visitas en las redes sociales el año pasado en su plataforma de prueba.
Pejic dijo que no observó ningún cambio en las operaciones de RFE / RL bajo la nueva administración del presidente EE.UU. Donald Trump, quien ha dicho que quería mejorar las relaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Esta compañía existe desde hace 60 años y tenemos un servidor de seguridad entre nosotros y el gobierno de EE.UU.», dijo. «Nadie en el gobierno de EE.UU. puede permitirse el lujo de decirnos lo qué tenemos que hacer.»
Algunos funcionarios del Departamento de Estado y de los servicios de inteligencia de EE.UU. han dicho que estaban preocupados de que Trump no sea suficientemente cauteloso frente a Putin, quien considera que los esfuerzos de RFE/RL «para promover los valores democráticos» son un intento de socavar a su gobierno.
Las autoridades de Moscú han asegurado que Rusia tiene una prensa libre e independiente y niegan el uso de los medios estatales como si fuera una herramienta para manipulación política. Afirman que algunos medios de comunicación estatales rusos proporcionan un contrapunto muy positivo a los poderosos medios occidentales, los cuales, a menudo, se ven empujados por un programa de actuación que podría considerarse antiruso.