Año de transición. Así ha definido OHL este 2019. El objetivo no es otro que reducir las enormes pérdidas de 2018 (1.529,8 millones de euros) para en 2020 alcanzar los números negros. Un camino en el que, al final del mismo, la compañía espera facturar entre 2.500 y 3.000 millones de euros, y alcanzar una cartera de pedidos cuyo valor se situaría entre los 5.500 y los 6.500 millones de euros. Además, mantiene su meta de cerrar 2019 con un ebitda de más de 45 millones de euros.
De momento, los números acompañan. A mediados de año, las pérdidas fueron de 15,3 millones de euros cuando, en el mismo periodo del año anterior, habían sido de 853 millones (es decir, una reducción del 98%). Y el ebitda (clave para el buen desarrollo de la compañía) se situó en 22,7 millones de euros (la mitad de lo estipulado). Los ingresos, de 1.361 millones de euros, procedieron, en dos terceras partes, del exterior.
América y Europa se antojan clave para que el año de transición que es 2019 para OHL no acabe siendo un fiasco
Es el desembarco en otros países la pieza que se antoja fundamental en la segunda mitad del año para que, a 31 de diciembre, la cartera alcance esos 5.500-6.500 millones de euros previstos. Hablamos de una serie de posibles contratos que, en total, suman un volumen de más de 750 millones de euros.
De momento, en el pasado mes de julio, consiguió la primera ‘muesca’ a su favor: la ampliación de la Línea 1 del metro de Panamá, un proyecto estimado en 178 millones de dólares (unos 160 millones de euros). Una obra en la que irá de la mano con la portuguesa Mota-Engil, imponiéndose a otros dos consorcios con marchamo español liderados por FCC y Acciona. De cara al futuro, los tres ‘espadas’ hispanos también estarán en liza por la ejecución de la Línea 3.
OHL PONE EL FOCO EN AMÉRICA Y EUROPA
No sólo el continente americano concentra los focos de OHL de cara a la consecución de sus metas en 2019, aunque América puede significar una especie de hito en el devenir de la compañía presidida por Juan Villar Mir de Fuentes. En concreto, un país: Ecuador. Allí está en juego la construcción de una autopista de peaje de 130 kilómetros de longitud, que conectará Quito con Guayaquil. ¿Inversión? 330 millones de euros en la modalidad Project Finance. ¿Por qué su importancia? Porque, en caso de lograrse, sería el primer proyecto de concesiones que contrataría OHL tras la venta de OHL Concesiones.
En Europa, dos son los países en los que OHL tiene puestas sus esperanzas: Irlanda y la República Checa. Por lo que respecta a Irlanda, el consorcio de OHL (va de la mano de su socio en el país, JJ Rhatigan) está en la terna para ejecutar la construcción de un total de 465 viviendas en localidades irlandesas como Cork, Kildare, Clare, Roscommon, Galway y Waterford. La inversión total de esta iniciativa de colaboración público-privada, que está siendo promovida por la Agencia Nacional de Desarrollo Financiero (NDFA), se eleva hasta los 123 millones de euros. Entre sus contrincantes, también está FCC. Además, y por una cantidad similar, ya ha sido seleccionada como finalista en la realización de 534 viviendas en Dublín y los condados de Louth, South Dublín, Wicklow y Kildare.
Mientras que, en la República Checa, el montante que está en juego son 150 millones de euros. En esta ocasión, se trata de la optimización de la carretera Praga-Vysocany, y OHL aspira a ser la elegida a través de una UTE con otras tres empresas. Proyectos, a un lado y otro del Atlántico, que serán vitales para continuar mejorando sus resultados y alcanzar el primer ebitda positivo desde 2015. Si no se acaban alcanzando los objetivos propuestos, tal y como advirtió el auditor de OHL, Deloitte, afectaría de manera significativa a la capacidad de la compañía de acometer sus obligaciones financieras. Entonces podrían surgir incertidumbres.