Las conocidas como fake news llevan entre nosotros algún tiempo, pero en el último año se han hecho especialmente populares. Aunque tanto desde los Poderes Públicos como desde las redes sociales se intenta luchar contra estas noticias falsas, lo cierto es que la mejor protección es que seamos capaces de detectarlas y así no hacerles caso.
El problema de estas noticias falsas es que se extienden muy rápidamente y pueden influir en la forma de pensar de las personas, llevándoles a creer algo que es mentira. Dado que el número de fake news se ha multiplicado notablemente en los últimos años, se han hecho necesarias herramientas que nos ayuden a identificarlas.
¿Qué son realmente las fake news y cuál es su objetivo?
Aunque las definimos como noticias falsas o engañosas y nos parecen algo nuevo, lo cierto es que este tipo de desinformación ha existido siempre. Sin embargo, el problema se ha agravado a raíz del desarrollo de las nuevas tecnologías, porque a través de las redes sociales una noticia falsa puede llegar a miles de personas.
Además, quien usa este tipo de noticias tiene un objetivo muy concreto, el de manipular la forma de pensar. Y esto está también muy relacionado con la posverdad, que es aquella situación en la que los hechos objetivos importan menos a la hora de modelar la opinión pública que la emoción o las creencias personales. En definitiva, las fake news son un ataque directo contra nuestro derecho a recibir información veraz.
¿Por qué se divulgan tanto?
Las noticias falsas apelan directamente a nuestros sentimientos y creencias, usando un mensaje que cala hondo en nosotros. Están muy basadas en los sesgos cognitivos, por lo que cuando vemos una información de este tipo la compartimos sin pararnos a pensar en si será verdad o no.
Numerosos estudios psicológicos señalan que somos más propensos a creernos aquello que encaja con nuestras ideas y prejuicios. De este modo, las noticias falsas se convierten en un sesgo de confirmación. Confirman lo que nosotros creemos (aunque lo que creemos no sea verdad), y eso hace que se compartan rápidamente. Creemos lo que queremos creer, y lo peor es que esto se debe en parte a un componente biológico. De ahí la importancia de que estemos protegidos frente a la desinformación.
La gamificación para luchar contra las fake news
En la era de la información, paradójicamente, se vuelve especialmente complicado conectar con el público para advertirle de que puede estar siendo engañado y creyendo cosas que no son ciertas. Porque hemos desarrollado cierta tendencia a creernos que todo lo que vemos en un medio online es cierto.
Por el contrario, el público sí parece estar dispuesto a dedicar su atención a los juegos, de ahí que la gamificación esté teniendo éxito. Y es precisamente esta técnica la que usa Harmony Square para “educarnos” en lo referente a las noticias falsas y mejorar nuestro criterio a la hora de creernos algo que hemos visto publicado.
El argumento de Harmony Square
En este juego te pones en el papel de un Jefe de Desinformación que acaba de ser contratado en un medio de comunicación que se dedica a producir fake news. Tu misión es desinformar a los ciudadanos y conseguir abrir una brecha social a base de noticias falsas que consigan calar hondo en quienes las ven.
Lo bueno de este juego es que te presenta de forma directa las técnicas de manipulación que utilizan más habitualmente quienes se dedican a crear noticias falsas: trolling (uso de trolls para sembrar polémica), lenguaje emocional, polarización de la audiencia, teorías de la conspiración, amplificación artificial del alcance utilizando bots y “me gusta” falsos.
Un juego corto pero efectivo frente a las fake news
El juego te lo puedes acabar en solo 10 minutos, ya que está compuesto de cuatro niveles muy cortitos en los que vamos profundizando en esas técnicas de manipulación de la audiencia que acabamos de señalar. Pero lo cierto es que no hace falta más, ese poco tiempo es suficiente para que el jugador aprenda la lección.
Detrás de Harmony Square está un grupo de psicológicos de la Universidad de Cambridge, el Centro de Compromiso Global del Departamento de Estado de Estados Unidos y la CISA. Ha sido concebido como una especie de vacuna psicológica que nos permite hacer frente a la manipulación online.
La clave del éxito
A través de los diferentes niveles de este juego nos exponemos a pequeñas dosis de las técnicas más comunes utilizadas para manipular a la audiencia, así que casi sin ser conscientes de ello vamos aprendiendo a identificar esas formas de manipulación que hasta ahora nos podían haber pasado desapercibidas.
El resultado es que cuando nos enfrentamos a una fake new en la vida real lo tenemos mucho más fácil a la hora de identificarla, y así podemos ignorarla y no entrar de lleno en el debate o incluso compartirla, que es lo que buscan realmente los creadores de este tipo de desinformación.
¿Dónde jugar a Harmony Square?
Este juego es gratuito para todos aquellos que estén interesados en jugarlo y podemos acceder a él a través de su página web. No necesitamos instalar nada. Y, como dura tan poquito, podemos completarlo en un rato que tengamos libre. De hecho, es una buena opción para personas de todas las edades.
Porque lo cierto es que todos podemos acabar siendo víctimas de las fake news. Es cierto que a veces la manipulación es tan burda que se ve desde lejos y se puede detectar rápidamente que es una noticia falsa, pero en algunos casos la manipulación es tan sutil que nos puede pasar desapercibida.
Si acabamos con las fake news ganamos todos
El fenómeno de la desinformación se está dando a nivel global, y tiene tanta influencia que muchos señalan que fueron precisamente las fake news y la posverdad los que realmente desencadenaron la victoria de Trump en las elecciones presidenciales de 2016.
Es decir, que las noticias falsas pueden determinar incluso el rumbo político de un país, y hasta causas brechas sociales. Por eso precisamente son tan peligrosas. Eres libre de creer lo que quieras, pero si dedicas unos minutos a jugar a Harmony Square serás menos permeable a la manipulación y dejarás de seguirle al juego a aquellos que se dedican a desinformar para lograr sus objetivos.