Es el cuento de nunca acabar. El ladrillo en Majadahonda continúa parado y las promotoras inmobiliarias ya no saben cómo desbloquear la situación. Asprima (asociación de promotoras inmobiliarias de Madrid) lo ha intentado, pero el consistorio continúa con su inmovilismo en la concejalía de Urbanismo.
Faltan tan sólo cinco meses para las próximas elecciones municipales y todos los alcaldes corren para engalanar sus localidades. Firmas y más firmas para dar salida tanto a la obra pública como a la privada. Las promotoras se frotan las manos ante la posibilidad de desatascar muchas de sus promociones y cumplir así con los plazos previstos. Pero en Madrid hay algunos municipios que ni con unos comicios a la vuelta de la esquina consiguen desatascar el siempre controvertido cajón de las licencias de obra.
En este sentido, Majadahonda es el caso más preocupante, como ya ha contado en más de una ocasión MERCA2. La situación comienza a ser desesperada para muchas de las promotoras que trabajan en esta zona. Los plazos de comercialización y de entrega se retrasan sin motivo aparente y el ayuntamiento de la localidad no hace nada para remediarlo. Lo peor es que nadie del sector entiende porqué no se otorgan las tan ansiadas licencias.
El Ayuntamiento de Majadahonda está cerrado en banda y ni siquiera ha atendido las peticiones de Asprima. La asociación solicitó hace tan sólo unas semanas una reunión con el alcalde y los responsables de la concejalía de Urbanismo para debatir sobre este problema. Pero en este caso la respuesta la tenía el sabio refranero español: «como quien oye llover». Porque el consistorio ha hecho caso omiso a las reclamaciones del órgano que aglutina a las más grandes e importantes promotoras inmobiliarias.
Ante la inoperancia del alcalde, Narciso de Foxá, y su concejal de Urbanismo, Ricardo Riquelme, algunas promotoras han decidido adelantar algunos pasos a la espera de conseguir la licencia de obra. Este es el caso de Aedas que tiene desde hace algún tiempo paralizada una promoción de 70 viviendas. Qian espera el visto bueno del Ejecutivo Local para empezar a construir en un solar localizado en unas de las zonas más privilegiadas de Majadahonda.
Lo cierto es que en este caso -como en muchos otros- todavía no tienen la licencia de obra en su poder y por lo tanto no tienen permiso aún para poner un sólo ladrillo en la explanada donde han de levantarse las viviendas. Pero esta promotora ha decidido reactivar la venta de esta promoción, porque entienden que están muy cerca de conseguir el papel que permita la entrada de las grúas.
La demanda de obra nueva es una realidad. Este hecho se puede comprobar en las miles de peticiones que reciben las promotoras interesándose en viviendas que ni siquiera han recibido todavía el ‘ok’ de los ayuntamientos. Al final, el más perjudicado por las demoras es el el cliente final. Por este motivo, las compañías han decidido adelantar algunos plazos que puedan incluso meter algún tipo de presión a los consistorio. Una presión que también reciben las promotoras por parte de los interesados en comprar vivienda de obra nueva, según afirma un agente del sector inmobiliario.
Ahora mismo, sólo hay cuatro promociones de viviendas activas, según Fotocasa, uno de los portales inmobiliarios de internet más importantes en España. Pero la única relevante en cuanto a número de viviendas es la de ‘los Satélites’ de la constructora y promotora Afar 4, la única de las ‘grandes’ que ha logrado salvar el veto urbanístico de Majadahonda. Este desarrollo proyecta 360 viviendas unifamiliares que aliviarán de algún modo la demanda de vivienda que existe en esta localidad. Sin embargo, la suma del resto de promociones activas no suman más de 20 viviendas, una oferta del todo insuficiente.
Por este motivo es importante que el Gobierno Local termine por resolver los graves problemas en la concesión de licencias de obra. Hasta el momento diferentes estudios y las propias promotoras sitúan las demoras en hasta 16 meses. Tiempos de espera que en otros municipios como en San Sebastián de los Reyes -14 meses- han producido graves problemas a promotoras como Neinor, que han visto como sus inversores les castigaban en bolsa por la falta de confianza. El resto de compañías están asustadas por si esto también les ocurriese a ellas y todos los ojos se centra en Majadahonda.