Las nuevas reglas de la Dirección General de Tráfico (DGT), han logrado encaminar a la ciudad de Madrid hacia un futuro ecoamigable. Bajo el enfoque de respetar el medio ambiente, y reducir excesiva emisión de gases tóxicos, la DGT emitió una nueva serie de restricciones que prohíbe la circulación vehicular de aquellos coches que no porten con el distintivo ambiental. Esta etiqueta, es el certificado de que los conductores van al volante sin contaminar la calidad del aire.
Con estas nuevas restricciones de tráfico temporal en esta amplia metrópolis, la DGT busca una mejor coexistencia entre la forma en que nos transportamos, y cómo nuestro planeta se puede ver impactado por la huella que el hombre ha dejado a lo largo de los años. Las medidas que son aplicadas en Madrid, fueron diseñadas para ser equilibradas y evitar afectar el desplazamiento libre de aquellas personas que necesitan de su coche para movilizarse durante su rutina diaria.
LA NORMA EN ESPAÑA SOBRE EMISIONES TÓXICAS

Tras el llamado de la Unión Europea, España ha logrado fabricar un conjunto de normas que respalden el enfoque de proteger el medio ambiente. De esta forma, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y encaminado hacia un mejor futuro, ha establecido otras medidas que apoyan, significativamente, al avance energético en todo el país hasta el 20230. Este tipo de iniciativas, reflejan el compromiso por otorgar un mejor futuro a las generaciones venideras.
Con el poderoso papel que juega el PNIEC en la sociedad española desde el año 2021, han logrado mejorar la experiencia del transporte público mediante la promoción del uso de coches con bajas emisiones tóxicas. Con estos esfuerzos puestos en concientizar a los ciudadanos, cada medida que proteja al medio ambiente, es un paso importante hacia un mejor planeta sin tantos agentes contaminantes en su aire.
ASÍ FUNCIONAN LAS RESTRICCIONES EN LAS ZONAS DE BAJAS EMISIONES

Imagen: Freepik
La DGT ha sabido aplicar una estrategia eficaz para hacer limitaciones menos imponentes, y que den tiempo para que los conductores tomen decisiones sobre el destino de su coche. La estrategia se ha basado en declarar algunas ciudades como Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Las ZBE son localidades que restringen el acceso y la circulación libre de coches sin la etiqueta ambiental, ya que, de esta forma, serían considerados un agente contaminante para el aire.
Entre las ciudades que más contaminación ambiental reportan, se encuentran Barcelona y Madrid, quienes ya se encuentran bajo la señalización de ser ZBE. Así mismo, el control estricto en las vías forman parte de este proceso de imposición de norma, donde en Madrid, ha elevado el estándar de la etiqueta y solo podrán tener acceso los vehículos que porten las de impacto ambiental más bajas, tales como: la etiqueta, ECO, Cero, B o C de la DGT.
ESTAS SON LAS ETIQUETAS AMBIENTALES DE LA DGT

Dentro del sistema de etiquetado de coches, la DGT ha calificado por diferentes factores los tipos de etiquetas que reciben ciertos coches según el nivel de emisiones tóxicas. Este tipo de control permitirá una identificación más eficaz en los diferentes puntos de control de tráfico que persiguen el respeto de esta medida en las ZBE. Esta forma de clasificar los autos permitidos en estas áreas, ayuda a establecer un mejor control para DGT sin afectar tanto las condiciones del tráfico.
En total, existen solo cuatro tipos de etiquetas que emite la DGT para clasificar los coches, según su emisión de gases. La etiqueta Cero está destinada para aquellos vehículos eléctricos que no representan ningún tipo de riesgo. Luego se encuentra la ECO, para vehículos híbridos que solo utilizan gas natural como combustible. Por su parte, la etiqueta C, corresponde para aquellos autos que usan diésel y gasolina, por último la B es para aquellos autos más antiguos que cumplen con los requisitos más básicos.
LOS ESTÁNDARES EURO RESPALDAN LA MEDIDA DE LA DGT

Los coches nuevos vendidos en la Unión Europea, deben cumplir con un límite máximo de emisión de gases que sean compatibles y aprobada por los estándares Euro, que regulan estos factores con mucho recelo. Por más de 24 años, estos estándares han evolucionado significativamente, haciéndose cada vez más estrictos con la sostenibilidad y las normativas que protegen el medio ambiente. En la actualidad, todas estas normas han ayudado a forjar una sociedad más consciente en cuanto a la educación vial.
En 2004 fue cuando la DGT tomó las riendas en aspectos como los límites de velocidad, las exenciones de la ITV, restricciones para vehículos contaminantes, sanciones más severas por no utilizar el cinturón de seguridad o el móvil al conducir, métodos actualizados para la recuperación de puntos, regulaciones específicas para patinetes eléctricos, y cambios relacionados con los triángulos de emergencia.
LOS DESAFÍO DE APLICAR ESTAS NORMAS

Uno de los desafíos que enfrenta la DGT en las ZBE en España, para implementar y hacer cumplir estas medidas, es el poco respeto que puede enfrentar el personal de los puntos de control de tráfico. Algunos conductores han entrado en pánico al verse negados a circular por estas áreas, por no cumplir con los estándares que respeten el medio ambiente. Es clave, que la población se mantenga informada sobre las nuevas medidas, y tomen conciencia sobre sus acciones y el impacto que puedan generar en el bienestar de todos.
Es importante generar conciencia entre los conductores, y que sepan que cada acción, por más pequeña que sea, puede afectar o beneficiar el planeta tierra. Mientras tanto, la UE sigue modificando y adaptando nuevas leyes que logren una mayor presión, reducir la contaminación del medio ambiente y mejorar, en lo posible, la calidad del aire que todos merecemos respirar. Así mismo, es fundamental que cuidemos desde hoy nuestro planeta, para que las generaciones venideras cuenten con un lugar libre de agentes contaminantes.
Con estas medidas, se espera que la neutralidad del carbono en el aire sea una realidad para el 2050. Mediante el esfuerzo conjunto de las autoridades españolas y la conciencia colectiva, se podrá asegurar una mejor calidad en la salud pública, al reducirse los factores que promueven enfermedades respiratorias en la población en general.