Después de cinco meses operando en Valencia, Uber ha informado que dejará de actuar en la provincia a partir del 1 de junio. El motivo: las restricciones anti VTC (siglas que significan vehículo de transporte con conductor) que han impuesto en la Comunidad Valenciana. Los taxis han ejercido una presión ante el Gobierno para combatir lo que ellos consideran una competencia desleal.
De esta manera, la Generalitat Valenciana sigue los pasos de Cataluña y obliga a contratar a Uber y Cabify con quince minutos de antelación. Uber considera que esa restricción impide atender de inmediato al cliente, empeorando la calidad del servicio, y por ello se ven obligados a suspender sus servicios en Valencia hasta que cambie la legislación.
Uber se marcha de Valencia
La guerra contra el transporte VTC se extiende de Barcelona a Valencia. La compañía americana Uber, una de las principales apps para contratar servicios VTC, deja Valencia tras la puesta en marcha de la nueva legislación. La presión que sufren las compañías VTC hace que sea difícil competir con los taxis en estas condiciones.
La principal restricción es la obligación del cliente de esperar 15 minutos al vehículo que le debe transportar. Además, no es la única limitación que están imponiendo los taxis para reducir el número de usuarios de Uber y de Cabify.
Restricciones anti VTC en Valencia
La espera de 15 minutos no es la única restricción anti VTC con la que han ejercido presión desde las autoridades valencianas. El Ayuntamiento de Valencia emitió en abril una ordenanza municipal que obligaba a mantener en la ciudad una relación de una licencia VTC por cada 30 licencias de taxis.
Además, este tipo de vehículos de Uber y Cabify, al no considerarse servicio público, tampoco podían utilizar el carril taxi ni las plazas de estacionamiento destinadas a ellos. También establecía un período mínimo de contratación de 15 minutos que podía ser ampliado hasta 60 minutos en el futuro. Una restricción que hace el servicio de atención al cliente inviable y poco práctico.
Multas contra Uber y Cabify
Desde el Gobierno central se han tomado más medidas contra Uber y Cabify. Las empresas de VTC se pueden enfrentar a multas de hasta 800 euros si no detallan todos sus datos al nuevo registro público online. Se trata de registro puesto en marcha por el Ministerio de Fomento a partir del 1 de abril como instrumento para inspeccionar, controlar y sancionar al sector en el que operan Uber y Cabify.
Las comunidades autónomas son las encargadas de realizar las labores de inspección y control de las comunicaciones de las VTC al registro. La Policía Municipal puede sancionar a un conductor VTC que no tenga la documentación acreditativa de haber comunicado un servicio al registro.
La necesidad de una regulación
Uber exige una regulación justa que tenga en cuenta los millones de usuarios que utilizan Uber por su mayor comodidad y los cientos de conductores que han encontrado un nuevo trabajo ofreciendo este servicio. Unas medidas que permitan la convivencia pacífica entre taxis y VTC para evitar las huelgas y los enfrentamientos que se producen.
La guerra en Valencia entre taxis y operadores VTC llevaba varios meses en marcha, y la nueva medida ha sido el golpe definitivo para que Uber tomara la decisión de abandonar Valencia. Tras las elecciones, los mismos dirigentes continúan al frente del Ayuntamiento y han decidido aprobar la regulación tal y como habían anunciado, sin tener en cuenta a Uber y sus solicitudes.
Ciudades en las que opera Uber
Aunque Uber es un servicio utilizado a nivel internacional, hay varios países en los que los taxistas y los gobiernos se han opuesto de lleno a su implantación, como Brasil, China, Japón, Corea, Francia o Alemania.
De momento, Uber seguirá operando en Madrid, Málaga, Sevilla, Córdoba y Granada, aunque un cambio en la legislación podría hacer que volviera a ciudades tan grandes como Valencia y Barcelona para ofrecer sus servicios. Cabify opera también en A Coruña y Alicante.
Legislación similar a la de Barcelona
Valencia ha seguido el ejemplo de Barcelona, estableciendo una legislación muy restrictiva contra las VTC como Uber y Cabify. De este modo, a estas empresas no les sale rentable ofrecer sus servicios porque resultan menos atractivas y cómodas.
Además, los clientes, si tienen que esperar 15 minutos, prefieren contratar un taxi, ya que cuando requieres un transporte dentro de la ciudad lo necesitas es urgencia e inmediatez.
El resto de operadores VTC
La patronal culpa a la Generalitat Valenciana de mantener el monopolio de los taxis y echa en cara la falta de preocupación por los trabajadores de Uber. Se estima que hasta 500 conductores pueden ser despedidos al abandonar la compañía Valencia.
Uber ha confirmado la suspensión del servicio mientras dure esta legislación, sin embargo, Cabify de Valencia ha anunciado que seguirá operando en sus calles. Cabify opta por seguir ofreciendo sus servicios a los clientes con la esperanza de que los tribunales suspendan la legislación de la Generalitat al ser inconstitucional.
