Si hay una verdad inamovible en este mundo es que todo cambia. Las formaciones naturales se transforman con el paso del tiempo, donde la erosión y otras causas cambian el paisaje con el paso del tiempo. Esto mismo ha ocurrido en Malta, donde una tormenta ha terminado de separar la ventana azul, destrozando -aunque mejor dicho transformando- uno de los monumentos naturales más importantes de la isla mediterránea.
Pero no es el único caso, es cierto que en otras ocasiones estos hechos se producen por causas ajenas al curso natural de nuestro planeta, sobre todo transformados por la mano del ser humano y su actuación. Eso ocurre, poco a poco, en la Antartida, que se derrite por el Calentamiento Global.
La ventana azul de Malta
Uno de los símbolos más fotografiados y turísticos de la costa de Malta. Una estampa de la que jamás volverán a disfrutar, tanto los oriundos de la isla, como los foráneos que se acercan a pasar unos días de relax. Ahora, solo quedará en el recuerdo de todos.
La ventana azul, como ya se ha explicado, se había convertido en uno de los símbolos más reconocibles del paisaje natural de esta república. De hecho, había saltado a la fama internacional -con mayor fuerza- gracias a Juego de Tronos, una de las series más seguidas de la historia, ya que sirvió de escenario para una escena de la primera temporada de la ficción.
En cualquier caso, la propia fuerza de la naturaleza, en forma de tormenta y temporal, se ha encargado de tirar abajo esta formación rocosa monumental. El primer ministro de Malta ha declarado a través de su cuenta de Twitter el hecho como desgarrador, pero tan solo se trata del ciclo del propio planeta Tierra.
El Mar de Aral
La destrucción del mar de Aral ha sido considerada como uno de los mayores desastres naturales que se han producido en la historia de la humanidad. Lo cierto es que, a día de hoy, tan solo queda el 10% de lo que otrora fue el cuarto lago más grande del todo el mundo.
Se sitúa -o situaba- en la zona central de Asia, entre Kazajistán y Uzbekistán, ya ha visto reducida su superficie fluvial a causa de los canales de irrigación -y de mala calidad- que se comenzaron a construir a partir de la década de los años 30′ del siglo pasado. En los mismos se malgasta el 70% de los litros de agua que se transportan, ya que no cuentan con sistemas de impermeabilización.
En cualquier caso, las zonas en las que antes ondeaban las velas de los barcos, se han convertido en un desierto en la actualidad, que por otra parte se han convertido en tóxicos por la salobridad de las aguas que antes dominaban la zona.
El Mar Muerto ¿puede terminar como Aral?
Se considera como uno de los grandes mares salados de todo el mundo, pero puede encontrarse -en medio plazo- en peligro de desaparecer, como ya ha pasado con otros ejemplos de este tipo de superficies acuíferas -el Mar de Aral–
Cabe recordar la importancia de este tipo de ecosistemas en una zona bastante seca y desértica, entre Israel y Jordania , donde cada gota de agua cobra suma importancia. Lo cierto es que la situación geopolítica de la zona tampoco ayuda a llegar a acuerdos para dotar de mejor salud al lago.
Desde hace décadas está desapareciendo buena parte de su superficie, aunque es cierto que algunos expertos reconocen que según baja el nivel del agua, sube la salobridad del mismo -y la densidad- para que la evaporación llegue hasta un punto estable de evaporación. En cualquier caso, mantener el nivel actuar de esta gran superficie acuática es un reto para la humanidad en los próximos años.
Great Harbour Deep y el mar muerto -literal-
El mar que rodea la zona de Great Harbour, una isla situada al norte de Canadá, en la región de Terranova ha terminado por acabar muerto, en sentido literal, debido a la explotación pesquera de la región.
Mantener el ritmo por encima de las posibilidades de equilibro ha llevado a que una sola empresa haya sido capaz de agotar la zona, para después abandonarla a su suerte. Otra muestra de la mala praxis del ser humano en cuanto a cuidar el medio ambiente en general, la biodiversidad y los entornos se refiere.
Adiós a la estampa más conocida de África
El Kilimanjaro se ha convertido, como bien se advierte en el título, en uno de los iconos más reconocibles de todo el continente africano, y de su país, Tanzania. De hecho, se trata de la formación geológica más alta de toda África.
Con más de 4.000 metros de altitud, como es lógico, su cima se encuentra coronada por una capa de hielo y nieve continúa -sin importar la época del año que se visite- pero los efectos del cambio climático están cambiando la realidad.
Cada año que pasa las temperaturas son más altas, lo que reduce el nivel de las capas de hielo de este volcán y sus glaciares. Según han confirmado algunos estudios, estos podrían desaparecer de manera definitiva -y total- en el año 2022.
La Antártida, en situación crítica
Las alarmas saltaban a principio de año, por los efectos que el Cambio Climático está teniendo en nuestro planeta. El aumento de la temperatura global es evidente en todo el mundo, pero la situación se torna en grave a la hora de hablar de la Antarida, también conocida como el Polo Sur.
Una de las zonas con las peores condiciones climáticas del planeta, donde el hielo y la nieve lo cubre todo. Pero que, sin embargo, tampoco se salva de los grados de más de calor que se están produciendo.
En cualquier caso, y como bien se advertía anteriormente, un bloque de hielo de más de 5.000 kilómetros cuadrados de espacio está a punto de separarse del resto del continente helado, lo que llevaría a convertir esta zona en un iceberg, enorme en su tamaño, pero un iceberg al fin y al cabo. La zona en peligro es la plataforma Larsen C.
Problemas de futuro
El litoral de todo el mundo va a cambiar en los próximos años, como causa del crecimiento del nivel del mar. Los polos se derriten y lo que antes era hielo se está transformando en agua -poco a poco- aunque cada vez a mayor ritmo. Una muestra clara de los devastadores efectos del Cambio Climático.
En definitiva, muchas de las islas, playas, acantilados, cabos, golfos, bahías, y otras, en un futuro se sumergirán bajo el agua de los mares y océanos que las bañan y las rodean. Una de las primeras en sufrir los efectos de estos cambios en nuestro planeta, según afirman varios expertos son un complejo de islas del Océano Pacífico Sur: Kiribati.
Otras zonas de carácter insular también se encuentran en peligro. Una de ellas son las Islas Maldivas, que se sitúan en el Océano Índico y que ya hace, aproximadamente, un lustro acabaron construyendo un dique para contener el nivel de las aguas que les rodean.
Pero, la realidad advierte que el proceso ya ha comenzado. Algunas islas del Pacífico y otras zonas del mundo ya han ido desapareciendo con el paso de los años. Este problema solo afecta- por ahora- a las de menor tamaño, pero según se vaya convirtiendo la situación en irreversible, el problema golpeará directamente a las grandes formaciones.
Bonus Track: La roca del viejo de los Simpsons
La oda a la roca del viejo de Lisa Simpson se acabó transformando en una elegía. Sí, se trata de una ficción, pero en el fondo viene a mostrar una escena -siempre desde el humor que caracteriza a esta seria- que puede repetirse en la realidad.
La roca del viejo es una formación rocosa con cara de antiguo nativo americano, todo un símbolo del ficticio pueblo de Springfield, pero que acaba derrumbándose por la mano del hombre, en este caso de Homer Simpson.
Como siempre, esta serie vuelve a hacer una foto crítica de una realidad que se sucede a lo largo de los años. Igual que los habitantes de Malta, los vecinos de Springfield lloraron la pérdida.
Lo cierto es que este capítulo recuerda al famoso Old Man of the Mountain, una famosa formación con cara de hombre anciano en New Hampshire, que acabó arrasada en 2003 por la erosión.