En los próximos días el nuevo Gobierno que encabezará Mariano Rajoy tomará posesión de sus carteras. Todavía no sabemos quién encabezará las carteras, pero sí podemos fijarnos ya en esos retos que son importantes, pero de los que nadie habla porque se consideran menores en importancia. ¿De verdad no deben estar en las prioridades?
Lucha contra la desigualdad
España es el país de la OCDE en el que más ha crecido la desigualdad desde que arrancó la crisis económica. Lo dice un informe de Intermon Oxfam, en el que se refleja que casi 14 millones de personas -a finales de 2014- estaban al borde de caer en la pobreza. Los salarios de los más ricos es 18 veces superior al del 10% más pobre.
El plan de Gobierno firmado entre PP y C’s contempla un amplio paquete de medidas, que veremos si se cumple. Sobre todo, porque contempla la creación de un Complemento Salarial Garantizado -al que quieren destinar 7.900 millones de euros-. Además, hay un detalle bastante exhaustivo de medidas que quieren ayudar la situación de los más desfavorecidos. Sin embargo, estos gastos podrían verse recortados por la Unión Europea, que ya avisa de la importancia que tiene cumplir los objetivos de reducción del déficit el año que viene. De hecho, en los Presupuestos de 2017 hay que incluir un recorte de 5.000 millones de euros.
Acabar con los paraísos fiscales
Los papeles de Panamá, Bárcenas, Correa, Granados, amnistía fiscal… Y así podríamos seguir hasta completar un gran abanico de personas a las que han pillado con el carrito del helado. Cuentas en países como Panamá, Suiza… Paraísos fiscales que ayudan a la evasión (que no elusión) de dinero de las arcas públicas. Según la OCDE hay ahora mismo cerca de 40 países en esta situación, aunque muchos de ellos se comprometen al intercambio de información. Algo que no siempre se cumple, pues la base de su éxito se basa en no revelar la identidad de las personas que viajan hasta sus fronteras.
Los partidos que han firmado el pacto de Gobierno tienen buena voluntad. Proponen incluir a «aquellos Estados que no cooperan de forma efectiva con Hacienda en la lucha contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales». Además busca también acabar con el pago del dinero en efectivo y fomentar el intercambio de transacciones electrónicas. Buenas intenciones que quedarán en nada, porque es una materia en la que sin ayuda del resto de países del G20 es muy complicado dar pasos adelante. ¿Se imaginan que sólo España pusiera fin al pago en efectivo? No parece plausible.
Lucha contra el cambio climático
Mientras Rajoy era investido Presidente en el Congreso de los Diputados, en Madrid el Ayuntamiento declaraba el nivel 1 del Protocolo de Alta Contaminación. Los niveles contaminantes se disparan cada vez con más frecuencia en la Capital. Pero no es sólo un problema de la ciudad. Según la Organización Mundial de la Salud, el año pasado el 99% de los españoles respiramos en algún momento aire con mayores concentraciones de contaminantes de los permitidos.
Resulta llamativo que, ahora, el Partido Popular quiera fomentar el uso de las energías renovables y el autoconsumo cuando el año pasado se aprobaba el llamado «impuesto al sol». Una forma de acabar con las subvenciones al sector fotovoltáico, y que gravaba a quienes utilizaban placas solares en sus negocios o casas. Aproximadamente le ha costado a los ‘ecosostenibles’ unos 9 euros más por kW/hora al año. Además, debería acabarse con la hipocresía de culpar al coche por sus niveles de contaminación y fomentar su uso a través del llamado Plan Pive. La presión del sector es muy fuerte, dado que sus ventas han crecido gracias a estas ayudas en las que el Gobierno ha invertido más de 1.200 millones de euros.
La despoblación
Castilla y Leon y Castilla-La Mancha tienen hoy la misma población que tenían en 1.900. a segunda pierde anualmente 25.000 personas, y durante la próxima década serán 250.000. Unos niveles que harán que muchas provincias como Soria queden despobladas. Sin embargo, otras regiones como Madrid -con todas las ciudades dormitorio a su alrededor- no paran de crecer. Madrid, en 1.900 tenía medio millón de habitantes, mientras que ahora cuenta con cerca de 4 millones.
Una vez más se apuesta por el desarrollo de la «Política Agrícola Común» como elemento que impida el éxodo de los más jóvenes. No existe en el acuerdo PP-Ciudadanos un cambio de rumbo en una materia que permita a las zonas del interior acceder a otro tipo de modelo económico que no esté basado en la Agricultura.
Reforma del modelo productivo
«Queremos crear el entorno institucional adecuado, que elimine barreras al emprendimiento y favorezca la generación de proyectos innovadores y la atracción de talento». Así dice el documento de Gobierno que se debe poner en marcha. Resulta llamativo, en cambio, que el sector de la construcción vaya a crecer por encima del 3% este año, y que el turismo sea el que más tira de nuestro PIB.
Para que este cambio se pueda llevar a cabo, es necesario un aumento en las inversiones de I+D, potenciar la investigación y el papel de los investigadores. Ahora mismo, España no está a la cabeza en este campo. Una muestra de ello es que en la última convocatoria de ayudas del Consejo Europeo de Investigación, sólo 43 de las 870 concedidas fueron a parar a nuestro país. Y si nos fijamos en la cantidad de dinero obtenida por millón de habitantes, nos situamos en el número 17, muy por detrás de otros países mucho más pequeños que nosotros.
Envejecimiento
España es un país de viejos. En 2050 el 35% de la población española tendrá más de 65 años. Una situación que pone en jaque nuestro sistema del Estado del Bienestar. Los nacimientos llevan cayendo desde 2008, acumulan un retroceso del 19% y, no sólo eso, en 2015 -por primera vez- hubo más muertes que alumbramientos. Unos datos que debieran reflexionar hacia dónde se dirige nuestra sociedad, aunque el problema es a nivel Europeo.
Parece urgente adoptar políticas de natalidad, más allá de la conciliación de la vida familiar y laboral. Sin embargo, la palabra natalidad no aparece ni una sola vez en el pacto entre Rajoy y Rivera. Tampoco hay una sola medida explícitamente destinada a este campo, más allá de buscar una racionalización de los horarios de trabajo o equiparar los permisos de paternidad y maternidad. También se apuesta por ayudar a las madres que quieran incorporarse al mercado laboral como autónomas. Pero volvemos a lo mismo, se busca paliar el problema de las pensiones, pero no el del envejecimiento de la sociedad al que parece que nos hemos resignado.
Custodia compartida
Acabar con la discriminacion entre hombres y mujeres en todos los ámbitos debe ser una prioridad para cualquier Gobierno. También en el campo de la separación matrimonial. Es cierto que se ha mejorado, pero en 2015 en el 69% de los casos la custodia era entregada a la madre, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Aunque este tema debería estar legislado a nivel nacional, también en esta ocasión las Comunidades Autónomas tienen mucho que decir. De hecho, en Cataluña, Valencia, Aragón y Valencia se trata como una opción preferente a la hora de los divorcios.
Ley de Mecenazgo
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Era una de las grandes promesas que nunca cumplió el gobierno de Rajoy en su primera legislatura. Quiza uno de los mayores fracasos del ministro de Cultura, José Ignacio Wert. Su sustituto al frente del ministerio, Iñigo Méndez de Vigo, tampoco ha tenido mucho tiempo como para desarrollarla. Ahora vuelven a la carga con ella. Es esencial para intentar fomentar los valores culturales de nuestra sociedad, y como ayuda a los artistas y creadores.
En países como Estados Unidos la inversión en esta materia supone una cantidad equivalente al 90% del PIB del país. En Francia, donde la Ley es mucho más reciente, cerca del 40% de la inversión en mecenazgo proviene de las pequeñas y medianas empresas.