Omar Sánchez, el novio de Anabel Pantoja, se perfilaba como uno de los favoritos a ganar Supervivientes. Su perfil deportivo y de amante de mar, donde vive junto a su pareja, son perfectos para este concurso. Sin embargo, no está dando todo lo que se esperaba por un lado, y por otro se le han visto actitudes y hechos por los que la audiencia se ha enfadado y pedido incluso su expulsión. Vamos a repasarlo.
Anabel nos lo pintó a su chico como deportista, simpático, alegre, divertido… pero la cara que estamos viendo de Omar no corresponde con la descripción que la colaboradora ha hecho en los platós de televisión de él, de hecho es todo lo contrario. Solamente le vemos protestar ante las pruebas, las recompensas, enfrentarse con sus compañeros y calentarles cuando hay algo en lo que no está de acuerdo. Por todo ello no es ni mucho menos uno de los favoritos ni de sus compañeros ni de la audiencia.
Un Omar en continuo conflicto y queja
Sin duda, contra todo pronóstico, son las dos señas de identidad de Omar en Supervivientes. Lo comenzó colaborativo, amable e implicado pero con el paso de los días se han ido viendo la verdadera cara, difícil de ocultar con la supervivencia, el desgaste y la convivencia. Se ha enfrentado sobre todo con Valeria porque es una persona que, tal y como él mismo ha dicho, no soporta y porque básicamente parece que la tiene entre ceja y ceja. Por si esta fuera poco, se quejó en directo de una decisión que había tomado la organización del programa de que compartiera su pizza, que había ganado como recompensa, con Lara.
Y es que cada semana que pasa vemos la misma cara de Omar, una persona que se mueve en el conflicto y que además no hace otra cosa que quejarse. De hecho, también ha tenido fuertes discusiones con Sylvia Pantoja, a la que ha hablado en malos términos y ha despreciado como persona por haber hablado de Isabel Pantoja. Por todo ello, Anabel Pantoja se ha ido quedando sola en los apoyos y ya casi nadie entre los habitantes de la isla, el plató y la audiencia, hablan bien de Omar. ¿Qué ha pasado para que pidan su expulsión?
La audiencia, cada vez más cansada de Omar

Desde luego Omar va a acabar siendo, le expulsen antes o gane, uno de los concursantes menos populares y queridos entre la audiencia de Supervivientes. La situación ha ido in crescendo, hasta llegar las voces que piden su expulsión. La suma de actitudes, discusiones y actos no precisamente nobles han hartado a los espectadores y muchos han sido claros en las redes sociales. Sobre todo le han tildado de egoísta.
Pero, ¿por qué estos comentarios acusándole sobre todo de egoísta y malcriado? Vamos a verlo.
La gota que colmó el vaso

Sabemos que a estas alturas del concurso el hambre comienza a hacer estragos y si no que se lo digan a Melyssa, que tras una prueba se derrumbó por no poder ganar y disfrutar de la recompensa culinaria. «Tengo hambre», sollozaba la ex de Tom Brusse. La intentaban consolar pero en vano.
Sin embargo Omar ha optado por la queja y la insolidaridad, lo que ha provocado la ira de la audiencia y de los internautas. El novio de Anabel había ganado una prueba de recompensa junto a Agustín Bravo, Carlos Alba, Olga Moreno y Lara Sajén, que aunque no podía participar si se le dio la oportunidad de unirse a los cuatro si adivinaba tres de los ganadores de los cinco retos.
El premio era suculento: una gafas de buceo con tubo, un melón, una tortilla de patatas, una pizza y medio kilo de pasta. Pero la situación se tensó por culpa de Omar al quejarse por tener que compartir, por decisión de Lara, su pizza con ella. Pero lo peor fue el discurso de Omar…
Las palabras de Omar que indignan a la audiencia

Lara justificaba con toda lógica porqué había decidido elegir a Omar para compartir: «Desde que he llegado a este reality he pedido pizza», respondió la concursante. Palabras con las que dejó clara su elección y que no hicieron nada de gracia a Omar Sánchez. «Me parece fatal porque creo que me lo estoy currando bastante, y estamos comiendo súper poco. Quitarme media pizza después de currármelo aquí tan rápido durante mes y medio no me parece bien, pero bueno. He ganado también en otras cosas, la apnea casi 4 minutos… Además alguien que no juegue… no se lo merece», replicó el concursante canario.
Al final, Lara le dio una lección al cederle su mitad de la pizza para que no se enfadase. La audiencia no daba crédito y le reafirmaba en el parecer de que Omar es el concursante más egoísta y menos empático del concurso.
Omar, en la cuerda floja

Esta semana Omar es uno de los nominados, tras la novena gala. Le acompañan Tom Brusse, Melyssa Pinto y Carlos Alba, aunque este último ha sido apartado por ahora del concurso por su lesión en la mano. Sylvia Pantoja va al destierro junto a Lola y Palito y Lara Sajén (justicia poética) será esta semana la líder al ganar la prueba.
Nada es casual, porque además Omar Sánchez fue el más nominado por sus compañeros, mientras que la líder Lara Sajen desempató y decidió que Tom Brusse vuelva a estar nominado y nominó a Carlos Alba.
Incumpliendo normas

De todas formas, aparentemente si esta semana Omar es expulsado de Supervivientes, no le va a sorprender e incluso lo va a agradecer. Y es que, aunque si pedirlo creemos que hubiera sido el más nominado, el canario pidió que a sus compañeros que lo hicieran para poder irse del concurso, algo que está prohibido en el programa. Todo vino de la picadura de una araña, que la han provocado fuertes dolores y debilidad. Ha reconocido además que no esperaba que Supervivientes fuera tan duro y se pasara tanta hambre.
Pero no ha sido la única norma que ha incumplido Omar, otro motivo por el que muchos piden su expulsión. La semana pasada, al ganar la prueba de recompensa, podía coger de su maleta tres cosas que él eligiera. El canario eligió la foto de su prometida, pero también, pensando que la organización no se daría cuenta, unas cartas en el bolsillo de su bañador. Al concurso no le gustó nada y le impusieron una sanción. «La organización cree que no has sido honesto y has perdido las cartas y el bañador, las dos cosas», le comunicaba Lara Álvarez. «Lo siento. Pero asumo esto y a seguir adelante, no pasa nada», respondía él.