Desgraciadamente a veces nos encontramos con dolencias o achaques sin saber el motivo. Lo único que sabemos es que nos duele, pero desconocemos si es algo grave o una mera indisposición que no requiere ir a urgencias ni al médico de cabecera. Es el caso del estómago, una de las partes de nuestro cuerpo que más sufrimos de frecuentes molestias, junto con la cabeza o la espalda. Pero ojo, porque un dolor de estómago igual puede ser una tontería por mala digestión o que algo te haya sentado mal, que una posible dolencia más grave, como una úlcera. Vamos a ver por eso cómo diferenciar uno u otro, sabiendo los síntomas de cada uno, para así ni alarmarse en unos casos ni confiarse en otros, dejando pasar algo que puede requerir tratamiento o algo más.
1EL ESTÓMAGO, NUESTRO SEGUNDO CEREBRO
Cada vez más voces expertas apuntan a ello, y el dicho de «somos lo que comemos» se vuelve más literal. Y es que diversos estudios señalan a lo que comemos, las cantidades, cómo, la frecuencia, etc. como una parte fundamental, sino la que más, para tener o no una buena salud y una vida larga. Así que si te duele el estómago, preocúpate puntualmente al menos por lo que has comido o las cantidades, pero a largo plazo, si es frecuente o persiste, si es algo peor, porque no solo repercute en tu sistema digestivo sino en toda la salud, o bien es algo que se ha manifestado en el estómago pero proviene de otra parte de tu cuerpo y de otros malos hábitos que no tienen que ver con la comida. Pero centrémonos en cómo diferenciar lo más común…