Utilizando la terminología propia del momento de crisis actual, se puede decir aquello que OHL está viviendo su particular desescalada. La compañía está pasando por diferentes fases para reactivarse financieramente. Por ejemplo, y durante los tres últimos años, en los que ha estado al frente Juan Villar Mir de Fuentes, han ocupado el puesto de consejero delegado tres personas diferentes: Tomás García Madrid, Juan Osuna, y José Antonio Fernández Gallar.
OHL ha dado un paso más con la llegada de Luis y Mauricio Amodio. «Lo que buscan es relanzar la compañía y conseguir una estabilidad en sus balances. Y, sobre todo, estabilizar la deuda que vence entre 2022 y 2023, que se sitúa cerca de los 700 millones de euros», apunta Diego Morín, analista de IG.
Los hermanos Amodio buscan relanzar la compañía y conseguir una estabilidad en sus balances
En un primer momento, han comprado el 16% del capital que estaba en manos de Grupo Villar Mir por 50,4 millones de euros. La segunda fase de esta particular desescalada tiene hasta el 22 de noviembre como fecha tope. A manos de los mexicanos pasará otro 9%. Así, los Amodio se convertirán en los primeros accionistas de OHL con el 25%. Por ende, controlarán el consejo de administración.
“Los Villar Mir tienen tres puestos en el consejo de administración. Con la entrada de los hermanos Amodio, es más que probable que pongan a gente de su confianza al frente del consejo”, señala Diego Morín. La próxima junta, del 15 de junio, será esclarecedora.
VIENTOS DE CAMBIO
Perdido el control de la constructora, y con la banca requiriendo la salida de la familia Villar para continuar financiando OHL, se avecinan tiempos de cambio. “Tanto los inversores como los accionistas han perdido la confianza del Grupo Villar Mir debido a las disputas internas y el alto endeudamiento», añade Diego Morín.
Su homólogo mexicano, Carlos Slim, cuando entró en FCC, mantuvo a Esther Alcocer Koplowitz como presidenta del consejo de administración. Eso sí, no dudó en colocar a un CEO mexicano, Carlos Jarque. Por cierto, y a modo de curiosidad, tras el aterrizaje de Slim, en tres años vio pasar a tres consejeros delegados. Ahora la situación se ha calmado y Pablo Colio está a las puertas de cumplir su primer trienio como CEO.
La pregunta es si los Villar Mir acabarán saliendo totalmente del accionariado de OHL. “Podrían salir definitivamente de la compañía siempre y cuando los hermanos Amodio lo crean oportuno«, indica Diego Morín. Lo cierto es que en su ideario hay una barrera infranqueable: 29,9%. La OPA, ni en pintura. En poder de los Villar Mir, un 10%. Una parte podría acabar en manos mexicanas y, la otra, en manos de otros postores.
LA DEUDA DE VILLAR MIR CON OHL
Los Villar Mir, con la venta de parte de su paquete accionarial, deberán destinar ese dinero a liquidar diversos préstamos que tienen abiertos, y que suman cerca de 500 millones de euros. Además, tendrán que hacer frente al préstamos que tienen con OHL, y que se sitúa en torno a los 120 millones de euros, y que vence dentro de cuatro meses. “La venta, más que decir si ha sido buena o mala, ha sido necesaria”, matiza el analista de IG.
Una pesada carga que ha puesto el cartel de ‘se vende’ a la joya de la corona del Grupo Villar Mir: Ferrogloble. “Desde noviembre vienen los rumores de posible venta para obtener liquidez y afrontar las deudas», recuerda Diego Morín. El último movimiento ha sido contratar los servicios de Houlihan Lokey para refinanciar la deuda, donde OHL tiene 350 millones de euros en bonos, siendo calificados como bono basura. «Es una de las alternativas que barajan los Villar Mir, cuya acción ha perdido más del 90% de valor», pronostica el analista de IG.