Nos encontramos ya inmersos en pleno siglo XXI, con un sinfín de adelantos médicos y científicos que intentan mejorar la calidad de vida -y la longevidad- de los ciudadanos del mundo. Sin embargo, el ser humano se enfrenta todavía a una gran cantidad de enfermedades que ponen en jaque la vida de muchas personas antes de tiempo.
En los últimos años, y en este sentido, parece que se está avanzando a un ritmo exponencialmente superior al de épocas anteriores y es por ello que desde la comunidad científica comienzan a florecer voces cada vez más positiva en lo que se refiere a las peores afecciones a las que tiene que hacer frente la humanidad.
La lucha contra en cáncer
Esta enfermedad se ha convertido en una de las mayores lacras de aquellas a las que tiene que hacer frente nuestra sociedad. Una afección que cada día sufren más personas y que, a pesar de los adelantos en los últimos años, presenta tasas demasiado altas de mortalidad entre los afectados.
Sin embargo, las noticias que se vienen sucediendo en los últimos años invitan a pensar con optimismo sobre el futuro no muy lejano para los futuros enfermos -de hecho, algunos expertos hablan de tan solo una década-. Aunque todavía se deben tomar estos datos con precaución
En este sentido, Microsoft ya ha avisado: en 10 años van a curar el cáncer. Pero, por otros derroteros vienen las buenas noticias, la inmunoterapia ya ha comenzado a dar buenos resultados en enfermos de cáncer de pulmón. Mientras que otro grupo de investigadores han conseguido dar con la clave de la formación de la metástasis.
Fármaco contra la insuficiencia cardíaca
Durante la última semana ha salido a la palestra un nuevo medicamento que sería capaz de curar la insuficiencia cardíaca, lo que se considera un gran adelanto en uno de los campos que más muertes produce a la población adulta, con tasas incluso superiores a las de algunos tipos de cánceres.
Los encargados de sacar adelante este estudio han sido los componentes de un grupo de investigadores de la Universidad de Vanderbilt, en la ciudad estadounidense de Nashvile.
En el mismo informe se muestra la eficacia de un nuevo fármaco llamado ‘cimaglermina’ y su capacidad para reparar las lesiones en el miocardio y mejorar la funcionalidad del corazón en seres humanos, lo cual es una gran noticia, aunque este tratamiento aún se encuentra en fase experimental.
La lucha contra el Alzhéimer
La empresa multinacional de laboratorios, que nació en Indianápolis (Estados Unidos), Lilly, ha presentado en los últimos meses los resultados del ensayo clínico de un nuevo medicamento que podría ser capaz de ralentizar el avance del alzhéimer, al menos si se suministra en los primeros compases de la enfermedad. El nombre del mismo es Solanezumab.
No se trata, todavía, de una cura definitiva, pero hay que reconocer que es un primer paso importante para poder hacer frente a una afección cognitiva que afecta cada vez más a los ciudadanos de mayor edad en nuestra sociedad.
Microbiota
Estos microorganismos vivos que habitan en nuestro sistema digestivo e intestinal llega a superar, incluso, la población de células del cuerpo humano. De hecho, la presencia de estos supera en diez, el número de las últimas.
Por otro lado, en los últimos años se ha visto a través de los ensayos clínicos y resto de estudios científicos que la perdida de calidad de la microbiota está relacionada con algunas enfermedades. La explicación es sencilla, nuestro sistema inmunitario comienza cometer errores por los cambios que se producen en la flora intestinal.
En cualquier caso, los últimos estudios también confirman una buena noticia. Y es que, la dieta mediterránea es rica para mantener un buen estado de la flora de nuestros intestinos.
Longevidad y lucha contra el envejecimiento
Un grupo de investigadores, liderados por un científico español, Juan Carlos Izpisua, ha desarrollado durante los últimos meses un tratamiento que podría revertir en al menos veinte años los efectos de la vejez -tanto a nivel interno como externo-.
Por ahora, el experimento -basado en el uso de células madres- ha sido probado con ratas y ratones de laboratorio, pero los resultados han sido más que satisfactorios en estos animales, ya que ha sido capaz de rejuvenecer tanto el aspecto físico como el funcionamiento de los mismos órganos en este sentido.
Para ello, se ha utilizado un cóctel de cuatro genes para borrar los signos del envejecimiento, basado en una técnica de reprogramación celular, que fue desarrollada por el científico japonés Shinya Yamanaka. Sin embargo, y a pesar de lo interesante de esta técnica, todavía es un experimento con alto riesgo para ser probado en seres humanos.
Transplante de cara
Los primeros en realizar un transplante de cara completo fueron algunos especialistas del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona dirigidos por Juan Barret. Todo esto sucedió en 2010 y el paciente fue un hombre joven que sufría deformidad severa en el rostro causada por un traumatismo, la cual le impedía respirar adecuadamente tanto por la nariz como por la boca.
En cualquier caso, después de esta intervención pionera, aunque no se trata del primer injerto de piel de la historia, ya que se habían realizado actuaciones parciales con anterioridad, se han venido sucediendo otras tantas operaciones a lo largo de los años. Sin embargo, lo más llamativo del hito marcado en 2010 en nuestro país fue el injerto de médula osea, en lugar de tejidos de algún donante.
Exoesqueletos
Los exoesqueletos son ya una realidad que, además de los distintos usos que tienen para actividades como la militar o la industrial, pueden ayudar en el ámbito de la medicina a pacientes con discapacidad motora de alguno de sus músculos.
A pesar de que es cierto, que ya existen varios modelos de uso terapéutico, todavía su integración en el ámbito de la salud es limitado, debido sobre todo al alto coste de producción de este tipo de tecnología.
Habrá que esperar, por lo tanto a que se desarrolle esta técnica, para ver lo que depara el futuro y sí un abaratamiento del precio final puede democratizar este tipo de artilugios tecnológicos.
¿La vida eterna?
Son varios los científicos y expertos en el tema que empiezan a abrazar la idea de que la inmortalidad podría ser posible. La mayoría de ellos centran sus estudios en dos campos que son los que permitirían a la especia humana alcanzar estas altas cotas de vida: la Inteligencia Artificial (IA) y la programación celular.
Sin embargo, en este caso -en el que el ser humano llegará a lograr su objetivo- ¿qué ocurriría con la población mundial? Esta debería detener su reproducción para evitar una sobrepoblación de este planeta, ya que conllevaría a un agotamiento de los recursos de un planeta cada día más castigado.
Un sinfín de cuestiones y dudas fascinantes se abren en este ámbito, aunque pude que en el futuro podamos viajar entre planetas y poblar otras zonas más allá de los conocimientos que tenemos en la actualidad del cosmos, por lo que la inmortalidad no sería un problema para un universo infinito.
Bonus Track: La penicilina
Sin duda alguna, uno de los mayores hitos de la historia de la medicina, y que se tradujo -por lo tanto- en una mejora en la esperanza y calidad de vida de la población mundial, sucedió en 1928.
Durante este año, en la primera mitad del siglo XX, el bacteriólogo británico y Premio Nobel, Sir Alexander Fleming, descubría la penicilina, uno de los antibióticos más utilizados en la historia de la medicina del siglo XX y XXI.
Gracias a este tipo de fármacos, millones de ciudadanos del mundo han podido evitar la muerte por infección bacteriana de las héridas, pero también ha servido para hacer frente a otras afecciones tales como la difteria, gangrena, la neumonía, la sífilis y la tuberculosis.
El descubrimiento se hizo de la manera más inesperada posible, todo gracias a que el bueno de Fleming se fue de vacaciones y no limpió su laboratorio, así descubrió que parte del moho que nacía de las placas había sido capaz de acabar con cierto tipo de bacterias.