Aunque parezca que fue ayer cuando dio comienzo, el programa de First Dates lleva más de dos años con nosotros y, aunque la mayoría de citas han sido bastante agradables, hay algunas que han sido surrealistas, y no precisamente por bonitas.
A continuación vamos a conocer las cosas más surrealistas ocurridas en el programa de en First Dates, ¿Te quedas a recordarlas? Es más, es posible que alguna la hayas visto en directo, así que no te lo pierdas.
Un plantón radical en First Dates
Todo pasa alguna vez en la vida, pero a la pobre Natalia le pasó en la televisión, delante de toda España. Natalia llegó al programa de First Dates comentando que buscaba una relación seria, un chico con el que compartir su vida. Estaba cansada de encontrar a chicos que solo la buscaban por interés y quería de una vez por todas tener algo serio.
Pero, ¿Cuál es la barbaridad que ocurrió? Que la dejaron completamente plantada. Natalia estaba sentada en la barra cuando se vio una sombra aparecer por la puerta, solo que esta sombra no llegó al segundo paso, el entrar dentro del restaurante.
Parece que el chico se asustó y salió corriendo dejando allí plantada a Natalia. Carlos Sobera admitió que era la primera vez que les pasaba algo por el estilo y le pidió disculpas a Natalia. La chica tuvo que quedarse sola cenando. Una pena.
El trío amoroso de First Dates
First Dates ha demostrado que en el amor no hay reglas y un claro ejemplo de ello es la cita poliamorosa que ocurrió hace algún tiempo en el programa. Este día apareció Yami, una persona de género neutro y estética retrofuturista que se había identificado mucho al ver a Magnus en un programa de televisión.
Yami se presentó esperanzado para conocer a Magnus, pero no se esperaba lo que iba a pasar en su cita. Magnus se presentó con su novia, Apuesta Princesa. La pareja estaba buscando a un tercer miembro para su relación y cenaron la mar de a gusto.
Pero la cosa no quedó ahí, entró por teléfono Platania, una participante del programa y amiga de la pareja, que aseguro que estaba deseando conocer a Yami. Finalmente decidieron tener otra cita los tres juntos. Sí, los tres.
Del convento a la orgía, la historia de Judith
La cita de Judith con Adrián no es que fuese una barbaridad, sino que fue completamente surrealista. Es más, Adrián llegó a pensar que todo lo que le estaba contando al joven que tenía enfrente era mentira y que le estaba tomando el pelo.
Judith le contó un resumen de su vida. Primero afirmó que sufrió bullying en el instituto y que siempre estaba muy triste, pero que encontró la salvación en un libro de santos de la biblioteca ya que decidió irse a un convento. Hasta aquí podríamos aceptar la historia, pero lo increíble es lo que viene después.
Confesó que estuvo tres años reflexionando sobre la vida y que no llegó a hacerse monja. Después del convento se fue directa a una orgía. Eso sí, confiesa que no hizo nada, solo miró.
¿Crees que Adrián se tragó todo lo que Judith le estaba diciendo? Difícil, ¿No crees?
Isabelino, José Manuel y el baño
Demostrar el amor que se siente por una persona, o la pasión en este caso, es algo que nos parece genial, pero que siempre es mejor hacerlo en privado y no delante de cientos de cámaras, como es el caso de Isabelino y José Manuel.
Ambos fueron a First Dates para encontrar el amor. Cuando cruzaron miradas se dieron cuenta de que habían encontrado a ‘la persona de su vida’. La química entre ellos era visible, aunque parece que no se atrevían a dar el paso y a darse un beso, pero todo cambió en los baños del programa.
Aquí dieron rienda suelta a su pasión. Que no es que nos parezca mal, ojo, pero creemos que hay sitios más adecuados, ¿No crees tú? Especialmente por ellos, ¡Qué toda España estaba viéndolos!
Víctor, uno de los participantes más odiados de First Dates
Todos tenemos nuestros más y nuestros menos, es cierto, pero lo que sí hay que tener claro es que nunca hay que perder ni el respeto ni la educación, especialmente cuando estás en una cita.
Pues bien, parece que a Víctor esto le daba bastante igual y que la educación se la dejó en casa ya que fue el protagonista de una de las citas más odiosas de First Dates.
Pepa es una periodista que tiene un blog de sexo en Internet y que es bastante conocida. Acudió a First Dates para conocer a un hombre con el que poder compartir una bonita velada (y muchas más), pero no tuvo suerte ya que el hombre que entró a conocerla era Víctor.
Víctor solo criticaba a Pepa por ser morena y por tener un blog de sexo. Lo sorprendente fue la educación de Pepa, que aguantó todos los comentarios ofensivos hacia ella sin perder los buenos modales. Bravo por Pepa.
El tatuaje en las partes bajas de Miguel Ángel
Los tatuajes no son nada extraño hoy en día, es más, podríamos decir que es completamente normal encontrar a una persona tatuada y que es mucho más extraño encontrarla sin tatuajes.
Pues bien, a First Dates suelen acudir bastantes personas tatuadas, pero no todos son como te estás imaginado. Hay algunas personas que han acudido con tatuajes bastante extraños y polémicos, como es el caso de Miguel Ángel, un hombre que fue al programa para encontrar el amor pero que, al final, se quedó solo.
Su cita, Gemma, decidió que no quería nada romántico con él, y no sabemos si fue por su personalidad o por sus tatuajes, en concreto por uno que tiene en sus partes íntimas y que enseñó a todo el público de First Dates, un pinocho gigante de Disney.
Una cita muy tensa
No hay nada peor que sentirte tenso en una cita, ¿No es cierto? Pero hay veces que ocurre y que no se puede remediar. Este fue el caso de Judit y Armando. Es cierto que no tenían nada en común, pero también es verdad que se lo hacían saber de forma constante y que incluso se insultaron.
Judit le pidió a Carlos desde el primero momento que si le podía cambiar de pareja, pero eso no es posible ya que las citas vienen hechas de casa. Ella confesó que no le atraía para nada el físico de Armando, y él admitió que no le gustaban demasiado las mujeres con tatuajes.
La cuestión es que fue Judit la que más atacó a Armando. Él aguantó el tipo pese a los insultos que la joven le estaba diciendo sin cortarse ni un pelo. Como se suele decir, hay gente pa tó.