Duro Felguera está un poco más cerca de su salvación. El Gobierno decidió otorgar un contrato millonario a su filial de defensa, Epicom, para el «sostenimiento de equipos cripto de fabricación nacional». Un acuerdo que no solo ayuda a la compañía a seguir engordando su cuenta de resultados en un momento muy complicado, sino que pone en valor el sentido «estratégico» de la firma asturiana. Un requisito indispensable para poder aspirar a que el Estado finalmente pueda inyectar dinero y salve a la compañía.
El contrato se concretó este jueves 29 de octubre y se llevó a cabo a través del director de Gestión Económica de la Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada, una rama del Ministerio de Defensa. Aunque en él también ha participado la cartera de Hacienda. De hecho, se ha articulado a través de lo que se conoce como un ‘Acuerdo Marco’, que es un tipo de contratación técnica racionalizada que cuenta con estándares comunes y que se centraliza a través de dicho ministerio.
La cuantía del mismo asciende a unos 4 millones de euros, aunque la cantidad final que percibirá la compañía será algo menor, en torno a 3,3 millones, al deducirle los impuestos. Lo más llamativo del contrato es que se negoció sin publicidad. De hecho, el propio anuncio de adjudicación indica que la «apertura [del mismo] sobre oferta económica» corresponde al día 17 de septiembre a las 11:00 horas, mientras que “el plazo de presentación de oferta” era hasta el 16 de septiembre a las 13:00 horas. Por lo que, evidentemente, la única oferta fue la de la filial de Duro Felguera, bajo el amparo de que el sistema de contratación correspondía al «establecimiento del acuerdo marco».
DURO FELGUERA A LA ESPERA DEL ESTADO
La última presentación de resultados de la empresa asturiana fue extrañamente transparente. Quizás para mostrar abiertamente que la compañía necesita un rescate. Así, Duro Felguera anunció recientemente pérdidas por 114 millones en el primer semestre del año, tras realizar provisiones por 100,8 millones por el impacto de la pandemia. Además, indicó que el volumen de contrataciones de había reducido drásticamente, mientras que hacía hincapié en la necesidad vital de un rescate por parte de la SEPI.
De hecho, los esfuerzos de la ejecutiva de la compañía están ahora centrados en recibir ese rescate. José María Orihuela, consejero delegado de Duro Felguera, señaló que «confía en recibir una respuesta formal, y por supuesto positiva, lo antes posible» de las autoridades públicas. Pero esa contestación está supeditada a que la SEPI considere a la asturiana como una firma estratégica para España, lo que no está del todo claro dado su pequeño tamaño. La clave, sin embargo, puede estar en la pequeña filial que se asegurado el contrato de Defensa.
Así, Duro Felguera puso en el mapa político el papel de Epicom, como una empresa clave para la seguridad nacional. La firma está dedicada al diseño y fabricación de equipos de alta seguridad y sistemas criptográficos para comunicaciones dentro del Ministerio de Defensa. Además, la compañía asturiana canceló su venta (pese al evidente interés del mercado) días antes de que se decretase el estado de alarma. Ahora, tras el acuerdo, todo puede ser más fácil.