El turismo por los pueblos de España es el preferido por muchos viajeros nacionales. Además de las maravillosas playas, o los pueblos medievales, también hay otros pueblos bonitos que se han construido en acantilados. Impactan por las vistas y, también, por el modo en el que fueron creados desafiando a las leyes de la gravedad. Desde luego no son aptos para los que sufran vértigo…
Como incentivo, algunos también esconden historias y misterios muy interesantes. Pero con leyendas o sin ellas, lo que sí es cierto es que te van a dejar impactados. La belleza de la geografía española es increíble y en muchas ocasiones no es debidamente apreciada.
110 pueblos sobre acantilados más bonitos
Ronda
La localidad malagueña de Ronda es uno de los pueblos construidos sobre acantilados más bonitos e impresionantes. Destaca el antiguo puente sobre el acantilado, que se ha transformado en el icono de la ciudad.
Este pueblo esconde algunos misterios e historias muy interesantes tras sus parques y monumentos. Fue el lugar donde pasaron personajes tan míticos como el bandolero El Tempranillo, Blas Infante, Orson Welles, Francisco Giner de los Ríos (nacido allí), Hernest Hemingway, y un largo etc.
El pueblo se asienta sobre el Tajo de 150 metros. Con una riqueza cultural e histórica que han hecho que su casco urbano sea declarado Bien de Interés cultural.
Albarracín
Cuando piensas en pueblos bonitos, Albarracín es uno de los nombres que se te vienen a la cabeza. Está construido sobre un acantilado en Teruel, rodeado por el río Guadalaviar.
Acantilados que rodean al peñón de este pueblo medieval. Considerado desde 1961 como Monumento Nacional y propuesto por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Su arquitectura, sus murallas sobre las colinas en la Sierra de Albarracín, etc., hacen de este pueblo aragonés toda una maravilla que debes visitar.
Por esta sierra corren leyendas e historias sobre la Princesa Doña Blanca, la princesa que fue obligada a exiliarse a Castilla por su propio hermano y rey heredero.
Setenil de las Bodegas
Setenil de las Bodegas es uno de los pueblos más bonitos del sur. Situado en Cádiz, se erige sobre unos acantilados de piedra. Pero es especial al estar incrustado en la roca, que se ha usado para construir las viviendas.
Todo el pueblo se ha adaptado al curso del río Guadalporcún y su tajo. Su belleza y lo genuino de estos pueblos lo han llevado a ser declarado como Conjunto Histórico.
Además, está dentro de la ruta de pueblos blancos. Su castillo, ermitas, conventos, las vistas, o su gastronomía, no te dejarán indiferente…
Jorquera
En Albacete se encuentra otro de los pueblos de España en acantilados. Se llama Jorquera y se encuentra sobre un cerro que le dan unas vistas impresionantes.
Delimitado por un lado por el río Júcar y su cañón que forma con unos 200 metros de tajo, y por otro lado por la Cañada de Abengibre.
Un paisaje pintoresco construido allí para poderse defender mejor en el pasado. Como reminiscencia de aquella época, aún quedan restos del castillo y su fortaleza defensiva del siglo XII.
Masca
Uno de los pueblos recomentables de Tenerife es Masca. Situado en el Parque Rural de Teno, y construido en uno de los acantilados de esta zona de las islas.
Vistas increíbles tanto al mar como a la montaña. Además, encontrarás paz y relajación, ya que es un caserío con apenas dos calles con casas al borde del barranco.
Vegetación salvaje y frondosa rodean a este lugar de los acantilados de Los Gigantes, sitio perfecto para caminar y hacer senderismo.
Arcos de la Frontera
Cádiz también acoge a otro de los pueblos más bonitos de España sobre acantilados, se trata de Arcos de la Frontera. Situado a orillas del río Guadalete e incluido dentro de la Ruta de los Pueblos Blancos.
Casas blancas, callejuelas empinadas y estrechas, vistas maravillosas, casco histórico con monumentos catalogados como Conjunto Histórico y Bien de Interés Cultural. Todo parece invitarte a acudir…
Si te gustan las leyendas y curiosidades, aquí estarás en un lugar muy rico en este tipo de misterios. Algunas historias que puedes descubrir al llegar allí son: la leyenda del Dragon de Arcos, la leyenda de las torres y los enamorados, la leyenda de la Reina Mora y la toma de la ciudad, el círculo mágico, la calle maldita del Callejón de las Monjas, etc.
Siurana
Otro de los pueblos catalanes sobre acantilados es Siurana. Pueblo sobre un peñón de roca con una vista panorámica del embalse muy bonita.
Declarado Paraje Pintoresco en 1961, con formaciones rocosas destacables como el Salto de la Reina Mora, gemela de Siuranella, los valles del río Siurana, los acantilados de Arbolí, etc.
Y si te interesan las curiosidades y misterios, en Siurana encontrarás algunos. Dice la leyenda que una reina sarracena llamada Abd-el-azia celebraba una fiesta en su castillo cuando una flecha entró por la ventana y se clavó en la mesa, y… ¿quieres descubrir la historia? Visita Siurana.
Alquézar
Huesca tiene fantásticos pueblos, pero uno de los construidos sobre acantilados es Alquézar. Declarado Conjunto Histórico Artístico, es un pueblo medieval que te traslada a tiempos pasados por su elevado nivel de conservación.
Un paisaje natural increíble, con piedras calizas moldeadas por el río Vero para dar lugar al cañón de 600 metros donde se ha alojado el pueblo.
Si eres amante de la fotografía, puedes buscar aquí tus mejores fotos, tanto del entorno como del propio pueblo.
Frías
Burgos guarda municipios fantásticos, con pueblos de origen medieval rebosantes de historia y cultura. Frías es uno de ellos, construido sobre acantilados.
El tajo te permite contemplar el río Ebro desde lo elevado del cerro La Muela. Las casas están justo a ras con el acantilado, lo que impresiona mucho.
En la época romana y medieval le daba una ventaja estratégica clave para defenderse. De ese tiempo aún queda el castillo de los Velasco, los restos de la muralla, etc.
Castellfollit de la Roca
Por último, Castellfollit de la Roca es otro de los pueblos con encanto, esta vez en Girona. Es una localidad muy pequeña, pero eso contrasta con sus acantilados majestuosos.
Las construcciones, como las casas colgantes o la iglesia de Sant Salvador, se sostienen sobre un riscal de basalto de unos 50 metros de altura y un kilómetro de largo. Todo rodeado por el río Fluviá.
Sin lugar a duda, punto estratégico en el pasado, pero poco práctico en la actualidad. No obstante, ha dejado un interesante lugar al que debes visitar.