La Junta de Andalucía lo tiene claro: Jerez debe regresar a la F1. El Gran Premio dejará de ser fijo en el calendario de Moto GP a partir de 2022 y busca inmiscuirse de nuevo en el gran circo en un momento idóneo, con las dudas de Cataluña y en plena reconstrucción de la competición por parte de Liberty Media. El objetivo, por obvio que parezca, no es otro que enriquecer la ciudad. Pero paradójicamente eso sale caro.
Jerez conoce esos riesgos, asumibles en el motociclismo. El canon marca la principal diferencia: es casi cinco veces más caro en la F1. Al Circuito de Jerez-Ángel Nieto le cuesta en torno a cinco millones de euros, por los 24 que abona Montmeló. Y eso sin incluir el resto de costes que debe asumir la organización en personal de todo tipo para garantizar la correcta celebración del evento. En un principio las cuentas no salen. El principal retorno directo de dinero procede de la venta de entradas y en ese aspecto la F1 no vive su mejor momento.
En Montmeló la cifra de asistentes volvió a caer en más de cinco mil personas a lo largo de todo el evento (en torno a 185.000). En carrera, menos de 90.000 aficionados acudieron al recinto, el peor registro desde 1999, cuando la F1 todavía no había experimentado el éxtasis que generó Fernando Alonso. Ese descenso repercute en los ingresos, también a la baja. El Circuit cayó en 2018 en ventas y en el resultado global. La Generalitat ha llegado a poner casi diez millones de euros para equilibrar las cuentas.
No es demasiado en comparación con otras citas del calendario. Según Bussines Sports en Australia los números rojos son de casi 50 millones de euros. Una cifra desorbitada en comparación con las que maneja Moto GP, donde las pérdidas de Jerez han sido inferiores al millón de euros.
UN IMPACTO ECONÓMICO DE MÁS DE 150 M€
Si tan caro sale, ¿Por qué entrar en la F1? Aunque las cuentas arrojen datos deficitarios, existe otro montante no directo que a través de impuestos llena las arcas de las diferentes diputaciones: el impacto económico (gastos de los aficionados en comida, alojamiento…). Ese factor que ha llevado a algunos Ayuntamientos a pagar casi un millón de euros en La Vuelta a España para que el recorrido inicie y culmine en su perímetro. En esa faceta sí sobresale Montmeló. El circuito de Cataluña, undécimo en asistentes, es el cuarto que más impacto económico genera con 166 millones de euros.
Esta cifra es inalcanzable para un evento de Moto GP, por mucha expectación que genere. Jerez se ha consolidado como una de las citas más representativas del Mundial y lidera la tabla de asistentes en España tras superar la barrera de las 150.000 personas (75.000 el domingo). Una cifra que sigue al alza, después de sumar a casi 6.000 asistentes más en 2019. Un efecto contrario, pese a que comparte situación con la F1 (un dominador claro). Sin embargo, Jerez apenas logra generar un tercio del impacto económico de Montmeló, principalmente por el porcentaje de público extranjero.
Es ese abismo de alrededor de cien millones de euros el que seduce a Jerez. El salto a la F1 supondría un riesgo elevado, pero no equiparable a otros experimentos como el de Valencia. Entonces se construyó un circuito desde cero sin garantía de continuidad. Es más, ha quedado en el olvido. Jerez tiene bases: un circuito, pasión por el motor y conocimientos para albergar una cita de semejante magnitud. El peligro sólo sería económico y el impacto lo subsanaría todo.
EL PLAN DE JEREZ COSTARÍA 125 M€ EN TRES AÑOS
Para Jerez no deja de ser una apuesta realmente cara, pero la Junta de Andalucía ha dado el ‘sí quiero’. Un nuevo circuito en España aliviaría a Liberty Media, tras la tensión que se vivió en la última prórroga de contrato con Montmeló. Es uno de los dos motivos que han invitado a Jerez a plantearse seriamente su vuelta a la F1 (acogió siete GP entre 1986 y 1997). El otro, es la decisión de Dorna de obligar a rotar a las cuatro citas españolas.
El circuito de Jerez también quiere aprovechar la benevolencia del nuevo organizador de la F1, que no plantea tanta exigencia en el canon como Ecclestone antaño. No obstante, el montante no sería barato para la Junta de Andalucía, que tendría que asumir un mínimo de tres años de presencia. Es decir, al menos 75 millones de euros sólo en canon. En comparativa con la situación de Montmeló, los gastos se elevarían otros 15 millones de euros por año. Y a ello habría que incluirle una reforma de casi cinco ‘kilos’ para adaptar el circuito a esta competición.
En total un montante que rondaría los 125 millones de euros en tres años. Un desembolso que no cubriría las ventas de entradas. El déficit estaría ahí, pero el impacto económico rondaría los 150 millones por temporada (la F1 es la tercera competición que más genera). Una apuesta con el evidente objetivo de relanzar la imagen de la ciudad, en un deporte cuya audiencia global supera los 500 millones de espectadores, repartidos en todos los rincones del mundo.