La subrogación y el tipo fijo serán las tendencias que marcarán el mercado hipotecario durante 2021, según un informe elaborado por iAhorro, que apunta también a una bajada generalizada de los precios de la vivienda.
El Banco Central Europeo (BCE) ya ha adelantado que no moverá ficha con los tipos hasta por lo menos 2022 y seguirá con sus políticas de estímulos, por lo que «el próximo año será un gran momento para pedir una hipoteca. «El dinero está muy barato y será muy fácil endeudarse», ha señalado el consejero delegado de iAhorro, Marcel Beyer.
Desde febrero de 2016, el índice de referencia no ha vuelto a salir de terreno negativo. Tras cuatro mínimos históricos consecutivos en 2020 (agosto -0,35%,septiembre -0,41%, octubre -0,46%, noviembre -0,48%), ha superado las expectativas del mercado ahondando en sus mínimos.
«Con toda probabilidad, este mes romperá la barrera psicológica del -0,5%, que el BCE establece como tasa límite de depósito para cobrar a los bancos», señalado iAhorro.
Los últimos movimientos del indicador han empujado a las entidades a ofrecer tipos más bajos en toda su oferta hipotecaria. Así, las hipotecas fijas cobran cada vez más fuerza frente a las variables en la estadística nacional.
«Los clientes quieren asegurarse unos intereses bajos durante toda la vida de su préstamo hipotecario y, por otro, la banca también quiere garantizarse una cartera de clientes estable», indica la plataforma en su informe.
La tendencia de incremento de las hipotecas a tipo fijo en detrimento de las de tipo variable se mantendrá o seguirá subiendo. «Además, tiene toda su lógica, ya que tenemos unos tipos de interés en las fijas que son muy parecidos a los de las variables», ha apostillado el consejero delegado de iAhorro.
Anaïs López, de Fotocasa, también considera que la evolución durante los últimos años ha dejado constancia de un aumento de la demanda de hipotecas fijas y que, en el caso de optar por una hipoteca variable «es más recomendable que se haga para hipotecas de pocos años de duración o, si es mixta, que la parte variable sea la que se pague al principio del préstamo hipotecario».
LA BANCA ENDURECE SUS CRITERIOS
En un entorno de incertidumbre y un contexto económicamente complicado como el actual, es probable que los bancos endurezcan sus criterios y se vuelvan mucho más selectivos, según iAhorro.
A pesar de esta mayor selectividad de clientes por parte de la banca, Beyer considera que esto no será un impedimento para el repunte del sector y prevé que «en los próximos meses las entidades sigan apostando por las hipotecas para ganar clientes. Además, confía en que será «un buen momento» para comprar una vivienda, ya que, seguramente, los precios bajarán.
También entiende que será un momento único para que los clientes con buenas condiciones negocien con las entidades y consigan mejores ofertas.
Por lo general, el mercado de la vivienda necesita más tiempo para que los cambios macroeconómicos derivados, en este caso, por la crisis del coronavirus, empiecen a verse reflejados en su sector.
Aunque la crisis provocada por la pandemia no ha dejado gran constancia todavía de su impacto en los precios de los inmuebles, en algunos casos, como en el de la vivienda de segunda mano, ya se han apreciado ligeros descensos, según iAhorro.
LA SUBROGACIÓN SE CONSOLIDARÁ
Si 2020 ha sido el año del resurgimiento de la subrogación, iAhorro señala que 2021 será cuando se observe que este fenómeno se consolida.
«Cada vez son más las personas que actúan en función de los movimientos del mercado hipotecario y dan el paso de cambiar su hipoteca de banco si consideran que sus condiciones pueden mejorar», ha indicado Beyer.
En su opinión, la subrogación puede ser una buena forma de plantearse una estrategia de ahorro en un momento en el que la gente está analizando de dónde puede recortar gastos ante la expectativa de lo que pueda pasar.
LA SEGUNDA VIVIENDA, LA MÁS AFECTADA
En un marco en el que está previsto que la banca endurezca sus criterios, iAhorro ha señalado que la segunda vivienda o vivienda residencial será la que se verá más afectada.
«A los bancos no les gusta la segunda vivienda porque representa más riesgo para ellos y eso se ve en la financiación. En el caso de que la gente tenga problemas económicos dejará de pagar antes la cuota de una segunda vivienda que la de la primera», ha subrayado Beyer.