Si estás al frente de un negocio ya sabes que el buen devenir del mismo depende en gran medida de cómo de productivo sea tu equipo de trabajo, lo cual está estrechamente relacionado con la motivación. Ahora bien, ¿sabes motivar a los empleados?
Hoy vamos a darte una serie de consejos que te ayudarán a lograr que tu equipo de trabajo rinda mucho más, y a conseguirlo además sin que esto implique una subida de sueldo. Porque la motivación de un trabajador va mucho más allá del plano económico.
Fija unos objetivos que sean medibles

Una de las causas de la falta de motivación es que los empleados no saben muy bien qué se espera de ellos. Trabajan y trabajan pero nunca ven un resultado concreto. Por eso, es hora de ponerles metas.
Fija una serie de objetivos que sean medibles, divídelos en individuales y grupales. Acabas de darles una misión y un tiempo para cumplirla, lo cual hará que estén mucho más centrados en cumplir con el reto propuesto.
Ofrece condiciones de trabajo más flexibles para motivar a los empleados

Olvídate del presentismo y de los horarios rígidos, en la mayoría de los negocios esto es totalmente innecesario. Brindar un poco de flexibilidad a tu plantilla les facilitará la conciliación y hará que estén más motivados.
Por ejemplo, establece un horario flexible de entrada y salida. Que puedan entrar más tarde y salir antes si lo necesitan, compensando ese tiempo de trabajo que les falta en otro momento. U ofrece la posibilidad de hacer teletrabajo algunos días a la semana.
Da más autonomía a tus empleados

Si tienes a equis personas trabajando para ti es porque confías en ellas y sabes que tienen talento. En consecuencia, no es necesario que te pases el día supervisándolas. Deja que tus empleados se centren en tu trabajo y tú céntrate en el tuyo.
Te sorprenderá comprobar que cuanta más autonomía le das a un empleado mejor te responde este. Es perfectamente capaz de organizar su tiempo y sus recursos para cumplir esos objetivos de los que hablábamos antes.
Practica la escucha activa

Si quieres motivar a los empleados y no sabes cómo hacerlo, lo mejor que puedes hacer es prestarles atención. Ellos mismos estarán dispuestos a decirte qué cambios deberías llevar a cabo en tu forma de dirigir los recursos humanos.
Si saben que les escuchas, no tendrán problema a la hora de comunicarte sugerencias e incluso problemas que ellos hayan detectado y tú no. Así consigues que se sientan mucho más valorados.
Bríndales las herramientas adecuadas para trabajar

Las herramientas de trabajo se van quedando obsoletas con el paso del tiempo. Un ordenador viejo o un software anticuado pueden hacer que la jornada de trabajo se convierta en una pesadilla por estar llena de problemas que impiden trabajar con eficiencia.
Para que esto no ocurra, asegúrate de que tus empleados cuentan siempre con las herramientas de trabajo más adecuadas. De esta forma les demuestras tu implicación en el proyecto y que te preocupas por ellos.
Reconoce sus logros para motivar a los empleados

¿Cuándo fue la última vez que le dijiste a un trabajador que lo había hecho bien? No hace falta que esperes a un gran logro para dar una felicitación pública, todo el mundo se merece que le reconozca lo que hacen bien.
Algo tan sencillo como una felicitación contribuye a mejorar el estado de ánimo de quien la recibe e impulsa a los demás a seguir trabajando para poder conseguir ellos también ese reconocimiento público que otros ya han logrado.
Dales la oportunidad de crecer

No tiene sentido que un empleado pase toda su vida laboral en un mismo puesto. Todo el mundo quiere progresar, y si tus trabajadores no pueden hacerlo en tu empresa se irán a otra donde puedan conseguirlo.
Por eso, en la medida de lo posible intenta darles una salida para mejorar laboralmente. Si el ascenso no es posible, por lo menos asegúrate de que sigan aprendiendo cosas y desarrollando nuevas habilidades.
Respeta su tiempo

Ten siempre presente que el tiempo de tus empleados es tan valioso como el tuyo propio. No les obligues a alterar su ritmo de trabajo cambiando una reunión de día y hora cinco veces o llegando tarde.
En la medida de lo posible, tampoco les pidas que se queden haciendo horas extra. Asegúrate de que su trabajo es una parte de su vida, pero no su vida.
Que cada empleado esté en el puesto correcto

Si haces una buena selección de personal deberías tener en cada puesto de trabajo a la persona correcta, pero hay veces en las que es necesario hacer ajustes. Asegúrate de que cada uno está en el puesto en el que mejor puede rendir.
No tengas a alguien muy capacitado haciendo tareas muy sencillas ni sobrecargues de trabajo a alguien que sabes que es demasiado perfeccionista y dedica mucho tiempo a cada tarea encomendada.
No todo es trabajar

Un último consejo para motivar a los empleados. Recuerda que trabajas con seres humanos, no con máquinas. Por eso, no todo puede ser trabajo, esfuérzate por mejorar el clima laboral y las relaciones entre todos ellos.
Organiza una comida de vez en cuando, un evento deportivo, alguna actividad de team building, crea una zona de descanso en la oficina, etc