Podemos decir sin miedo a equivocarnos que es una de las noticias de las semanas, incluso del mes. El acto de conmemoración del 40º aniversario de las primeras elecciones democráticas en España quedó el pasado miércoles algo difuminado tras la sospechosa ausencia de una de las piezas fundamentales de la democracia en nuestro país, el rey emérito don Juan Carlos I.
Como en cualquier aspecto que rodea a un asunto público de tal calibre en el que hay una rendija por la que se escapa el aire, siempre tenemos que buscar culpables. Los responsables únicos y últimos de haber excluido al rey Juan Carlos de este importante acontecimiento son el Congreso y el Gobierno. Sin embargo, otras voces apuntan a que la decisión fue de Alfonsín, jefe de Casa Real, cuyo rostro visible en nuestros días son Letizia Ortiz y Felipe VI, en quien abdicó el veterano monarca hace ahora tres años exactos.
SU TREMENDO CABREO
«Se ha excluido a quien condujo el camión de la Transición», ha afirmado el rey don Juan Carlos, tal y como recoge el diario ‘El Mundo’. Por otro lado horas antes, el diario ‘El País, afirmaba que el emérito «tenía pensado asistir a la conmemoración del 40 aniversario de la constitución de las Cortes y se había reservado incluso la fecha en su agenda de actividades».
Según los mencionados medios de comunicación, el padre del rey de España está herido por esta decisión: «le resulta difícil asumir, tal y como ha trasladado a sus más próximos, que ‘quien condujo el camión de la Transición’ haya sido excluido del homenaje a los que la protagonizaron. No obstante, el rey exculpa y disculpa a su hijo, Felipe VI: «exculpa a su hijo de la decisión de no haberle invitado y renuncia a señalar responsables. ‘Lo asume, pero con profundo malestar».
No es esta la primera vez que Juan Carlos ha mostrado malestar, indignación e incluso ira públicamente. Sigue leyendo…
¿Letizia tras la ausencia del Rey?
Según publica la periodista Paloma García-Pelayo para ‘OKDiario’, en un principio, se le pasó por la cabeza la idea de que Letizia, es decir, la reina de España, fuese quien estaba detrás de la exclusión a su suegro. Es vox pópuli que Letizia Ortiz y Juan Carlos de Borbón, en el tú a tú y sin títulos de por medio, nunca se han llevado bien. La relación ha sido mutua y los cortes del rey emérito a su nuera han sido constantes.
«Para mi tranquilidad», continúa escribiendo Paloma, «Letizia no es decisiva ni mucho menos, al menos en esto». No podemos señalar a la reina Letizia de todo lo «negativo» que rodee a la Casa Real. Todo lo contrario, desde que la reina es reina, la institución tiene otro toque, otro color e incluso otro estilo.
EL REY ATIZA AL CHÓFER
En noviembre de 2015, el rey Juan Carlos llegaba, entre abucheos y pitido a la Sede de la Dirección General de Tráfico en Madrid. En apariencia, el padre del rey Felipe VI no quería parar justo donde su chófer lo hizo. Él prefería hacerlo en algún sitio más cercano teniendo en cuenta que hacía apenas un mes que había tenido su último tropezón.
Sus aspavientos indican malestar, sin duda, pero lo que no esperábamos es el manotazo de última hora que el rey Juan Carlos regala a su chófer particular. Don Juan Carlos dejó detrás su coche y se acercó hasta el ex ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.
DISCUSIÓN PÚBLICA
Dos de julio de 2012, hace exactamente cinco años de esta sonora y sonada discusión del monarca en público. Los entonces príncipes de Asturias junto con sus hijas, las infantas Sofía y Leonor, se disponían a recibir a la Selección Española de Fútbol que se habían hecho con su tercer título internacional en los últimos 5 años: La Eurocopa.
El rey entra acompañado de sus nietas y el príncipe, unos pasos más atrás, pregunta la posición al jefe de protocolo de Casa Real. El emérito no entiende qué está pasando y por qué no está todo listo y perfecto y en ese momento deshace la pose con un tremendo gesto de enfado.
¿Por qué no te callas?
Tal y como hemos dicho, el Rey Juan Carlos no ha sido un hombre de callarse las cosas sino todo lo contrario. Alguien de carácter férreo, recto, pero con la zalamería de un Borbón de toda la vida. El 10 de noviembre de 2007, en la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado que tuvo lugar en Santiago de Chile, don Juan Carlos le espetó la famosa frase «¿Por qué no te callas?» al entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
La famosa frase se hizo rápidamente viral y a día de hoy todavía se recuerda como uno de los momentos más polémicos del emérito, que además abandonó el plenario de la cumbre con permiso del José Luis Rodríguez Zapatero.
Su relación con la prensa
La relación de Casa Real con la prensa de nuestro país siempre ha sido excelente. El motivo es, sencillamente, porque muchos medios de comunicación practicaban la autocensura y preferían -por el bien de su existencia- callar ciertos temas que podían ser auténticos escándalos. El Rey Juan Carlos, en el año 2011, se mostraba indignado con la prensa por el tratamiento de la información que se estaba llevando a cabo respecto de su salud.
En cuatro años el emérito tuvo que ser intervenido ocho veces y ante la pregunta de una periodista al interesarse por su estado de salud, contestó altamente airado: «Mal, estoy muy mal. Como lo que os gusta es matarme y ponerme un pino en la tripa todos los días en la prensa».
La peineta Real
El Rey Juan Carlos nunca se ha caracterizado por ser un hombre tímido, callado o discreto. Todo lo contrario. Quienes lo han tratado de cerca lo han definido como extrovertido, divertido, natural y por supuesto, campechano.
Según publica Elmundo.es, «don Juan Carlos durante su visita oficial a Álava el pasado lunes (esta noticia data del año 2004), el Rey respondió a los radicales que le increpaban con un gesto que fue recogido, entre otras, por las cámaras de la cadena pública vasca ETB». Y además, la cadena de televisión regional añadía que «con este inusual gesto, Juan Carlos I saludaba a las personas del exterior mientras algunas de ellas le increpaban«.
LOS GEMELOS DEL REY
El rey Juan Carlos es un hombre perfeccionista. Ha vivido, ha mamado y ha estado en casa reales desde bien pequeño. El protocolo, los galones y la etiqueta son fundamentales e impepinables para el representante más importante de un país, es decir, el jefe del Estado: El Rey.
En un primer golpe de vista, el rey Juan Carlos, tal y como se observa en el vídeo, analiza la llegada de su hijo, que ciertamente y tal y como nos tiene acostumbrados, va impecable. Sin embargo, don Juan Carlos observa que su hijo no porta los clásicos gemelos en la camisa, y sin importante la presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y su esposa, Elvira Fernández, le recrimina al entonces príncipe de Asturias el detalle que se ha saltado a la torera.
El dardo envenenado del rey a la reina Letizia
Lo cierto es que, tal y como hemos comentado con anterioridad, es vox pópuli que el Rey Emérito no soporta el carácter controlador, obsesivo y posesivo de su nuera Letizia. Ante sus amigos de confianza, don Juan Carlos ha llegado a decir que es “como tener al enemigo en casa”.
Tal y como explicó Andrew Morton, autor de una de las biografías más polémicas de Diana de Gales: “Se cuenta que poco después de que doña Letizia entrada en la familia real, todos ellos, junto con el rey Constantino de Grecia, hermano de la reina Sofía, estaban comentando la situación en Irak, arrasado por la guerra. Había un consenso generalizado en que se trataba de un asunto complicado. Entonces doña Letizia soltó un discurso, que duró aproximadamente 20 minutos, acerca de las cuestiones que enfrentaban a Oriente y el pueblo de Irak. Al cabo de un rato, el rey, que advertía los rostros inexpresivos de los presentes, le dijo a su nuera: «Letizia, ya sabemos que eres la más inteligente de la familia, pero por favor, deja hablar a los demás»”.