domingo, 15 diciembre 2024

Psicofertilidad Natural explica las causas de la baja natalidad en España

España ha alcanzado la menor tasa de natalidad desde los años cuarenta. Un dato que preocupa a los expertos desde hace tiempo habida cuenta de la progresión descendente de los últimos años

Antonia González Fernández, directora de PsicoFertilidad Natural explica que: «Soy Embrióloga y me dedico desde hace más de trece años a ayudar a parejas y a mujeres a quedarse embarazadas, y cada vez, la solicitud de ‘ayuda externa’ para tener un hijo, es mayor. Cada año aumenta el porcentaje de hombres y mujeres con problemas para poder tener un hijo».

En España, las clínicas de reproducción asistida crecen exponencialmente. De hecho la embrióloga reconoce que «cuando yo estaba estudiando el Master de Reproducción Humana en el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), allá por el año 2004-2005 se hacían unos 15.000 ciclos de reproducción asistida en todo el país, mientras que en el año 2015 se han registrado 150.000 ciclos, en solo 10 años la cifra se ha multiplicado por diez lo que es bastante alarmante, o por lo menos a mí me lo parece, y creo que, a todos, profesionales o no, debería parecérnoslo. Y deberíamos empezar a plantear soluciones»,reflexiona.

En diciembre del 2016 se contabilizaron 383 centros especialistas en reproducción asistida en España, esto para la experta supone una cifra inmensa ya que «si se compara con los dos centros que tenía Oslo hace dos años, por ejemplo, y los 49 que tiene Barcelona hoy en día algo nos tiene que llamar la atención», sostiene.

Para la experta en fertilidad natural «lo primero que hemos de plantearnos, o por lo menos yo lo he hecho tras leer la noticia, es que estamos haciendo algo mal ya que somos mamíferos que se reproducen, que obviamente no es nuestro único fin, pero que si la especie humana no se ha extinguido es gracias a que somos fértiles. Y vamos por un camino que cada vez se estrecha más», explica.

¿Cuáles son las razones por las que ocurre esto?

Hay varias según la experta:

Vivir en un mundo tóxico que altera la salud hormonal: «Estamos rodeados de dioxinas, disruptores endocrinos, plásticos, pesticidas, bisfenol-A, ftalatos, parabenos… un sinfín de nombres raros que entran en nuestro organismo, a través de la comida, la bebida, los absorbemos por la piel, los respiramos, y alteran nuestros receptores hormonales. Son hormonas sintéticas que desplazan a nuestras hormonas naturales de nuestro propio sistema endocrino y ocupan los receptores destinados a ellas. Os puedo asegurar que es peor de lo que parece».

La alimentación no es como la de antes: «Como comentaba anteriormente los alimentos contienen demasiados pesticidas, y os dejo algunos ejemplos: se han encontrado en el tomate 37 plaguicidas, de los cuales 16 son alteradores hormonales o disruptores endocrinos»- enumera. «En el caso de que nos lo podamos permitir -explica- podremos recurrir a productos orgánicos, y eso está bien, porque nos aseguran que estamos eliminando bastantes químicos, pero no nos garantiza que sean alimentos con todos los nutrientes necesarios. Y esto ocurre porque los suelos donde estamos haciendo los cultivos los tenemos saturados, no los dejamos descansar, solo queremos producir, producir y producir. Por lo que cada vez los suelos tienen menos minerales, y cada vez los suelos tienen menos selenio y zinc, por ejemplo»- sostiene.

La experta recuerda la importancia de valorar todo: «En mi consulta de PsicoFertilidad Natural recomiendo muy a menudo analizar los niveles de Selenio y Zinc en sangre, ya que son dos minerales esenciales para la fertilidad, en la mujer tanto para la calidad del óvulo como para el correcto funcionamiento de su tiroides y su sistema inmunológico (esencial para quedarse embarazada), y en el hombre, ambos minerales son necesarios para la formación del esperma y del ADN interno. Y en el 85% de los casos me encuentro déficit» -reconoce. «Además -prosigue- hay muchas otras vitaminas, ácidos grasos, oligoelementos… que son importantísimos para conseguir un embarazo y un bebé sano, y que un porcentaje demasiado elevado de la población, tiene déficit y no lo sabe» -matiza.

Otra razón por la cual cada vez hay menos bebés, es por el nivel de estrés: «Es un estrés que hemos normalizado, y eso es lo más peligroso que podemos hacer, normalizarlo» -advierte.

El estrés crea alteraciones hormonales, bioquímicas, enzimáticas e inmunológicas. «En nuestro cuerpo se convierte en tóxico, un estrés sostenido en el tiempo es tóxico para nuestras células. Aún queda mucho por estudiar al respecto, pero todo lo publicado hasta ahora así lo demuestra»- asevera la embrióloga.

Otra razón es que las mujeres buscan el primer embarazo muy tarde: «No está en consonancia nuestro reloj biológico y laboral-sociológico-cultural» -reconoce. «La mujer tiene un periodo de vida fértil más reducido que el hombre, por eso me enfoco en ellas. El momento de máxima fertilidad en las féminas es a los 20-25 años, a partir de ahí, poco a poco, la fertilidad va bajando, hasta que se produce una primera caída de calidad ovocitaria a los 35 años, pero sigue, porque a los 37 años vuelve a producirse un nuevo empeoramiento en la fertilidad de las mujeres, y cuando se llega a los 40 años la calidad ovocitaria cae en picado y la carga genética del óvulo está mucho más alterada. «Esta es la teoría, por supuesto, luego nos podemos encontrar embarazos naturales a los 48 años, sin necesidad de hacer un tratamiento de reproducción asistida» -puntualiza.

Si deseas ampliar información o concertar una cita con la experta:

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675 943 952

Gema y María

Fuente Comunicae


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