sábado, 23 noviembre 2024

El problema no es el precio del alquiler vacacional, son los bajos salarios

En los últimos meses se ha extendido la idea de que los alquileres vacacionales son los causantes del aumento de los precios de los demás apartamentos. Ofertas de balcones o coches por 600 euros en Ibiza han provocado malestar y rabia en la sociedad. Una situación que está llevando a la temida turismofobia.

Pero no, los causantes no son los alquileres turísticos. O al menos los principales culpables. Lo que está haciendo daño al turismo, según expertos como el presidente de la Asociación de Directivos y Expertos en Empresas Turísticas, Domènec Biosca, y el abogado Marc Pertíñez, son los bajos salarios. 

Pertíñez desmiente la teoría de que esto es culpa de los turistas y los alquileres vacacionales. Para ello alega que en Barcelona llevan un año y pico oyendo en los medios de comunicación que el precio de la vivienda se incrementa por el alquiler turístico. Recalca que “eso es falso. En Barcelona hace cuatro años que se no da una licencia para vivienda de uso turístico y aquellos que operaban sin licencia se han reducido drásticamente”.

Según Pertíñez, los elevados precios de alquiler se deben a que el precio de la vivienda se ha recuperado respecto a la crisis, pero no los salarios. Añade que el problema no es que no haya viviendas, es que seguramente no haya viviendas para ese corto plazo de tiempo estival en el que sí son más elevados y los trabajadores no pueden pagar.

Los precios de alquiler han vuelto a niveles pre crisis pero los sueldos son más bajos

El precio de alquiler de la vivienda ha aumentado a pasos agigantados. Según Idealista, en Barcelona lo ha hecho casi un 17% y ha vuelto a niveles pre crisis. Una evolución que no se ha trasladado a los salarios. Según un informe de CC.OO. los sueldos de los nuevos empleados ha sido un 13% más bajos entre 2007 y 2014.

Estos dos asuntos es lo que provoca un peligro en el empleo de un sector que, desde 2013 ha dado trabajo a 1,4 millones de personas. Es decir, que uno de cada cuatro empleos generados ha sido en este sector.

Los 80 millones de turistas que España espera recibir este año necesitan una mayor mano de obra. Y es que su satisfacción y hacer que vuelvan depende del trato y la calidad que reciban durante su estancia en nuestro país. Para Biosca, el lujo en los alojamientos turísticos es un atributo que otorgan los trabajadores y “si la gente no está retribuida dignamente” no tendrá donde vivir y su enfado impedirá que ofrezca lo mejor de si.  Si estos trabajadores no son retribuidos dignamente se terminará con la gallina de los huevos de oro. De provocarse una situación así derivaría en pérdida de turistas. No es una aberración. Según Biosca, “España no sería el primer país que pierde turistas por esas cosas”.

Ante la falta de trabajo o querer sacarse un dinero extra durante las vacaciones son muchos los que se trasladan a trabajar a las zonas de mayor afluencia turística. La cara amarga es que son muchos también los que vuelven a casa porque sus sueldos no les da para afrontar los gastos y vivir dignamente. Es el caso de Sergio Prado, un sevillano que probó suerte hace unos meses en Lanzarote y ha vuelto a casa igual que cuando se fue. Hasta hace unos días trabajaba y vivía en la zona de Playa Blanca, una de las más turísticas de la isla. Se fue lleno de ilusión, un buen sitio en el que vivir y un buen sueldo. El problema llegó cuando se dispuso a buscar donde vivir. Con los 1.100 euros que cobraba y el alto precio del alquiler no tenía muchas posibilidades de alojamiento. Más de la mitad de su retribución se iba en él porque pagaba 570 euros mensuales por una habitación. Lo chocante es que no es caro para lo que se oferta en el mercado. Para Sergio encontrar un piso así es “tener suerte” porque, según dice, los alquileres están por las nubes.

Lo que sucede en la isla canaria también se da en otros muchos territorios turísticos del país. La demanda supera la oferta. Según un estudio elaborado por Arrenta, la demanda de alquiler ha aumentado 20 puntos mientras que la oferta ha caído 10. Cuanto menor oferta mayor es el precio, disparándose más de un 15% en algunas zonas.

El alquiler vacacional no impacta en el precio

Buscar un culpable donde sea para no cargar uno mismo con las consecuencias es una práctica muy extendida en nuestro país. En turismo se echa a culpa a los alquileres vacacionales. Sin embargo no es del todo así. Un estudio elaborado por la Universidad de las Islas Baleares explica que el alquiler vacacional tiene un impacto muy limitado sobre la supuesta saturación e insostenibilidad turística.

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No es uno, ni dos, ni tres. Son muchos los estudios que sacan la venda de los ojos sobre esta creencia. No vamos a negar que sí influye, pero tampoco tanto como se piensa. Según un informe encargado por el Ayuntamiento de Barcelona los alquileres por días suponen casi el 8% de todo el parque de la ciudad. Es decir, que de los 3.600 apartamentos ofertados en la capital catalana,ñ los destinados al uso turístico no llegan a los 290. Lo corroboran también patronales e inmobiliarias. Según estas últimas, los barrios en los que más han subido las rentas no son los que más apartamentos turísticos tienen.

Tampoco caigamos en la creencia de que los alojamientos turísticos están al mismo precio que los tradicionales. Según la plataforma de servicios inmobiliarios Nested, el precio de un alquiler a través de Airbnb puede ser hasta un 256% más caro que a través de un alquiler tradicional.

Solución

Para todo hay una solución y en este caso, tanto para Biosca como Pertíñez, recae en la necesidad de hacer ordenanzas municipales. Ver, tomar ejemplo y aplicarse la lección es lo que, en opinión de Biosca, deberían haber hecho los gobiernos. “Lo que hay que hacer es, primero, ver lo que se ha hecho en otros sitios y tomar las medidas que se han tomado en otros sitios. Si no se hace, o se hace tarde, no sirve de nada.”. Los gobiernos no han actuado en esta materia y es ahora cuando se echan las manos a la cabeza. Son muchas las consecuencias aunque la más grave sería acabar con el turismo español, una actividad que supone más del 11% del PIB y que emplea a más de dos millones y medio de personas.

Y es que habrá que tomar medidas en aquellos puntos determinados en los que hay exceso. El problema es que hay mucho ‘sí, voy actuar’, palabras que salen de boca de los políticos pero que se van con el viento. Para Pertíñez, la mejor solución pasa por dos cosas: la primera es hacer una buena política de vivienda junto a una urbanística que permita organizar el suelo urbano; la segunda es no olvidar las políticas de civismo. “Los problemas que se están produciendo no son del turismo, sino de la inexistencia de una política de viviendas”.

Barcelona y Palma de Mallorca ya lo están haciendo. La primera lleva años detrás de estos alquileres y la segunda empieza ahora a tomar medidas. En la Ciudad Condal se denunciaron y se cerraron todos los apartamentos que no tenían número turístico. Actualmente, sólo operan los que tienen licencia turística, los que registran a sus huéspedes y pagan impuestos. Por su parte, el Govern balear ha aprobado la modificación de su propia ley de alquiler turístico para regular y ordenar este negocio. Entre las medidas destaca la de multar con 40.000 euros a los propietarios estos apartamentos. 

Ahora solo cabe esperar y que las cosas se hagan bien. Esta situación podría haberse evitado de actuar con anterioridad. ¿Cuál es el problema? Que en España no se actúa hasta que no se empiezan a ver las consecuencias. Dicen que de todo se aprende y muchos esperar que los acontecimientos sirvan para ello.


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