España, tierra de tradición y fiestas que en muchas ocasiones van de la mano. Gracias a la buena salud con la que cuenta nuestro país en este sentido, muchas de ellas se han convertido ya en un foco de turismo internacional, acudiendo muchos de estos viajeros a los puntos más recónditos de nuestro país.
Tomatinas, corre focs, agua lanzada sobre los vecinos desde un balcón, etc. Las variedades son infinitas, tantas como pueblos existen en nuestro país. Sin embargo, aquí no pueden estar todos, por lo que se han elegido los 11 más llamativos.
Tomatina en Buñol
Una de las fiestas más conocidas en la Comunidad Valenciana (con permiso de las fallas). Se celebra el último miércoles de agosto, coincidiendo con las festividades en honor al patrón de la localidad, San Luis Bertrán. Cada año se congregan casi 30.000 personas en torno a este evento, que se ha convertido en un reclamo turístico de primer orden internacional.
Sobre esta fruta, llama la atención que los tomates utilizados en la tradicional lucha se producen específicamente en la localidad castellonense de Xilxes, para celebrar la fiesta, ya que por su saber no son apetecibles para el consumo humano.
El Cipotegato de Tarazona (Zaragoza)
No solo se lanzan tomates en Buñol, si no que se lo digan a la localidad aragonesa de Tarazona, donde el 27 de agosto de cada año, el Cipotegato recorre las calles del municipio mientras recibe tomatazos de sus vecinos.
El recorrido que realiza este personaje, basado en una antigua tradición municipal, nunca es el mismo; de hecho solo lo conoce él mismo, pero siempre comienza y concluye en la Plaza de España, donde al finalizar ata un pañuelo en lo alto de un monumento al mismo. Con este gesto, se da el pistoletazo de salida a las fiestas mayores.
Cuenta un rumor que fue un ciudadano de Tarazona el que llevó la tradición de tirarse tomates a Buñol para celebrar su festividad.
Moros y Cristianos (Alicante)
El epicentro de esta celebración se localiza en el sureste de España, especialmente en la provincia de Alicante. Con ella se busca conmemorar las batallas que se libraron durante la reconquista y festejar la victoria de los reinos cristianos peninsulares sobre los reinos musulmanes.
Pero, si tiene que destacar una localidad por encima del resto en este sentido, esta es la de Alcoy, donde se tiene constancia de que en el año 1511 se comenzó a festejar este fenómeno.
El patrón de esta festividad en este pueblo alicantino es San Jorge, ya que, según cuenta la leyenda, su imagen apareció para vencer la batalla entre los vecinos de esta localidad y el caudillo musulmán, Al-Azraq.
La batalla del vino (Haro)
Una fiesta de Interés Turístico Nacional, que se celebra en la localidad riojana de Haro la mañana del 29 de junio de cada año, coincidiendo con la festividad de San Pedro. El origen de esta festividad se basa en la tradicional romería que se celebraba en la zona donde vivió y falleció el maestro de San Millán en el siglo VI, Felices de Bilibio .
Una celebración, que por otro lado, se basa en que los asistentes se mojen con vino los unos a los otros en el risco de Bilibio, pero la festividad no termina aquí; ya que tras la batalla, las peñas acuden a una misa y a un posterior almuerzo.
Fiesta del descenso del Sella (Ribadesella)
Un evento que está declarado como Fiesta de Interés Turístico Internacional y que mezcla el deporte con el ocio. De hecho, el organizador es la Federación Internacional de Piragüismo de Asturias.
Sin embargo, la zona queda totalmente ocupada por los campistas y los turistas y la gente de la zona que se reparten los dos días entre las localidades de Les Arriondes y Ribadesella.
Romería del Rocío (Almonte)
Es tal vez la peregrinación más famosa de España y se realiza entre la localidad de Almonte, en Huelva, y la aldea de El Rocío, aunque este no es el único camino que existe, pero sí se constituye como el más antiguo.
Cada día reune a un mayor número de personas y hermandades; de hecho, los últimos datos oficiales registran más de un millón de visitantes (incluidos turistas que proceden del extranjero).
La Rapa de Bestas en Sabucedo (Pontevedra)
Una tradición que se celebra cada primera semana de julio y que remonta sus orígenes hasta el siglo XV. El evento consiste en una noble batalla entre hombres y animales, ya que los vecinos de esta localidad gallega buscan caballos salvajes en el monte para llevarlos al pueblo.
Una vez allí, dos aloitadores se encargan de la rapa con complicadas maniobras que dejan boquiabiertos a todos los asistentes y curiosos que se acercan a la zona. Uno de ellos se sitúa en la cabeza (para cortar las crines del caballo) y otro en la cola para encargarse de desequilibrar al animal, y así se van alternando hasta lograr su objetivo.
El chúndara de Peñafiel (Valladolid)
Es un enrome pasacalles en el que se congregan miles de personas, recorriendo los pasajes de la localidad vallisoletana mientras los vecinos lanzan agua desde los balcones de sus casas.
Todo ello, al compás de un paso doble: La Entrada. Lo cierto de la tradición es que es bastante joven, ya que se lleva celebrando solamente desde 1950, pero ha logrado convertirse en el epicentro de los festejos de Peñafiel en honor de sus patrones.
San Fermín en Pamplona (Navarra)
No se celebra en un pequeño pueblo de la geografía española, al contrario, pero es la fiesta por excelencia en España, la más conocida y la que atrae a más turistas extranjeros. Por todo ello, San Fermín no debía faltar en una lista de este tipo.
San Fermín comienza el 6 de julio, a las 12 de la mañana. A esa hora se lanza desde el balcón del Ayuntamiento el chupinazo, el cohete que indica el inicio oficial de las fiestas. Sobre este fenómeno, que ya se ha convertido en mundial y que ha puesto a Pamplona en el mapa internacional, han llegado a escribir grandes genios como Ernest Hemingway en su novela Fiesta.
Caldes de Montbui (Barcelona)
Una fiesta que integra un elemento común en todas las celebraciones populares que se suceden cada año en Cataluña: los corre focs. Lo llamativo de este pueblo, en la provincia de Barcelona, es la caracterización de sus personajes.
En Caldes, las brujas saltan, enloquecen y conjuran hechizos y maleficios mientras lanzan espirales y conjuros de fuego, con los que solo puede acabar una tormenta de agua que irrumpe en la localidad, en lo que se conoce como Escaldàrium. Todo un espectáculo de fuego y agua que se desarrolla en la Plaza Mayor de la localidad catalana.
El Cascamorras (Granada)
Entre las localidades de Baza y Guadix se celebra una peculiar tradición, basada en una historia que se remonta al siglo XII, cuando un habitante de la segunda encontró la imagen tallada de la virgen de la Piedad en los antiguos muros de una mezquita (la cual se cree que se escondió ahí para evitar caer en manos musulmanas).
En este punto comienza una lucha entre ambas localidades para quedarse con la imagen religiosa, lo cual se traduce en una festividad que conmemora este hecho. El seis de septiembre y como pistoletazo de salida a las fiestas de Baza, el Cascamorras, un bufón, llega desde Guadix para intentar llevarse la santísima talla, mientras que los vecinos de la localidad intentan impedirlo con pinturas y barro.
Al volver a su municipio natal, el Cascamorras vuelve a sufrir el enfado, esta vez de sus vecinos, por no haber logrado su objetivo, por lo que vuelve a ser manchado y pintado.