Estamos inmersos en una sociedad donde cada día los conceptos de inteligencia cobran mucha fuerza. La idea de definir si alguien es más o menos inteligente que otro es un tema de debates, sin embargo, hay test que pueden determinar a ciencia cierta el IQ que tienes. Desde el punto de vista de los expertos, el razonamiento lógico de los seres humanos se desarrolla en un sentido amplio desde la infancia, pues son esas primeras etapas que determinan la capacidad que tiene el niño o niña, para que cuando sea un adulto pueda hacerle frente a cualquiera de los desafíos que le impongan.
Es por eso que las metodologías a temprana edad están siendo implementadas desde el análisis, la creatividad, y el pensamiento, ya que estos aspectos constituyen el eje central de la inteligencia. Cuando nos enfrentamos a un test de inteligencia, la verdad se pone en manifiesto esos escenarios que permiten comprender las situaciones que se plantean. Por tal motivo, siempre es bueno hacer uno, y ver qué tal estamos en eso del coeficiente intelectual. Te presentamos algunos ejemplos que puedes usar.
1La inteligencia y sus tipos
El análisis de la inteligencia siempre ha estado enmarcado desde la psicología, es la ciencia que permite comprender y estudiar el comportamiento del individuo a nivel de lo que pasa en su cerebro. Por supuesto, estas manifestaciones se traducen en cómo actúa en cada uno de los ámbitos. Si bien es cierto que hay numerosas teorías sobre los test de inteligencia, tu IQ lo puedes conocer teniendo en cuenta una propuesta interesante que trajo a colación el Psicólogo y Profesor de la Universidad de Harvard, Howard Gardner.
En este modelo, vas a tener la posibilidad de identificar 12 tipos de inteligencias; lingüístico-verbal, lógico-matemática, espacial-visual, musical, corporal-cinestésica, intrapersonal (conocerse a sí mismo), interpersonal (relacionarse con otros), emocional, naturalista, existencial, creativa y colaborativa.
Debes entender que cada ser humano por naturaleza es distinto, y cada una de las categorías del modelo de Gardner nos ayuda a definir y conocer para qué somos buenos. Realmente es difícil que alguien llegue a la excelencia en todos los puntos, pero sí sucede en pocos casos. Así que no te preocupes si sales mal en alguna prueba, enfócate donde eres bueno y saca tu mayor potencial.
