El consumo de huevos fritos en España está documentado ya en el Siglo de Oro, cuando el gran Velázquez inmortalizó a una de sus musas elaborando este plato que se ha convertido en uno de los favoritos de los españoles. No hay restaurante que no incluya algún tipo de ración con huevos fritos (o tapas), o familia que no disfrute de unos buenos huevos frescos fritos y con patatas. Forma parte de nuestra gastronomía. Aunque muchos lo consumen con remordimiento pensando en la cantidad de calorías y grasas que estará sumando a su dieta. Sin embargo, hay formas de cocinar y comer el huevo frito para que no engorde nada de nada. ¿Te interesa saber cómo?
De hecho, el principal punto de partida a considerar es nuestra propia tolerancia al huevo. No hay dos personas iguales en cuanto a la capacidad de su organismo para tolerar y digerir el huevo cuando está pasado por la sartén. ¿Realmente engorda el huevo frito? ¿Cuánto? ¿Cómo prepararlos para que no engorden ni un gramo?
1EL HUEVO FRITO (CON O SIN CHORIZO) ENGORDA MENOS DE LO QUE CREES
Efectivamente, aunque para muchos sea un sueño hecho realidad, la verdad, al menos lo que se ha conseguido demostrar a nivel científico, es que el consumo moderado de huevo frito, con chorizo, con patatas o con verduras, no hace que se engorde más o menos.
De hecho, a nivel nutricional, el huevo es una de las principales fuentes de proteína y otro tipo de vitaminas, no solo de calorías y grasas. Y no, tampoco hay que evitar las yemas de los huevos. Todo lo que hay que hacer es comprender qué aporta, cuáles son los modos más perjudiciales de tomarlo y adaptarlo a nuestra propia tolerancia. Con estos tres ingredientes, podemos organizar el menú semanal de forma que se disfrute de este manjar sin engordar un ápice.