El equipo de Borja de la Cierva ha vivido 50 días frenéticos al frente de DIA. Uno de los primeros cometidos del nuevo CEO fue sanear y “levantar las alfombras” sobre el balance, para ofrecer la mayor transparencia y detalle en las cuentas anuales de la compañía. Por eso ordenó y concluyó con velocidad una auditoria forense sobre las prácticas contables irregulares detectadas, que terminaron con una denuncia ante la Fiscalía.
El mismo día que la compañía presentó resultados, Borja De la Cierva anunció el plan estratégico, bautizado como ‘El Nuevo DIA’, para devolver a la empresa a su lugar en el mercado de la distribución alimentaria en España, Portugal, Brasil y Argentina.
El nuevo Consejo de Administración prepara a marchas forzadas la Junta de Accionistas el próximo 20 de marzo. Poco más de 20 días para una junta de alto voltaje en la que se decidirá el futuro de la empresa.
Por un lado, la propuesta del actual Consejo de Administración de ampliar capital por valor de 600 millones de euros. Por otro lado, LetterOne, el fondo con sede en Luxemburgo, liderado por el controvertido ruso-israelí Mikhail Fridman, que pretende forzar otra ampliación de 500 millones.
Una situación peculiar en la que se juegan varias cosas. En primer lugar, y más importante, el futuro de la compañía. Pero además de eso está en juego la españolidad de la misma y si nuestro sistema va a seguir permitiendo que campen a sus anchas organizaciones bajo sospecha como la de Fridman, tan sólo porque tienen el dinero necesario para operar.
Estamos en un escenario macroeconómico en el que el hecho de tener “el dinero necesario” no es una garantía en sí mismo. Determinadas organizaciones, como por ejemplo fondos buitre, siempre lo tienen disponible para despiezar cualquier captura. De hecho, organizaciones de dudosa credibilidad, que han vivido al amparo del pelotazo y/o las prácticas poco éticas, es bastante más sencillo que tengan fondos que grupos industriales serios.
Si esto sigue así, y a este ritmo, en una década apenas quedarán compañías industriales en nuestro país, hemos vivido casos distintos entre sí como Endesa, Iberia, Abertis… el último capítulo de esa lucha se juega en DIA. Y parece haber llegado el momento de establecer un cordón sanitario.
ASALTO A DÍA DE LETTERONE Y SUS SECUACES
LetterOne está desplegando estos días una intensa campaña de comunicación para alejar de la opinión pública y de los accionistas de DIA las preguntas realmente importantes. Intentan que los accionistas acepten su OPA, a la vez que declaran que no habrá despidos y habrá un nuevo ciclo expansivo de la marca. Es decir, en este caso manifiestan que justo lo contrario de lo que han hecho en otras muchas ocasiones.
SOS DIA: Por donde Fridman pasa, como si de Atila se tratara, jamás vuelve a crecer la hierba.
En España el brazo ejecutor de Fridman, propietario del 29% de las acciones, es Stephan Duchare, a quien su agencia de comunicación pasea por los medios estos días como si de una rock-star en promoción se tratara.
DuCharme es un personaje inquietante del que no nos podemos creer ni lo que la Wikipedia dice de él. Literalmente. La propia Wikipedia (en inglés) avisa que se ha detectado que el artículo está realizado por una persona cercana a él y puede no ser objetivo.
Posiblemente eso mismo creo que es lo que dijeron antes de liarla parda hace unos años en ZED. ¿Cómo acabó aquello? Por supuesto, hoy ZED está quebrada, y tras ello intentaron comprarla a precio de saldillo. En el caso tiene muchas similitudes al de DIA. A este respecto en aquella operación podemos leer el extracto de este artículo sobre la quiebra de ZED en El Confidencial :
“A esta denuncia de la fiscalía holandesa se sumó la familia Dolset, ya que el principal accionista de VimpelCom era a su vez socio de Zed+. Los empresarios españoles habían informado a ING en hasta nueve ocasiones de las presuntas irregularidades cometidas por VimpelCom, participada mayoritariamente por Mikhail Fridman, y que en febrero de 2016 ya fue condenada por Estados Unidos y Holanda con una multa de 800 millones de dólares por pagar comisiones millonarias a Karimova, exembajadora de Uzbekistán en España.”
Muestra del nerviosismo del entramado, el pasado viernes apareció en entrevistas en Expansión, 5 Días, Voz Populi, ElConfidencial y ElEconomista. Posiblemente al pobre hombre no le dio la vida para salir también ese día en la Guía del Ocio. El argumentario, pobre y previsible, intentando tranquilizar a los accionistas y resto de españoles, con un mensaje de parvulario, que se podría caricaturizar en este resumen: “No somos rusos malos. Nos lo quedaremos todo, claro, pero es la mejor solución y debéis que apoyarnos, amables hispanos. Nos ocuparemos de que todo salga bien, todos seremos muy felices y haremos crecer la compañía. No tengáis miedo, somos amigos”. Miedo no, pavor.
Pero claro, igual ese día habían tenido un mal día y no hay que tenérselo en cuenta.
Lo increíble parece que a la CNMV, para actuar y bloquear esta OPA tras desplome del valor, sólo le preocupan dos cosas: sí tienen el dinero suficiente y si han presentado el cuadernillo cumpliendo las normas. ¿Nadie quiere saber quiénes son los personajes? ¿Todo vale una vez que tengan el dinero? ¿No se va a hacer caso NI SIQUIERA A INFORMES DE LA POLICIA?
¿QUÉ INTENCIONES TIENEN? ¡PARECEN RUSOS MUY AMABLES! ¿SON «DE FIAR»?
La respuesta a estas preguntas es incluso más espeluznante que el gráfico de la valoración de la propia compañía, que ha caído un 90% en apenas un año. Hay cada vez más voces que instan a la CNMV a investigar cómo y porqué de este desplome, así como a indagar qué relación podría haber tenido el mismo con algunas de las partes interesadas. La preocupación en Fiscalía y servicios de inteligencia va en aumento.
La conclusión es que el inquietante Fridman está a un paso de quedarse con la compañía española por una cantidad de dinero irrisoria, tras la caída sin precedentes del valor bursátil, que deja en pañales a episodios vividos anteriormente como el desplome del Banco Popular.
¿Ha tenido que ver Fridman algo en esto? <ironía> No, no. ¡Seguro que todo esto es casual! ¡Le pasa siempre cuando quiere comprar algo, es un tío con mucha suerte! </ironía>
“METODOS CRIMINALES” DE FRIDMAN, ALFA GROUP Y LETTERONE
Analicemos brevemente (habrá tiempo de hacerlo con mucho más detalle en los próximos días), el currículo “del ciudadano”.
Para el magnate ruso estas operaciones no son nuevas, y en esto la experiencia y el dinero es un grado. Ya en el año 1999. Fridman se apodera de la participación de BP en la empresa siberiana Sindako. Lo hizo propiciando “maniobras para su quiebra” consideradas como prácticas desleales.
https://foreignpolicy.com/2012/07/25/the-last-free-oligarch/
https://books.google.com/books?id=UZtaphZr0acC&pg=PA133
http://old.themoscowtimes.com/sitemap/free/1999/12/article/bp-tnk-end-feud-and-split-sidanko/268521.html
https://books.google.com/books?id=zP9-AgAAQBAJ&pg=PA137
https://books.google.com/books?id=ygi-5SUl9igC&pg=PA194
https://www.washingtontimes.com/news/2006/may/31/20060531-090602-9573r/
Por supuesto, igual fue una casualidad, y tal vez en ningún caso se podría deducir que el oligarca ruso estrangula las compañías y las desploma hasta casi asfixiarlas y comérselas. O tal vez ese tipo de operaciones son propias de otras latitudes y allí no son ilegales por lo que no tendríamos nada que temer, el ciudadano Fridman seguro que quiere aquí cumplir escrupulosamente la legalidad.
Fridman está en todas las salsas. Considerado como un apéndice de la política expansiva rusa. Hay quién se atreve a decir que es el testaferro del propio Vladimir Putin. Pese a que es difícil llegar a esa conclusión, el magnate hizo una gran parte de su fortuna tras contratar al ex ministro de Relaciones Económicas de la Federación Rusa. Pocos años después se consideró al empresario como uno de los siete empresarios que controlaban las finanzas y los medios de comunicación en su país.
La gran operación de Fridman fue la venta de BP-TNK a la petrolera estatal rusa Rosneft. El acuerdo se firmó en presencia del propio Vladimir Putin. Fridman recibió 27.700 millones de dólares con los que creó y financió LetterOne.
Esta operación está desde 2017 en investigación por parte del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, bajo sospecha de blanqueo de capitales y conchaveo con el Gobierno ruso, que siempre le apoya.
En 2017 Buzzfeed publicó un informe filtrado en el que se establecía la relación entre Putin, Donald Trump y tres banqueros … ¡Sorpresa! Uno de ellos era el propio Fridman. El magnate demandó al autor material del informe, el ex agente del MI6 Christopher Steele, pero posteriormente la denuncia fue archivada al no encontrarse justificación de la misma.
En España, un informe de la Policía Nacional, Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta Grupo II de Europa del Este (UDEV) define a Alfa Group, LetterOne y su máximo responsable Mikhail Fridman como una organización criminal que desarrolla una actividad delictiva usando un entramado de compañías y personas en diferentes jurisdicciones. El “jefe supremo de la misma es Mikhail Fridman”. Casi nada. Y mientras la CNMV mirando hacía otro lado, recuerden: tienen dinero y cumplen las normas de presentación del cuadernillo.
El informe de la policía dice literalmente:
Hoy, el entramado de empresas de Mikhail Fridman está investigado en España y es una preocupación para los servicios de inteligencia, que ven un riesgo económico serio para el sistema empresarial español. No sólo ellos, a su vez están en el foco de las autoridades los ejecutivos españoles de empresas que les ayudan: directivos de empresas de comunicación y responsables bancarios.
JUNTA DE ACCIONISTAS DE DIA, LA PRIMERA TRINCHERA DE LA DEFENSA
Cuando LetterOne entró en el accionariado de DIA en julio de 2017, la empresa era miembro del selecto IBEX35, y cotizaba a una valoración de 6 euros por acción. Hoy, año y medio después, el valor se ha desplomado sin precedentes hasta los 0,58 euros por acción. Es decir, oficialmente DIA tenía un valor de 3.500 millones de euros en 2017 y hoy, a punto de caramelo para los rusos, curiosamente el desplome anormal ocurrido hace que tan sólo valga 350 millones de euros. Y ellos tienen ya el 29%.
Miles de accionistas y pequeños ahorradores españoles han visto como se ha esfumado el 90% de su dinero en una caída sin precedentes. Y lo más grave, varias denuncias están pendientes de resolución sobre el papel de LetterOne en el caso ya que según se denuncia “la caída del valor de la acción y los problemas internos de DIA han sido deliberadamente provocados por los denunciados”.
Estas investigaciones son largas, y apenas hay tiempo, por ese motivo la primera trinchera de defensa de los accionistas no está en la Justicia, ni mucho menos en el lamentable papel hasta ahora de la CNMV. La piedra de toque está en la Junta de Accionistas de DIA del 20 de marzo. El 70% del resto de accionistas podría llegar a oponerse a los planes de Fridman. Para ello, lo primero es que DEBEN ACUDIR EN MASA A DEFENDER SUS INTERESES.
Generalmente en las juntas de accionistas de DIA acude a votar el 60% del capital. Hoy, el 29% del mismo está en manos de LetterOne. Eso quiere decir que la única manera de pararles es con una MASIVA PRESENCIA de todos los accionistas y minoritarios.
LetterOne alega que si sus propuestas no salen adelante en la votación abandonarán DIA. Lamentablemente eso no se lo creen ni ellos. Quieren la compañía y no van a asumir pérdidas, buscan quedársela por dos duros, y casi siempre lo consiguen. Pese a que da vértigo prescindir de los petrodólares de los rusos, es la mejor opción para todos los accionistas.
Letterone alega que si sus propuestas no salen adelante en la votación abandonarán DIA. Lamentablemente eso no se lo creen ni ellos.
La empresa está en causa de disolución, ya que tiene un patrimonio negativo de 98 millones de euros. Es una situación anómala, como consecuencia del desplome del valor. Pero no hay que tener miedo a ese escenario, en caso de concurso de acreedores, la banca acreedora no tardaría más de 3 o 4 meses de vender DIA a un grupo industrial o un fondo de capital riesgo. Sea español o extranjero, ese escenario es idílico ya que sería la huida de la trama de Mikhail Fridman y sus secuaces. Es muy posible que cualquier futuro comprador, cuanto menos no estará bajo sospecha e investigación de ser una trama criminal.
El negocio es bueno. DIA tiene valor indiscutible, activos atractivos para el mercado -por eso está sufriendo este ataque-, tiene clientes, y funciona normalmente. Cuenta con diversos formatos como DIA Market, DIA Maxi, Clarel, La Plaza de Dia o Minipreço. 6.157 tiendas en los países en los que opera, España, Portugal, Brasil y Argentina. Sus filiales operan con normalidad y en el holding trabajan 67.500 personas entre empleados (44.000) y franquiciados (23.500). Hay interés inversor por la empresa y por los activos que cotizan a un valor irrisorio, pero ese interés ya sea de industriales o de fondos, no se va a manifestar con los rusos teniendo una posición de control en el accionariado.
DIA facturó el pasado año 9.157 millones y ahora el agresivo fondo de origen ruso con sede en Luxemburgo, amenaza quedarse la compañía por una fracción de esa cifra.
Es un magnifico momento para instar a nuestras autoridades, a nuestros políticos, a la CNMV a parar esta locura, pero los primeros en hacerlo deben ser los accionistas y acreedores. La justicia como siempre llegará tarde, mal y nunca, y Fridman desde Rusia, se ríe, allí es intocable. Y él, lo sabe.