¿Es el zumo de naranja la panacea contra los catarros y la gripe? Seguro que cuando caes enfermo es la recomendación que más oyes de tus padres y abuelos. Toma mucha naranja. Sin embargo, los científicos han demostrado que todas estas cosas que nos han inculcado desde pequeños para idealizar al zumo de naranja son falsas o no verdaderas. Y muchas veces sin ningún tipo de fundamento que lo pueda demostrar. Levantamos las alfombras de los remedios milagrosos de las abuelas para desterrar el mito del zumo de naranja bueno para todo que tanto nos han querido vender. Esta es la realidad detrás de todas estas mentiras que nos han contado sobre el jugo de una naranja exprimida.
1NO, EL ZUMO DE NARANJA NO BAJA LA FIEBRE
Da igual que te lo tomes que te lo apliques sobre la frente o te rocíes el cuerpo. Ni siquiera un baño en zumo de naranja conseguirá bajarte la fiebre. Este mito sobre el producto lo único que puede dejarte es una sensación de más sed, si lo tomas, y un acabado pegajoso en toda tu piel si decides aplicarlo como una compresa de agua fría. Estas sí que son efectivas para bajar la temperatura, pero tampoco en exceso. En el caso de los líquidos, mejor el agua, pues el azúcar no es muy positivo para bajar la fiebre.