Preocupación. Eso es lo que mostró Renfe cuando el administrador concursal de la empresa Sepsa recomendó la venta de esta compañía en proceso de liquidación a una firma india, concretamente a Medha. Sepsa lleva trabajando para Renfe desde 1990, y sus productos están integrados, por ejemplo, en los trenes Civia.
En dicha misiva, Renfe subrayaba “la incidencia en la explotación ferroviaria derivada de la actividad de la afectación al material que incorporan equipos con tecnología Sepsa”. Y ponía el acento en que la empresa que acabara quedándose con Sepsa debía estar en disposición “de garantizar que se destinen los medios materiales, técnicos y organizativos suficientes para el servicio y la continuidad de los contratos”.
El administrador concursal y el juzgado han optado por la opción india frente a otra española
Para Renfe, más que la opción india, una española, denominada Grupo Digital, sería la más beneficiosa para los trabajadores ya que no contemplaba despidos frente a los 80 de la compañía india en dos turnos (el grueso de la plantilla es de 275 a nivel mundial, de los que 213 están en Madrid). Todo estaba en manos del Juzgado de lo Mercantil. Y este ha decidido que Medha es la oferta ganadora. “Ya se han producido 21 despidos, algunos de ellos directivos con salarios por encima de los 200.000 euros anuales, y con contratos blindados de 660.000 euros”, afirman fuentes de la compañía. “Indemnizaciones que no se van a pagar al venir por lo mercantil”, han añadido dichas fuentes.
Además, los nuevos dueños ya están moviendo ficha para poner a sus peones en aquellos puestos directivos que consideran relevantes. De hecho, han fichado a un antiguo hombre de la casa, de origen austriaco, para una de sus divisiones.
SEPSA CONFIÓ EN LOS ALEMANES
Sepsa es una de las empresas que nació de la mano de la familia Fúster. Dicha familia fundó, en la década de los sesenta del pasado siglo XX, varias empresas en la localidad madrileña de Pinto, como la Sociedad Española de Frenos, también dedicada a material ferroviario, y que posteriormente englobó bajo el nombre de Corporación Albatros dando trabajo a más de 1.000 personas. Frenos fue uno de las primeras en desaparecer de Pinto, allá por 2005, y Sepsa (levantada en 1990) parecía llevar el mismo camino tras nueve EREs en los últimos nueve años.
La venta de Sepsa a la alemana Schaltbau en 2014 parecía ser un nuevo salvavidas que alargaría la vida de la firma proveedora de tecnología de Renfe a la par que le presta servicios de mantenimiento. Sin embargo, los resultados no acabaron de llegar, y el pasivo se disparó hasta los seis millones de euros con una facturación de 30 millones. “La deuda es más con los proveedores. Con los trabajadores, con algunos picos, están al día”, señalan las fuentes anteriormente citadas.
Si Renfe prefería la opción española, CAF era partidaria de la firma india con sede en Hyderabad. La compañía con sede en Beasain, que diseña, fabrica, mantiene y suministra equipos y componentes para sistemas ferroviarios, es uno de los clientes más importantes de Sepsa y desde que esta entró en concurso en 2018 mostró su predilección por Medha. Los trenes Civia salen de su factoría y, desde el año 2000, ha entregado más de 500 coches a Renfe.
“La cartera de pedidos que tiene en la actualidad Sepsa es de 120 millones de euros”, confirman a MERCA2 desde el entorno de Sepsa. Y el más importante es el firmado con el grupo Kawasaki para el contrato en el metro de Nueva York. Sepsa trabaja en una doble vía: por un lado, electrónica de potencia y, por otro, sistemas electrónicos embarcados. En su época dorada llegó a tener fábricas en Madrid, Ciudad Real, Barcelona, Nueva York y Shanghai. Además, llegó a prestar servicio de asistencia técnica a otros países como Japón, Singapur, Dinamarca, Noruega o Suecia. En la actualidad cuenta con filiales en Estados Unidos y Brasil.