Durante años, algunos alimentos han sido demonizados por la ciencia y las recomendaciones nutricionales. Hemos visto cómo ciertos ingredientes han pasado de ser imprescindibles en la dieta a convertirse en enemigos públicos, generando miedo y desinformación en los consumidores. Sin embargo, con el avance de la investigación, muchas de estas prohibiciones han sido reconsideradas, y algunos alimentos han sido reivindicados por sus beneficios para la salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado recientemente sus recomendaciones, revisando su postura sobre un alimento que durante décadas ha sido considerado perjudicial y que, ahora, resulta ser fundamental para el correcto funcionamiento del organismo. Lo que antes estaba prohibidísimo, hoy vuelve a estar en el centro de la alimentación saludable.
El error de demonizar alimentos esenciales

A lo largo de los años, hemos visto cómo diferentes alimentos han pasado por ciclos de aceptación y rechazo. El huevo, las grasas saludables y hasta el café han sido considerados peligrosos en el pasado, solo para que posteriormente la ciencia demostrara lo contrario. Este fenómeno ocurre porque, en muchos casos, los estudios iniciales se basaban en datos incompletos o en una mala interpretación de sus efectos en la salud.
Uno de los mayores errores ha sido prohibir alimentos esenciales para el funcionamiento del cuerpo, sin considerar que el problema no es su consumo en sí, sino el abuso de los mismos. Hoy, un nuevo alimento se suma a la lista de los grandes reivindicados por la ciencia, desmintiendo los mitos que lo rodeaban.
El alimento que pasó de prohibido a saludable

El gran protagonista de este cambio es la sal. Durante décadas, su consumo ha sido severamente restringido por sus supuestos efectos negativos en la salud cardiovascular. Sin embargo, la OMS ha actualizado sus recomendaciones y ha reconocido que la sal no solo no es perjudicial en sí misma, sino que es esencial para el correcto funcionamiento del organismo.
El sodio, componente principal de la sal, es indispensable para la función muscular, la transmisión de impulsos nerviosos y el equilibrio de los líquidos en el cuerpo. Lo que antes se consideraba un enemigo de la salud ahora se entiende como un elemento fundamental, siempre que se consuma en las cantidades adecuadas.
La nueva postura de la OMS sobre el sodio

La OMS ha establecido una cantidad máxima recomendada de 2 gramos de sodio al día para adultos sanos, lo que equivale a aproximadamente 5 gramos de sal de mesa. Aunque el consumo excesivo de sodio sigue siendo un problema global, ahora se reconoce que su eliminación total de la dieta no solo es innecesaria, sino perjudicial.
El problema no está en la sal de mesa que añadimos a los alimentos, sino en el sodio oculto en los productos procesados y ultraprocesados. La mayoría de las personas consumen grandes cantidades de sodio sin darse cuenta, no porque agreguen demasiada sal en casa, sino porque muchos alimentos preparados contienen niveles alarmantes de sodio.
¿Por qué la sal es esencial para el cuerpo?

El sodio desempeña un papel fundamental en diversas funciones biológicas. Es clave para la regulación de los líquidos corporales y para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y muscular. También contribuye a mantener la presión arterial en niveles adecuados y a prevenir desbalances en el organismo.
Un déficit de sodio puede provocar síntomas como fatiga, debilidad muscular y deshidratación severa. Por eso, la eliminación total de la sal de la dieta puede ser incluso más peligrosa que su consumo moderado.
El verdadero problema: el exceso de sodio

A pesar de los beneficios de la sal, su consumo en exceso sigue siendo un problema grave en muchos países. En 2019, la ingesta mundial de sodio se situó en 4,3 gramos al día, el doble de la cantidad recomendada por la OMS.
Cuando el organismo recibe demasiada sal, el corazón debe esforzarse más para bombear sangre, lo que puede derivar en hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares. Además, los riñones trabajan más de lo normal para eliminar el sodio excedente, lo que aumenta el riesgo de insuficiencia renal y osteoporosis debido a la pérdida de calcio a través de la orina.
La alternativa: la sal enriquecida en potasio

Para evitar los efectos negativos del exceso de sodio sin eliminar completamente la sal de la dieta, la OMS recomienda el uso de sal enriquecida en potasio. Este tipo de sal sustituye parte del sodio por potasio, reduciendo los riesgos cardiovasculares y ayudando a mantener un equilibrio más saludable en el organismo.
El potasio es otro mineral esencial que, además de regular la presión arterial, ayuda a mejorar la función muscular y a prevenir problemas de salud asociados al exceso de sodio. Este tipo de sal es especialmente útil para personas con hipertensión o riesgo de enfermedades cardíacas, aunque quienes padecen problemas renales deben consultar con un médico antes de hacer el cambio.
Cómo reducir el consumo de sodio sin eliminar la sal

El problema no es la sal de mesa en sí, sino el sodio oculto en los productos ultraprocesados. Para evitar el exceso de sodio sin renunciar a la sal, se pueden seguir algunas estrategias sencillas:
Cocinar en casa con ingredientes frescos permite controlar la cantidad de sodio que se consume. Utilizar hierbas y especias para potenciar el sabor de los alimentos puede reducir la necesidad de añadir demasiada sal. Optar por sal enriquecida en potasio ayuda a mantener un equilibrio saludable sin renunciar al sabor.
El futuro de la sal en la alimentación

El debate sobre la sal y su impacto en la salud sigue evolucionando. A medida que surgen nuevas investigaciones, la percepción sobre su consumo está cambiando radicalmente. Las recomendaciones actuales no buscan eliminar la sal de la dieta, sino enseñar a consumirla de manera consciente y en cantidades adecuadas.
El creciente interés por la sal enriquecida en potasio podría marcar un punto de inflexión en la forma en que la gente incorpora este ingrediente a su alimentación. Con más opciones saludables disponibles, los consumidores tienen la posibilidad de hacer elecciones más informadas y equilibradas.
La sal, un alimento reivindicado

Después de años de ser considerada un peligro para la salud, la sal ha sido rehabilitada como un alimento esencial. La clave, como en todo, está en el equilibrio y la moderación. Gracias a las nuevas recomendaciones de la OMS, queda claro que no se trata de eliminar la sal, sino de aprender a consumirla de manera adecuada.
El alimento que estuvo prohibidísimo y ahora vuelve a ser considerado saludable ha demostrado que, con el tiempo, la ciencia puede cambiar nuestra percepción sobre lo que es bueno o malo para la salud. Después de todo, la clave de una buena alimentación no es eliminar, sino aprender a equilibrar.