Parece que la Comisión Europea se ha olvidado de los colores que componen el Parlamento, y se ha vuelto ‘podemita’. Acaba de enviar una carta al Gobierno de Mariano Rajoy para comunicarle que tiene que tomar medidas para reducir los niveles de contaminación de forma urgente en Madrid y Barcelona. Un ultimátum para el que tiene dos meses para responder, así que le va a tocar ponerse las pilas.
Dice Bruselas que está muy preocupada -como ya manifestó por primera vez en 2015- por la situación de la Capital, pero también por dos áreas de Barcelona. Así que insta al Gobierno a la adopción de medidas. De hecho, será éste quien tenga ahora que hablar con los Ayuntamientos para que le comuniquen qué planes tienen para reducir la contaminación en nuestro país. El tiempo aprieta, ya que si no se cumple con las exigencias de Bruselas, el caso podría llevarse ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE); en él podría haber sanción administrativa pero también económica.
Así luchan nuestras ciudades contra la contaminación ambiental
Especialmente preocupante, reza el documento, es la situación en lo referente al Dióxido de Nitrógeno, cuyos valores «se superan de forma sistemática», según los datos analizados por la Unión Europea. Así que desde la Comisión instan a «tomar medidas que reduzcan las emisiones y, al mismo tiempo, acelere la transición a una economía más sostenible». Para ello, recomienda -entre otras cosas- reducir los niveles de tráfico y comenzar el trasvase de fuentes de energía utilizadas por los transportes, dando más pie a la energía eléctrica. De hecho, llama la atención sobre la tecnología diésel, cuyo uso «recomienda reducir.
Ahora bien, la advertencia de Bruselas no es sólo para el Ejecutivo Central. Reconoce la misiva que «el Gobierno debe hacer un gran esfuerzo«, pero que «las administraciones locales y regionales» deben colaborar estrechamente para salvaguardar la salud de sus ciudadanos.
Si en dos meses no hay respuesta, España sería llevada a los Tribunales de Justicia
La advertencia, la última que hacen a nuestro país, ha legado también a otros países como Alemania (con 28 zonas afectadas en ciudades como Berlín o Munich); Francia (sobre todo en París y Marsella); Reino Unido (con Londres a la cabeza) e Italia con Roma y Milán al frente.
Se calcula que cerca de 400.000 personas mueren de forma prematura al año en la Unión Europea por la mala calidad del aire que respiramos. Además, indica la Unión Europea, que millones sufren problemas cardiovasculares y respiratorios; y que ls niveles de dióxido de carbono elevados de forma persistente provocaron la muerte prematura de 70.000 personas. Casi tres veces más que los fallecidos en accidentes de tráfico durante ese año.