Cuando se sufre de azúcar alto en la sangre suele ir unido a la diabetes. Se dice que tienes niveles óptimos de azúcar en sangre cuando la glucosa está entre 70 y 100 mg por decilitro.
Conseguir que el azúcar en sangre se mantenga con unos niveles buenos es proporcional a no padecer diabetes ni obesidad.
Los efectos secundarios de tener el azúcar alto son bastante perjudiciales para salud, llegando incluso a poder sufrir un ataque al corazón, tener enfermedades renales, quedarte ciego o que te tengan que amputar un miembro.
Por esto mismo es muy importante, además de hacerte análisis médicos, que estés atento a las señales que te envía tu cuerpo y por eso mismo te diré algunos síntomas de que estás teniendo el azúcar elevado en la sangre.
Hambre continua
Cuando tienes ganas de comerte todo lo que haya en el frigorífico y si no lo haces te pones de mal humor puede ser que tengas la azúcar alta y tu cuerpo te esté pidiendo estabilizar la insulina.
Esto suele suceder cuando tienes la glucosa baja, pero si tu cuerpo no metaboliza bien el azúcar toda esa cantidad “extra” que has comido se queda de más en tu organismo. Tener el azúcar alta y comer en demasía puede provocarte tanto como que subas de peso como que bajes.
Una buena forma de engañar a tu organismo es beber un vaso de agua antes de comer nada.
Te sientes cansado
Muchas veces le echas la culpa al estrés, el exceso de trabajo y preocupaciones el estar cansado todo el día, que la cama te aduzca o que tengas sueños agitados, pero en algunos casos lo que realmente te sucede es que tienes la azúcar alta.
Puede ser que el cansancio te pueda, que no seas capaz de concentrarte y que estés confuso casi todo el tiempo.
Una subida de glucosa es muy «peligrosa», puedes llegar a quedar inconsciente si los niveles suben demasiado.
Aumento de la sed y tener la boca seca
Este tipo de síntoma también suele ser muy común en pacientes con diabetes. Sucede en los diabéticos como efecto secundario de la medicación que toman unido a los altos niveles de azúcar en sangre.
También puede ser por estar mal hidratado, por no saber respirar o por fumar. La falta de saliva te puede crear caries, mal aliento o problemas en las encías.
Tener sed de forma excesiva es uno de los primeros síntomas de que tienes el azúcar alta o principio de diabetes, debes ir a un médico a hacerte una analítica para estar tranquilo y si es así ponerle remedio.
Impotencia sexual
Cuando tienes el azúcar alta, esta, daña los vasos sanguíneos e incluso los nervios. Si mantienes tu nivel de azúcar en condiciones evitarás los famosos «gatillazos» tanto masculinos como femeninos y tendrás menos riesgo de sufrir problemas sexuales precoces.
La explicación es sencilla; para comer tienes que ser consciente de que vas a meterte un trozo de comida en la boca. Sin embargo, lo de tragar es automático, pues exactamente lo mismo pasa con el tema sexual cuando tienes azúcar alta. Pero si tus nervios o tus vasos sanguíneos están dañados esa respuesta automática no existe y acarrea los siguientes.
En los hombres con azúcar:
- Disfunción eréctil.
- Eyaculación retrógrada: Esta palabrota quiere decir que cuando eyaculas gran parte del semen lo hace para dentro en vez de para fuera.
- Puedes tener problemas de fertilidad.
En las mujeres con azúcar:
- Disminuye la lubricación y tienes sequedad vaginal.
- Las relaciones pueden doler por culpa de esa sequedad.
- No te apetece mantener relaciones sexuales. La libido desaparece.
Piel sonrojada, caliente y seca
En la mayoría de los casos, las infecciones o enfermedades cutáneas son uno de los primeros síntomas de diabetes y de azúcar alta. Puedes sufrir de hongos, de ulceras repetidas o crónicas o infecciones repetidas.
Cuando tu nivel de azúcar es alto tu cuerpo pierde líquidos y se deshidrata y la primera que lo sufre es tu piel, que puede verse roja, caliente, seca, agrietada o irritada.
Debes prestar especial atención cuando te haces una herida si tienes el azúcar alto, porque se puede infectar con más facilidad. Los microbios se alimentan de azúcar y les será más sencillo infectarla y a ti más difícil de curarla.
Una de las cosas más importantes que puedes hacer si tienes azúcar alto es hidratarte bien la piel, pero sin pasarte, porque recuerda que la humedad atrae a los hongos y no es lo que quieres.
Problemas de estómago
Si permaneces con el azúcar alto mucho tiempo ya te he dicho que puede dañarte los nervios y uno de ellos se encuentra en el estómago, que es el nervio vago. Esto te produce un trastorno que se llama gastroparesia.
La gastroparesia significa que tu estómago tarda muchísimo en vaciarse, porque al estar dañado el nervio vago los músculos de los intestinos y del estómago no te van bien y se retrasan los movimientos de los alimentos o incluso los detiene, provocándote fuertes dolores de barriga.
Tienes que ir al médico cuando tienes:
- Dolor abdominal fuerte.
- Acidez de estómago continuada.
- Fatiga o náuseas
- Vomitas los alimentos enteros.
- Estás lleno, aunque no hayas comido.
- Pierdes peso.
- Tienes el estómago hinchado.
- Notas espasmos en las paredes estomacales.
- Padeces reflujo gástrico.
Visión borrosa
Cuando el azúcar afecta al ojo puede ser que esté produciendo una enfermedad llamada diabetes mellitus. Esta enfermedad afecta de forma crónica, entre otros, a los órganos del ojo. Por desgracia, este trastorno afecta a muchas personas mayores de veinte años, y se triplica en los mayores de sesenta.
Otro de los daños significativos de padecer de azúcar alta es que los vasos sanguíneos oculares se deterioran y lastiman la retina, estos efectos no son reversibles. Antes de que se produzca la diabetes mellitus puedes padecer glaucomas, cataratas y otras enfermedades en los ojos.
Algunos de los síntomas son:
- Tener la visión borrosa e ir perdiéndola poco a poco.
- Ver manchas donde no las hay.
- Dificultad para ver en la oscuridad o cuando es de noche.
Problemas de corazón
El corazón se ve afectado también cuando el azúcar es alto durante mucho tiempo. El azúcar puede estrechar las paredes interiores de las arterias, provocando una disminución del riego sanguíneo. Si daña las arterias coronarias produce una cardiopatía isquémica.
Cuando afecta al corazón y disminuye las contracciones de este, puede ocasionar una insuficiencia cardíaca.
Los nervios del corazón también pueden sufrir daños alterando el ritmo cardiaco y llegando incluso a hacer que no notes el dolor como el resto de las personas. El problema es que se han dado casos de infarto de miocardio silenciosos, es decir sin que avise el dolor punzante en el pecho que lo precede.