El régimen de arrendamiento sigue generando quebraderos de cabeza a las empresas públicas vinculadas al sector aéreo. Mientras mantiene un frente abierto con las firmas de retail, restauración y duty free por el alquiler de la superficie comercial de la red aeroportuaria, el conflicto propio de Aena por el arrendamiento de su sede no encuentra final. Lejos de cumplir los planes previstos y trasladarse a la T4, se mantiene en el edificio de la Piovera azul, arrastrando problemas y engrosando su cifra de gastos.
El sindicato ASAE denuncia que tanto el gestor aeroportuario (Aena) como el gestor de navegación aérea (Enaire) acumulan un gasto de 163 millones de euros en concepto de alquiler al sector privado de sus propias sedes corporativas, mientras el proyecto de albergar sendos edificios oficiales en la T4 no termina de materializarse.
Según Alternativa Sindical Aena Enaire (ASAE), en mayo de 2018 ambas empresas públicas anuncian el traslado de sus oficinas centrales al entorno de la T4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, en el marco del plan de desarrollo inmobiliario proyectado en el primer aeropuerto de la red. El plan incluye un edificio con acceso a transporte público como Metro-Renfe que sea sostenible en consonancia a la política medioambiental de Aena y Enaire.
Después de 30 años pagando alquileres, desde 1990, según los datos publicados por la organización sindical, el senador Carles Mulet García, designado por las Cortes Valencianas por el grupo parlamentario de Izquierda Confederal (Adelante Andalucía, Més per Mallorca, Más Madrid, Compromís, Geroa Bai y Catalunya En Comú Podem) ha presentado una consulta en sede parlamentaria.
ASAE ya denunció que Aena pagaba millones para alquilar un edificio desde hace 30 años con presuntos problemas de Lipoatrofia Semicircular, al que están buscando una salida. Al inmueble, habría que sumarle además una reforma de 8 millones de euros que se quedará el propietario.
En este sentido, ya se puso sobre la mesa la posibilidad de llevarse todo o sólo parte de SSCC de Aena a los Centros Logísticos Aeroportuarios en Barajas (CLASA). Si bien el Covid ha ralentizado los proyectos previstos, tras el traslado de Pegaso City desde Luca de Tena, por el referido problema de Lipoatrofia, en Pegaso queda un edificio alquilado por Enaire (TIC), a la espera de un traslado definitivo a la nueva sede en la T4, tal y como se anunció en 2018.
La organización sindical cuestiona la demora en el proyecto de una sede corporativa propia para Aena y Enaire en la T4 con acceso al metro, bus y trenes de cercanías, con una planificación unida y compartida pero con dos alas, una para la sección de Aeropuertos y otra para Navegación.
Según las respuestas a las preguntas planteadas por el senador del grupo mixto, se señala que el primer contrato de arrendamiento de una parte del edificio de la Piovera Azul, en la calle Peonías de Madrid, fue suscrito en 1993 por Enaire (antes Aena E.P.E), siendo arrendatario del mismo hasta 2014. Una vez se hizo efectiva la escisión entre Enaire y Aena, los pagos de alquiler de abonaron por el gestor aeroportuario a la empresa Construcciones Hispano Argentinas, en calidad de arrendador de dicho inmueble.
En lo relacionado con el nuevo edificio corporativo, se achaca al actual contexto de crisis sanitaria por el Covid-19 y «su profundo impacto en el sector aéreo» el empeoramiento significativo de las principales magnitudes financieras de la compañía, tal y como muestran los resultados económicos de la misma.
De forma que la situación extraordinaria ha incorporado nuevas incertidumbres al proceso de puesta en marcha de este proyecto, «que dependerá del momento en el que exista una mayor visibilidad sobre el grado de recuperación de la actividad de Aena en los próximos años».
En lo referente a la Lipoatrofia Semicircular, conviene mencionar que desde 2018, Aena viene implantando medidas encaminadas a minimizar el riesgo de los trabajadores, de forma que en la actualidad todos los casos confirmados han remitido o se encuentran en proceso de remisión.
Pero Aena no sólo tiene problemas como inquilino en cuanto a que no consigue dejar de serlo pese a los planes previstos para una sede propia y que, una vez más, se han visto relegados, en este caso por la pandemia. También en su faceta de arrendador de los locales comerciales de la red aeroportuaria española, a la empresa pública se le plantea un conflicto con las firmas alquiladas que, de no cerrarse de forma consensuada, podría derivar en importantes pérdidas para los comercios y en un grave problema de empleo.
AENA SE IMPONE A LOS COMERCIOS ALQUILADOS
Las firmas arrendatarias de la superficie comercial gestionada por Aena no están dispuestas a aceptar la rebaja unitaleral del 50% del pago de la renta mínima garantizada de los operadores, que plantea el gestor aeroportuario. En una carta suscrita por más de un centenar de espacios arrendados denuncian condiciones abusivas y precios excesivos y piden la mediación del Gobierno.
La nueva y controvertida decisión de Aena representa unas condiciones sustancialmente peores que las alcanzadas en las conversaciones y preacuerdos que el gestor aeroportuario había venido negociando antes de la aparición del RD 35/2020, al que se ha acogido para aplicar una reducción sin consensuarla con los afectados. De esta forma, la empresa se ha apoyado en una medida que ha aprobado de forma oportuna y conveniente el Gobierno para conseguir adaptarse a estos tiempos de crisis. Pero quienes están afectados por la norma aseguran que traerá despidos.
Las firmas comerciales apelan a la mediación del Gobierno “para solicitar que medien en el conflicto de forma que no se pongan en riesgo los más de 12.000 empleos de las empresas afectadas” y añaden “Aena tiene una posición de dominio reconocida por la propia CNMC, por lo que, si la negociación fracasa, los arrendatarios no tendrán más remedio que pedir el amparo de la propia CNMC o los tribunales”.
Las tiendas “rebeldes” de los aeropuertos que gestiona Aena están dispuestas a llevar su conflicto con el gestor hasta Bruselas. Fuentes próximas a la Asociación de Operadores Comerciales de Aeropuertos, la organización en torno a la que se han agrupado aquellos operadores que no aceptan las nuevas condiciones de alquiler que les ha ofrecido Aena, han asegurado que están estudiando denunciar a la compañía ante las autoridades europeas de la Competencia, según publica La Razón.