Hace unos años las aerolíneas intentaban agradar a algunos pasajeros con los llamados ‘up grades’, cambiar de categoría para intentar compensar molestias o, simplemente, porque así evitaban problemas a la hora de la facturación si había sobreventa. Sin embargo, esta práctica cada vez es menos habitual. Aun así todavía hay algunos resquicios para aprovecharse de ellas y lograr que nos metan en Business habiendo pagado la clase turista.
Hazte del club de fidelización
Aunque pienses que es una tontería y que no merece la pena porque nunca vas a lograr acumular puntos, hazlo. Es fácil, lo puedes hacer desde casa y, aunque pocas, alguna ventaja sobre el resto de viajeros sacarás. Además, generalmente las aerolíneas se fijan en aquellos que pertenecen al club a la hora de escoger a los agraciados que -por unas circunstancias u otras- merecen cambiar de categoría. ¡A veces hasta por ser hasta el día de tu cumpleaños! Aunque esto es más propio de las compañías americanas.
Controla el programa del que eres miembro
Ya sabes que hay distintos niveles. No es lo mismo tener la tarjeta más simple, que tener la plata o la oro. Obviamente a mejor programa, más posibilidades de que la compañía se acuerde de ti. Esto es importante en la época de mucho tránsito, en verano por ejemplo, porque aquellos que son más fieles tienen más opciones. A ninguna aerolínea le interesa que sus ‘fieles’ se vean en problemas.
Así que ya sabes, léete bien todos los servicios con los que puedes acumular puntos: gasolina, vuelos, compras en el súper, alquiler de coches… Todo vale para conseguir subir el nivel que tienes desde el principio.
Haz el check in con tiempo
La aerolínea sabe las ventas de billetes y la capacidad que tiene el avión. Cuanto antes sepa que tú viajas seguro, más probabilidades habrá de que decidan cambiarte a Business. Por eso debes hacer la facturación on-line con, al menos, 24 horas de antelación. De ese modo, si hay plazas en otra categoría puede que seas uno de los afortunados que, al subir al avión, se encuentre con que le digan que vaya hacia otro asiento que no es el suyo.
Si no tienes opción de facturación desde casa, vete con tiempo al aeropuerto. Nada de dos horas. Cuanto antes llegues mejor. Si eres el primero, casi seguro que te dan a ti la oportunidad. Eso sí, vete ataviado con un buen arsenal de libros, revistas y música para pasar el tiempo en la cafeteria.
También puedes jugártela y llegar tarde
Esto es cara o cruz. Nada te garantiza el éxito. E incluso puede que si te pasas de listo te quedes en tierra. Si hay una demanda excesiva, la aerolínea irá recolocando pasajeros. Pero si no llegas en el momento exacto, puede que cuando vayas al mostrador de facturación te digan que ya está cerrada y que tienes que irte a otro vuelo.
Una faena si vas con prisa, aunque si te lo tomas con filosofía puedes aprovechar para sacar partido. Si te enfadas y reclamas tus derechos, en el siguiente vuelo irás sentado plácidamente en una de las butacas más anchas de todo el avión.
Ve correctamente vestido y sé educado
El aspecto siempre es importante. Se presupone que si viajas en Business sabes comportarte y no vas a dar la nota. Por eso es vital que no vayas en chandal y zapatillas de andar por casa. Ponte el pantalón con pinzas o un vaquero y una camisa ¡y a volar! Según el portal Trabber, si haces esto, las posibilidades de que seas el agraciado aumentan en un 50%.
Lo mismo ocurre con la educación. Si llegas al mostrador con malos modos, seguramente saldrás perdiendo. No quiere decir que no vayan a llegar tus maletas al destino, pero probablemente si alguien tiene que quedarse sin asiento, seas tú.
Intenta viajar solo… O como si lo fueras
Una aerolínea no regala así como así los upgrades. Al revés, si puede evitarlo lo hace. Así que va a otorgar las justos si ha vendido más billetes de turista. Sé listo. Si vais cuatro personas juntas, lo normal es que no os digan nada. Sin embargo, si facturáis de uno en uno, es más probable que os den la oportunidad. Luego es cuestión de echarle cara, y decir que viajas con tu pareja o con más amigos y que, por tanto, debería aplicar el mismo criterio con el resto.
Échale morro
Si eres de los que tiene encanto, aprovéchalo. Muchas veces en facturación no te hacen ni caso, pero con la tripulación de cabina la cosa cambia por completo. Una mirada, una sonrisa, una buena palabra en el momento adecuado puede servir para que haya un cambio de asiento cuando menos te lo esperes.
Ojo, esto no quiere decir que te pongas a ligar con la azafata o azafato de turno. Al revés. Es algo que no suele gustarles. De todos modos, nunca está de más pedirlo. Esto es más habitual en Estados Unidos. Allí suelen hacer lista de peticiones -generalmente para los miembros del club de fidelización- y van atendiendo en orden de llegada y categoría. Aquí en Europa es algo más complicado.
Ponlo por contrato
¿Te gusta viajar en Business? Dilo cuando tengas que viajar por trabajo, o intenta que sea la empresa la que te pida los billetes de las vacaciones. En ocasiones las agencias o las propias aerolíneas las premian si son compradoras habituales de sus servicios. Por tanto, es más que probable que puedan conseguir un billete a buen precio en preferente.
Otra opción, sobre todo si viajas mucho por negocios, es que consigas ponerlo por contrato. Es poco frecuente y suele ser solo para altos ejecutivos, pero nunca se sabe. A veces suena la flauta.
Problemas de salud
Si te has roto una pierna o tienes algún problema que te impida viajar en sitios estrechos no lo dudes: ¡dilo! Las aerolíneas suelen ser sensibles a estas cosas e intentan ayudar en la medida de lo posible. Eso sí, no resultes pesado. Simplemente pídelo a ver si lo tienen en cuenta.
Otra opción es aprovecharte de la obesidad o la altura. Si estás gordo o eres demasiado alto puede ser otro punto a tu favor. Muchas veces no lo hacen por ti, si no por lograr que no molestes al vecino de al lado. Así que puede ser buen momento para echarse un poco más de la cuenta encima del vecino a ver si se queja.
¡Paga!
Si nada de lo anterior te funciona, o tienes muchísimo interés en viajar en Business, lo mejor que puedes hacer es sacar la billetera y pagar. Es una pasta, sí, pero probablemente si miras las ofertas y reservas con tiempo, lograrás sacar un billete a buen precio. No es la mejor opción para viajar por la cara, pero llegado el caso es lo único que te va a quedar.