Mucho se había hablado sobre la revolución a la que Rajoy podía someter su Gobierno, y al final se ha quedado en nada. No hay nada más que cinco caras nuevas, y el núcleo duro del Gobierno se mantiene. El equipo económico continúa como hasta ahora, con el duopolio Guindos-Montoro, y reparte juego entre sus dos mujeres: Cospedal y Soraya. Comienza el «Gobierno del Cambio» que ha validado Ciudadanos con su apoyo a Rajoy en el Congreso.
Vicepresidenta. Ministra de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales
Soraya Sáenz de Santamaría. Continúa como vicepresidenta, y se le encomienda una de las tareas más complicadas de los próximos meses: el diálogo con Cataluña, una de las patatas calientes de la próxima legislatura. No sólo eso, también tendrá que apoyar al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a negociar la nueva Ley de Financiación de las Comunidades. Y por qué no, atendiendo al pacto con Ciudadanos, es posible que tengan que ponerse a la faena de poner orden en el tamaño de las Comunidades.
Lo que pierde es la portavocía del Ejecutivo. Ya no dará la rueda de prensa de los viernes para explicar los acuerdos del Consejo. Un respiro para ella, que mantiene las competencias sobre el CNI, y se mantiene como el miembro más pesado del Gobierno Rajoy. De hecho, buena parte de los ministros están considerados como ‘clan Sorayo’, al que no pertenecías -entre otros- Soria, Fernández Díaz o Margallo.
Ministro de Economía, Industria y Competitividad
Luis de Guindos. El negociador por excelencia con Bruselas. Repite en el cargo con el mismo cometido: luchar para evitar que la Comisión Europea nos sanciones por no cumplir con el déficit. Quería abandonar, pero ahora ve recompensada su labor con un ‘súper ministerio’ ya que suma la cartera de Industria. Ahí es nada. Es cierto que ya venía haciendo esta labor en funciones tras la salida de José Manuel Soria, pero no de forma continuada.
Sobre la mesa tiene múltiples asuntos pendientes: acabar la reforma financiera, una nueva ronda de fusiones en el sector, y tratar de encontrar rentabilidad a la SAREB. Pero en temas de Industria no son menos importantes: para empezar, tendrá que decidir qué hacer con la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) que no gusta a ninguno de los sectores que controla. Y cómo no, un clásico: la reindustrialización de España y decidir si sigue subvencionando el Plan PIVE al sector del automóvil o les quita definitivamente los ruedines.
Ministro de Hacienda y Función Pública
Cristóbal Montoro. El ministro al que le ha tocado bailar con la más fea. Ajustar las cuentas, luchar con las Comunidades Autónomas… Ahora tendrá que afrontar el reto de seguir cuadrando los números. Para empezar, a ver qué hace con su propia reforma fiscal que -como se ha demostrado- ha sido un fiasco para las arcas públicas. Ha hecho un roto de casi 4.000 millones que ha tenido que ser compensada por una subida del Impuesto de Sociedades de última hora.
Lo más urgente que tendrá será sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. De hecho, los técnicos del Ministerio llevan semanas preparándolos. Esperemos que no se le ocurra otra Amnistía Fiscal, por aquello de las sorpresas que puedan aparecer. Pero es que Montoro tendrá que luchar -una vez más- con las Comunidades Autónomas. Tendrá que empezar a negociar ya la Reforma de la Ley de Financiación. Y por si fuera poco, en la parte de Administraciones Públicas, deberá afrontar la aplazada reforma y que parece ser una exigencia de Ciudadanos.
Ministra de Empleo y Seguridad Social
Fátima Báñez. Llegaba al Gobierno en 2011 cuando Rajoy ganaba las primeras elecciones. Es la artífice de la reforma laboral que el PSOE y el resto de grupos de la oposición quiere derribar. Sin embargo, con su permanencia Rajoy quiere premiarla por su desempeño. Los últimos datos de empleo parecen darle la razón, aunque la temporalidad ha aumentado -y eso- es difícil de perdonar en España. Ahora tiene que abordar el diálogo social con patronal y sindicatos: una nueva vuelta a la reforma y, al tiempo, negociar posibles subidas salariales.
No lo va a tener fácil esta legislatura. Va a necesitar de mucha cintura. Porque además le va a tocar la negociación de la reforma de las Pensiones. Tras pulirse el fondo en los últimos cuatro años, ahora habrá que hacer cambios para garantizar la sostenibilidad del sistema. No parece que vaya a bastar aumentar los afiliados a la Seguridad Social, aunque eso será esencial porque demostrará un buen dinamismo de la economía.
Ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital
Álvaro Nadal.Para muchos puede ser un completo desconocido. Sin embargo, es el cerebro en la sombra de los planes económicos que salen de la Oficina Económica de Moncloa. Llevaba mucho tiempo en la quiniela de ministrables y, por fin, ha obtenido su recompensa. Llega a un nuevo ministerio en el que va a tener numerosos frentes abiertos. Empezando por la negociación del nuevo bono social, y siguiendo por las demandas que se avecinan sobre España por el decretazo a las renovables y el famoso impuesto al sol.
Fue él quien estuvo en las negociaciones con Ciudadanos. Y es el artífice de muchas de las medidas que están en ese plan y que ahora habrá que aplicar. Veremos si realmente tiene buen desempeño en aquello de la «Agenda Digital» y es capaz de lograr un avance en la digitalización de la economía española.
Ministro de Justicia
Rafael Catalá. Poco a poco se ha ido ganando la confianza del Presidente del Gobierno. Llegaba como Secretario de Estado de Infraestructuras, con Ana Pastor como ministra de Fomento. Tras la salida de Alberto Ruiz-Gallardón del ministerio de Justicia, fue el elegido para liderar un ministerio nada sencillo, y al que el titular saliente dejaba en pie de guerra. Las tasas judiciales impuestas por Gallardón, fue la primera medida que tuvo que revocar.
No va a tener una legislatura sencilla, ya que tendrá que aguantar las presiones sobre los distintos casos de corrupción que salpican al PP y que se van a juzgar en próximas fechas. Entre manos tiene ya el proyecto de Justicia Digital que entrará en vigor en 2017, y con el que se pretende que el sistema judicial esté en conectado con todas las instancias de la Administración y las distintas fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Ministro de Educación, Cultura y Deporte. Portavoz del Gobierno
Íñigo Méndez de Vigo. Llegaba al Consejo de Ministros en junio de 2015 y le tocaba sustituir al polémico José Ignacio Wert. Un ministerio polémico por la aplicación de la LOMCE, que ahora trata de suavizar para acercarse al resto de grupos parlamentarios; de hecho ahora le va a tocar renegociar algunos de sus aspectos. Empezando por el que Rajoy decidió aplazar en la investidura: las reválidas. Por la parte de Cultura le seguirán lloviendo palos por la negativa a rebajar el IVA cultural y, no sólo eso, por el escaso apoyo que ha recibido el sector en estos años.
A partir de hoy, además, será la nueva voz del Gobierno. Se convierte en el Portavoz del Ejecutivo y tendrá que responder a las preguntas de la prensa cada viernes. Veremos qué tal su desempeño, especialmente cuando le toque defender los postulados de su ministerio.
Ministra de Defensa
María Dolores de Cospedal. De la indemnización en diferido al ministerio de Defensa. María Dolores de Cospedal llega así al Gobierno, tras su paso por la presidencia de Castilla-La Mancha. Una mujer que ha sido fiel a Mariano Rajoy en los tiempos más duros en Génova: Gürtel, Bárcenas y compañía. Ella ha dado las explicaciones pertinentes, y ha hecho lo posible para evitar que los escándalos salpicaran a Rajoy. Sus enfrentamientos con Soraya Saénz de Santamaría son también muy conocidas, así que ahora los rifi rafe se pueden extender al Consejo.
Veremos cómo se desempeña al frente de un ministerio, el de Defensa, en el que no es precisamente una docta en la materia. Eso sí, por ahora se queda sin las competencias del CNI que seguirñan en manos de la Vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
Ministro de Exteriores
Alfonso Dastis. Es un completo desconocido en España, pero hasta ahora era el Embajador Representante Permanente ante la Unión Europea. Es diplomático de carrera, por lo que tiene títulos para hacerlo bien al frente de la cartera. Tendrá que negociar mucho en Bruselas, que conoce bien, por el tema del Brexit. Defender la postura de España.
Ministro del Interior
Juan Ignacio Zoido. La cuota andaluza del Gobierno. Ex alcalde de Sevilla. Tiene ahora la misión de encauzar un ministerio que ha dado mucho que hablar. De hecho, tendrá que afrontar los intentos de la oposición por desactivar la llamada ‘Ley Mordaza’. Sin embargo, ya hay quien dice que es muy parecido a su predecesor, Jorge Fernández Díaz.
Ministro de Fomento
Íñigo de la Serna. Uno de los alcaldes más votados del Partido Popular. Hasta ahora en la alcaldía de Santander. También fue presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias. Rajoy se lo trae a Madrid, reforzando así a uno de los valores que tiene el Partido Popular.
No tiene una cartera sencilla. Tendrá que gestionar la caída de inversión pública que se vive en España en los últimos años, y que está provocando que muchas constructoras españoles opten por no operar en nuestro país. Además, tiene encima de la mesa la pelota caliente de las radiales y decidir si, finalmente, se vende o no AENA para evitar tener que subir los impuestos. Una tarea que no va a ser sencilla para él.
Ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medioambiente
Isabel García Tejerina. Sustituyó a Miguel Arias Cañete cuando fue nombrado Comisario de Acción por el Clima y la Energía. Aquello ocurrió en abril de 2014. Hasta entonces era la número dos del ministerio. Su peor momento llegaba al término de la legislatura, cuando saltaba el escándalo de corrupción en la empresa pública Acuamed.
Se mantiene al frente del ministerio, aunque tendrá que ser la que se ocupe de aplicar los acuerdos alcanzados en Lisboa en la lucha contra el Cambio Climático. Además tendrá que seguir luchando los fondos procedentes de Bruselas para la agricultura española.
Ministra de Sanidad y Asuntos Sociales
Dolors Montserrat. Es desconocida en la política nacional, aunque ha sido diputada en las tres últimas legislaturas. Abogada de profesión, asume ahora una cartera que debe afrontar el crecimiento de la desigualdad en España. Las cuentas serán una de sus grandes obsesiones: la cobertura a inmigrantes, el copago farmacéutico, el tratamientode larga duración…
Por si fuera poco, deberá afrontar la violencia machista -que sigue en tasas muy elevadas en España-. En lo que llevamos de año han muerto en nuestro país 37 mujeres.