sábado, 14 diciembre 2024

Marín Quemada: el amante infiel de las empresas que protege a los usuarios

Colgar sambenitos es fácil. Más en un país de extremos donde a veces solo hay blancos o negros. Por eso, el actual presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, vive encasillado en la figura de un hombre cercano al Partido Popular (y el liberalismo); cuando en realidad son las empresas quienes más se quejan. Así, desde lo más alto del órgano regulador sus palabras se encaminan muchas veces en defensa del consumidor.

Aunque siempre han existido motivos para toda clase de suspicacias. Primero porque fue compañero de universidad de un ministro muy pepero. Uno de esos que ha sudado la camiseta hasta el último momento, Cristóbal Montoro. Por otra parte, formó parte del tribunal académico que validó la polémica tesis (2003) del también ministro popular, Rodrigo Rato.

Una tesis, por cierto, no exenta de polémicas y dudas. Por un lado siempre se ha especulado que ante la carga de trabajo propia de un ministro de Economía y vicepresidente era muy complejo que hiciera una tesis tan extensa; y, por otro, ha sobrevolado la duda sobre su autoría. Todo ello sumado a la propia composición del tribunal, que años más tarde ha dado buena cuenta de relaciones personales ¿e incompatibles? con el propio Rodrigo Rato.

Aunque aquí no acaban los mimos que el PP ha ofrecido a Marín Quemada. En 2006 fue el candidato propuesto por los populares para ocupar el sillón de subgobernador en el Banco de España.

En este contexto se puede asumir que existan dudas ante las acciones que se puedan tomar en el seno de la CNMC a nivel de regulación y competencia. No obstante, todos tranquilos. El organismo, al que todos los partidos políticos quieren meter mano, trocear o reformular vive separado en comisiones de subdirección y estudios que trabajan al margen del sentir de su presidente. En este caso -de forma habitual-, Marín Quemada tan solo es el punchi al que golpear después de cada intervención pública. Y no es sencillo ante el ambiente enrarecido y crispado que asola España.

EL SUPUESTO AMANTE DE LAS EMPRESAS

Desde que Marín Quemada llegó al cargo en septiembre de 2013 ha tenido que lidiar con una crisis abierta por culpa de la malnombrada economía colaborativa. Por un lado, desde la CNMC han sido propensos a querer liberalizar el sector del taxi. Entienden que ha llegado la hora de que un sector muy regulado conozca nuevos horizontes. Esto, lógicamente, ha puesto en pie de guerra a los taxistas. Y aunque al final el Gobierno ha legislado a su favor, Marín Quemada ha expresado más de una vez que la economía de las plataformas no debe ser frenada.

Algo similar sucede con el otro frente abierto en este segmento: el alquiler turístico. En este caso se trata de una pugna entre Aibnb y las grandes hoteleras que, de nuevo, ha terminado siendo legislado por las autoridades públicas. Pero en este caso la CNMC también ve lógico que el mercado tenga las menos restricciones posibles.

Estas situaciones le han llevado a ganarse la enemistad de estos sectores. Aunque no son los únicos. Recientemente desde la CNMC se ha aprobado la cancelación de las tasas aeroportuarias, algo que beneficia a las aerolíneas -al menos no las perjudica-, pero que mosquea a los empleados de Aena al entender que supone menos ingresos para su compañía.

EL SUPUESTO INFIEL A LAS EMPRESAS

Pero decisiones similares pueden ser interpretadas al contrario. Por ejemplo, depende de la dirección del viento, las grandes energéticas ven en la CNMC y su presidente un aliado de los consumidores. Así, hace unas semanas el organismo regulador regañaba en público a las grandes eléctricas por los precios de la luz. Básicamente porque estiman que no están siendo capaces de controlar los vaivenes de los costes mayoristas y, mientras tanto, repercuten a los clientes las fluctuaciones.

Un caso parecido se da en el mercado de las telecomunicaciones. Cuando todo parecía estar calmado tras los procesos de consolidación por parte de Vodafone-One y Orange-Jazztel; así como la aparición de un cuarto operador, resulta que los precios se han disparado pese a la mayor competencia.

Así, Marín Quemada no ha dudado en criticar a los grandes operadores por el alza de costes que está habiendo en el mercado. Lo lleva haciendo desde mediados del año pasado, y cuando estos próximos meses vuelvan a producirse las famosas reordenaciones de tarifas tendrá fuego suficiente para volver a meter el dedo en la herida.

Con todos estos condicionantes, Marín Quemada lidia con su puesto. Y no es todo. Entre los conflictos más reciente que ha tenido el organismo destaca el proceso de liberalización ferroviario. Donde Renfe no está nada conforme con los juicios emitidos por la CNMC donde se daba luz verde a que otras compañías puedan competir en el mercado.

Por lo que respecta a 2019, los frentes de competencia y regulación siguen abiertos. Todo ello mientras los diferentes grupos políticos planean cómo reenfocar el organismo, al que nadie le gusta pero en el que todos quieren meter mano.


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