El Plan de Finanzas Sostenibles de la Comisión Europea (CE) presentado en 2018, pasa por obligar a los gestores de activos y los inversores institucionales a tener en cuenta la sostenibilidad en el proceso de inversión y reforzar los requisitos en materia de divulgación de información. En definitiva, explicar cómo integran los riesgos ESG (criterios ambientales, sociales y de buen gobierno).
En el X Encuentro Anual de Spainsif, Helena Viñes, miembro del grupo de técnicos expertos en finanzas sostenibles en la CE, dejaba claro que clasificar los activos por su sostenibilidad es voluntario pero “no por mucho tiempo». Y por eso pedía a los actores financieros que se “pongan las pilas» si quieren cumplir con legislación, que estará a punto en 2022.
En este sentido, Gonzalo Rengifo, director general de Pictec AM en Iberia & Latam defendía que en la parte de ESG “la industria va muy por delante de la regulación”. Y añadía que en La Unión Europea se habla de una serie de principios y objetivos de cambio climático, pero las gestoras extranjeras se han adelantado en ser sostenibles.
En su caso, a la hora de elegir compañías en las que invertir, analizan “un universo global de 40.000 compañías” y después hacen un análisis de resiliencia . Donde la selección se reduce basándose en temas medioambiente y sociales. “Ya existen prácticas en el mercado, pero pedimos que la normativa no nos supere. Necesitamos que la legislación se adapte a la industria y no al revés”. Matizaba.
Rengifo aclaraba a su vez “que son anti índices”. No se fía de los índices sostenibles porque aferrarse a un índice puede suponer no elegir la mejor compañía. “La mayoría de los índices definen un subuniverso, pero quizás esas compañías no son las más sostenibles”.
ESG REVOLUCIONA EL SECTOR COMO OCURRE CON MIFID
Jose Carlos Vizárraga, director general de Ibercaja Pensión EGFP S.A. consideraba que las gestoras de fondos de pensiones en España “llevan tiempo trabajando” esto porque ha sido “una obligación” que los sindicatos pusieron encima de la mesa. Reconoce que les ha costado entenderlo, pero tienen que ser capaces de llevarlo adelante. Y opinaba que si Mifid ya ha supuesto una revolución, este tipo de cuestiones también lo son.
“Las finanzas sostenibles están entrando de una forma rápida en todo el sector: seguros, gestoras… hay muchas cuestiones todavía. Tenemos que trabajar mucho, pero sin duda lo vemos como una oportunidad”, apuntaba.
A su parecer, la normativa en esta materia “tiene que crecer”, pero el trabajo de las gestoras es incorporarlo “poco a poco”. La nueva normativa implica que los asesores financieros tienen que preguntar a los inversores sobre criterios ESG. Desde Ibercaja señalaban que Mifid 2 ya cambió las inversiones en materia financiera y “de alguna manera” todas las gestoras piensan si su portafolio de productos es válido o no ahora conforme a ESG.
Mientras que Augusto Caro, director de Inversiones de Fondos de Renta Variable y Mixto de Bankia AM se unía a que las gestoras nacionales “cada vez hacen más progreso”. Explicaba cómo está aumentando el volumen de emisión de bonos verdes “lo que hace necesario unos estándares” para ver qué puede ser un bono verde y que no y decírselo a los clientes.
Aunque reconocía que un bono verde “no deja de ser un bono” y hay que valorarlo en función de riesgo crediticio, liquidez… Por ello, tiene que determinarse “claramente” y contribuir “positivamente” a objetivos medioambientales. Aquí ve imprescindible que se emita un reporte y sea auditado para que los inversores tengan más fiabilidad.
A su vez, Bankia consideraba que un buen asesoramiento “es fundamental”. Hay que conocer el perfil de riesgo, horizonte temporal y el grado de formación del inversor, e informarle de una manera correcta y también preguntarte sobre criterios ESG. Pero insistía “hay que mejorar la formación” para poder preguntarle al cliente cómo quiere la inversión.
LOS ACTIVOS ESG SUBEN MÁS DEL 13% EN ESPAÑA
En este encuentro, se presentaba el estudio anual ‘La Inversión Sostenible y Responsable en España 2019’ de Spainsif, donde se concluía que los activos bajo gestión ESG en España, subieron en 2018 un 13,5% respecto a 2017, hasta los 210.644 millones de euros. De aquí, 191.278 millones de euros pertenecen a activos gestionados por entidades nacionales (un 3% más que el año anterior) y 19.366 millones de euros a activos de entidades internacionales.
Los activos gestionados bajo alguna estrategia ISR (inversión sostenible y responsable) se mantienen en la senda del crecimiento, aunque en el 2018 el mercado general de instituciones de inversión colectiva haya registrado un decrecimiento. El inversor institucional acapara el 85% de la demanda ISR, mientras que los minoristas ya suponen un 15% de la demanda.