Una de las grandes bondades de la gastronomía española es que tenemos recetas especiales para cada momento del año, y encima muchas de ellas son dulces. Huesos de santo para la festividad de Todos los Santos, roscón de reyes y un largo etcétera. Pero cuando llega la Semana Santa la auténtica protagonista del recetario español es la torrija. Deliciosa pero… ¡llena de calorías! Si este año te has propuesto cuidarte un poquito más, tienes que probar la torrija light.
Se trata de poder disfrutar de uno de los postres típicos de esta época del año pero reduciendo su carga calórica. Así no tendrás que ponerte a dieta en cuanto acaben las vacaciones. Eso sí, ten en cuenta que, aunque su aporte calórico es menor que en la versión normal, tampoco conviene que abuses de este tipo de dulces, toma las torrijas siempre con moderación.
Torrija light de menos de 170 calorías

¿Te parecen muchas estas calorías? Pues deberías saber que una torrija elaborada al estilo tradicional puede tener hasta tres veces más. Lo bueno de esta receta que te traemos es que es un postre mucho más saludable y conserva todo el sabor de las torrijas clásicas.
Para elaborarlas vas a necesitar una barra de pan de espelta o de centeno integral, un litro de leche desnatada, una rama de canela, la piel de un limón, una piel de naranja, edulcorante líquido y en grano, esencia de vainilla, dos huevos, canela molida y aceite de oliva virgen extra.
Prepara la leche aromatizada para tu torrija light

El secreto del sabor de las torrijas está en cómo las remojamos. Aunque también las hay de vino, como buscamos una versión más ligera las vamos a hacer de leche. Por eso, el primer paso es preparar la leche aromatizada en la que, más tarde, remojaremos bien el pan.
Para prepararla pon el litro de leche en un cazo o cazuela a fuego medio-bajo, y añade la piel del limón y la de la naranja (procura que no lleven mucho blanco para evitar el amargor), la rama de canela, unas gotas de esencia de vainilla y un chorrito de edulcorante líquido. Justo antes de que rompa a hervir retira del fuego y deja que se enfríe sin sacar los ingredientes de la cazuela.
Prepara el pan

Mientras la leche se enfría puedes aprovechar para cortar el pan. El tamaño y grosor de una torrija light no debería ser diferente al de una torrija clásica. Lo más recomendable es que cortes rebanadas de más o menos un dedo de grosor. A continuación, ponlas sobre una bandeja que tenga algo de fondo y baña el pan con la leche aromatizada.
Déjalo reposar durante unos 10 o 15 minutos. Después de ese tiempo dale la vuelta a las rebanas de pan para que también absorban bien el líquido por el otro lado. El pan debe quedar tierno y bien mojado, pero no en exceso, o correrás el riesgo de que las rebanadas se acaben rompiendo al manipularlas.
Pasa las torrijas por la “plancha”

La principal razón por la que las torrijas son tan calóricas es porque se fríen en abundante aceite, pero en esta receta nos lo vamos a ahorrar. En una sartén por una cucharadita de aceite de oliva y pon el fuego medio-alto para que se caliente y se expanda por toda la superficie. Mientras tanto, bate los huevos y “pinta” con ellos las dos caras de cada rebanada de pan.
Una vez que tengas el aceite caliente y las rebanadas pintadas, pásalas vuelta y vuelta por la sartén, como si estuvieras haciendo un alimento a la plancha. Ten en cuenta que con esto lo único que buscamos es sellarlas por los dos lados, así que no hace falta que las tengas mucho tiempo en la sartén, lo justo para que el huevo cuaje. Según las vas sacando, ponlas en una fuente con papel absorbente que se lleve el exceso de aceite. Mezcla una cucharada de postre de edulcorante en grano con dos cucharaditas de canela molida y esparce sobre las torrijas. ¡Ya están listas para comer!
Torrija light sin aceite ni azúcar

Si buscas otra versión de torrija baja en calorías, aquí tienes otra receta. Los ingredientes son básicamente los mismos, pero en esta ocasión sustituimos el azúcar con 50 gramos de panela o bien 25 gramos de sirope de agave. En cuanto a la leche, si quieres puedes sustituirla por una bebida vegetal (revisa bien que no lleve azúcares añadidos).
Lo primero que hacemos es preparar la leche aromatizada. En este caso te va a tocar remover tanto si usas panela como si usas sirope de agave, para asegurarte de que se disuelven bien. Luego corta el pan y remoja las torrijas en la leche aromatizada ya fría. Como vamos a usar el horno no queremos que las rebanadas queden empapadas, así que basta con ponerlas 10 o 15 segundos por cada lado.
Pon las torrijas en el horno

Cuando ya tengas el pan remojado pon las rebanadas en una bandeja apta para el horno y previamente protegida con papel para hornear. Luego pincela las torrijas por la cara superior. Pon el pan a hornear durante unos 7 u 8 minutos a 180º C, usando la opción de horno con ventilación.
Pasado ese tiempo saca la bandeja y dale la vuelta al pan. Pincela con el huevo y vuelve a meter al horno otros 7 u 8 minutos. Mientras tanto mezcla ocho cucharadas de miel o sirope de agave con la misma cantidad de agua y ponlo al fuego, remueve bien y retira del calor cuando los ingredientes se hayan mezclado.
Una vez que saques las torrijas del horno vierte sobre ellas el almíbar que has preparado. Deja reposar unos minutos hasta que lo absorban bien, dale la vuelta a las torrijas y haz lo mismo por el otro lado. ¡Ya las tienes listas para llevar a la mesa!
Con cualquiera de estas dos recetas puedes hacer el postre más típico de la Semana Santa pero en una versión mucho más ligera. Pruébalas incluso aunque no necesites controlar tu peso y ya verás como se acaban convirtiendo en tus versiones favoritas.