Ahora que parecía que los centros comerciales empezaban a levantar el vuelo, nuevos focos de contagio del covid-19 por la geografía española hacen contener la respiración a los empresarios. Podría ser el principio de un nuevo confinamiento, y la ruina de muchos comerciantes.
Tras una buena recuperación durante las primeras semanas de desescalada del confinamiento en las que algunos de los centros experimentaron una sorprendente acogida con una afluencia solo un 3% menor que en la comparativa con el año pasado, según los datos de la gestora de activos holandesa MGVM, ahora la realidad es muy distinta y el tráfico de visitas ha caído.
En el momento de la reapertura tras el covid-19, el retail se enfrentaba a tres problemas: el primero de ellos fue el stock acumulado de casi tres meses de las temporadas de primavera y verano; los problemas de liquidez tras echar el cierre; y una pérdida de poder adquisitivo del consumidor, que muchos de ellos o bien han perdido su empleo, o bien fueron incluidos en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
Sin embargo, con la reactivación han experimentado un aumento en el ticket medio de compra, pero el verano ha empujado de nuevo a los comerciantes a los números rojos, con unos datos que apuntan a que la afluencia de los centros comerciales registra un descenso cercano al 40%.
Esta caída borra la sonrisa de los empresarios del retail, ya que el efecto estival, la caída de visitantes extranjeros y la apuesta creciente por las compras online, han puesto entre las cuerdas a los comerciantes.
De hecho, los expertos del sector consultados por MERCA2 aseguran que esta tendencia a la baja podría ser la ruina inmediata para muchos de los comerciantes en los centros comerciales, que aún no han logrado recomponerse del cierre obligatorio de casi tres meses.
Estas fuentes aseguran que muchos de los comerciantes han resistido un primer confinamiento gracias a préstamos personales o ayuda familiar, pero en estas semanas no han recuperado sus ingresos habituales y, un nuevo confinamiento, aunque fuera parcial, supondría el cierre de muchos locales, lo que mermaría a su vez la caja de los propietarios de estas instalaciones.
De este modo, están barajando pedir al Gobierno que medie en esta situación tan delicada, que puede suponer la quiebra de un sector importante para la economía española, y que se traduciría en miles de despidos.
ESFUERZOS DE COMERCIANTES Y PROPIETARIOS
Hay que tener en cuenta que al menos cuatro de cada cinco inquilinos se han visto obligados a pedir una bonificación o un aplazamiento del pago del alquiler del local. Además, cerca de un 15% de los establecimientos continúan cerrados, principalmente vinculados al ocio y la restauración.
Pero no son los únicos que han registrado números rojos, sino que los propietarios de estos centros comerciales anunciaron hace unas semanas que cerraron acuerdos con el 63% de los arrendatarios para ayudar a los comercios a adaptarse, y evitar la pérdida de inquilinos estables y a largo plazo.
Por otro lado, los centros comerciales han apostado fuerte por la salud y la protección tanto de clientes como de trabajadores. Así, han invertido en la implantación de medidas higiénico-sanitarias más de 30 millones de euros.
En este sentido, tal y como explicó en una entrevista para este medio el consejero de Lar España y consejero delegado de Grupo Lar, Miguel Pereda, el objetivo de los centros pasa por «convertirse en un oasis comercial, protegido, seguro y lleno de alicientes. Hemos pasado un momento complejo pero, sin duda, estamos ante una excelente oportunidad”.