Norwegian apenas se mantiene en píe. La firma noruega cumple dos de los peores requisitos posibles para una empresa en mitad una crisis: uno, pertenecer al sector más castigado. Las aerolíneas (tick verde). Dos, estar muy endeudada. Hasta ocho veces Ebitda, según las últimas cuentas, (tick verde). Por ello, la compañía está hundida en bolsa, sus bonos aparecen muy cercanos al default y, como colofón final, ha tenido que parar su actividad en seco.
Al fin y al cabo, eliminar los gatos (dado que no hay vuelos) es la única salida que le queda a compañía para mantenerse con vida. Así, Norwegian aplicará entre el 21 de marzo y el 17 de abril un programa reducido de vuelos que supone la cancelación del 85% de sus vuelos, además de aplicar la suspensión temporal de empleo a casi el 90% de la plantilla, unos 7.300 trabajadores en total, para paliar los efectos de la crisis del coronavirus.
Las suspensiones temporales de empleo se aplicarán a pilotos, tripulantes de cabina (TCP) y personal de mantenimiento y administrativo. Los procedimiento de suspensión de empleo varían en cada país, por lo que la compañía está reuniéndose con los sindicatos y las autoridades de los países en los que tiene empleados. Todo ello, pese a que el gobierno noruego está moviendo cielo y tierra para que no desaparezca, ha eliminado las tasas aeroportuarias para darle más oxígeno, pero aún así le costará mucho dinero.
El consejero delegado de Norwegian, Jacob Schram, ha señalado que se trata de una medida temporal para la que «no queda otra opción», pero ha enfatizado que es «temporal» porque cuando «el mundo vuelva a la normalidad» se mantendrá la mayor cantidad posible de empleados. El término ya de por sí explica lo delicada de la situación: «la mayor cantidad posible».
En cuanto a los cambios en el programa de vuelos, la compañía lo aplicará a partir del 21 de marzo con una reducción de vuelos a nivel nacional en Noruega y entre las ciudades nórdicas, así como algunos vuelos europeos. Todos los vuelos intercontinentales serán cancelados, excepto aquéllos de Oslo a Bangkok y Krabi, y de Copenhague a Krabi.
Este programa reducido de vuelos permanecerá en vigor hasta, al menos, el 17 de abril, pero se revisará periódicamente de acuerdo con los cambios en las restricciones de viaje y en la demanda. Hasta entonces, la firma deberá sobrevivir sin ingresos, con una deuda excesiva que podría saltar (algunos colaterales exigen ciertos niveles operativos) en los próximos días.