La última edición de Masterchef pasará a la historia como las más polémica y dura de la historia. Polémica porque el casting no fue el más acertado y el perfil de muchos concursantes parecía más propio de un reality, como así derivó el concurso por momentos. Y dura porque les pilló el confinamiento en medio, así que en total han sido 4 meses de periplo. Pero a pesar de la merecida victoria de Ana, se va a ver empañada por, cómo no, la participación una vez más de Saray. La última «travesura» de la ex concursante de la perdiz sin cocinar fue colgar en Instagram el resultado del ganador y del resto de los primeros puestos antes de producirse. Ahora se enfrenta a una posible multa de 100.000 euros, a pesar de que borró el mensaje al darse cuenta de la que había liado y del riesgo en su bolsillo.
Pero todo esto ya venía anunciado por Saray. Acusó al programa de que todo estaba ya decidido de antemano y, antes incluso de que llegaran las semifinales, vaticinó quiénes serían los finalistas y el ganador. El problema, aparte del escándalo de que todo esté escrito, es que Saray, como todos los concursantes, firman un documento de confidencialidad que la cordobesa ha incumplido. Ahora la productora de Masterchef deberá confirmar si denuncia la filtración o no. Mientras, las redes se han inundado de memes y comentarios al respecto:
Su paso por Masterchef dejó huella
Desde su llegada al programa se vio claramente que era un perfil totalmente distinto y que iba a traer problemas… y audiencia. También en esto hubo polémica porque Saray llegó a reconocer que no había pasado ningún casting para llegar a ser aspirante, con la consiguiente falta de respeto hacia las 28.000 personas que se presentaron para estar en los fogones. Aseguró que le llamaron directamente para participar, pero luego la productora demostró a través de un vídeo que sí estaba en las pruebas de casting. Otra cosa es si la eligieron por sus dotes culinarias o digamos la escogieron directamente por el juego que iba a dar.
Sin embargo, les salió el tiro por la culata, porque, a pesar de su duro pasado y su lucha para llegar a ser mujer, Saray destacó al final por su actitud desafiante. La gota que colmó el vaso fue cuando, desmotivada, presentó un plato de perdiz sin pelar ni cocinar con verduras crudas puestas por encima. Obviamente supuso la expulsión inmediata sin deliberación alguna. «Que me faltes el respeto a mí, que lo has hecho, que le faltes el respeto a tus compañeros, que lo has hecho, que le faltes el respeto al programa y a los 28.000 candidatos a entrar a estas cocinas, evidentemente no se puede hacer. Esto no tiene justificación ninguna. ¡Ni se te ocurra abrir la boca!», le gritó Jordi Cruz el día de su polémica expulsión.
No ha sido la única acusadora
La polémica del amaño ha ido creciendo tanto que otro usuario anónimo de Twitter también acusó a Shine Iberia, la productora, de tongo. Un reality parece no ser un verdadero reality si en su final no recibe este tipo de reproches, como suele pasar, por ejemplo, con Supervivientes. Esto es lo que escribió esta persona en la red del pajarito, adjuntando como pruebas dos capturas de pantalla:
Otros usuarios han respondido al tuit asegurando que en la televisión, y más en el caso de Masterchef, todo está pactado de ante mano.
Veremos si al final Saray tiene que desembolsar esa altísima cantidad, pero también es muy probable que lo pueda recuperar pronto porque sin duda es un candidato seguro para próximos platós y realities, sentando un precedente inédito hasta ahora en las cocinas de Masterchef.