Nunca antes la movilidad sostenible había sido motivo de tantas batallas. Todos los fabricantes automovilísticos están haciendo números para conseguir que el coche eléctrico arroje buenas cifras a sus balances. Si quieren lograr este objetivo, en ocasiones hay que saltar por encima de los competidores. Porsche lo tiene claro. Acabar con Tesla, o al menos hacerse con gran parte de sus clientes, es la opción correcta. La marca alemana quiere aprovechar el momento de debilidad de la compañía americana.
Porque Tesla no está pasando su mejor racha. Tras un escándalo en Twitter, Elon Musk fue obligado a abandonar la presidencia de la compañía. Hasta dentro de tres años no podrá volver a ser elegido. Así, el principal impulsor de la marca quedó relegado a un segundo plano. A esto se le suma que cada vez más firmas están lanzando vehículos eléctricos. Más competencia.
A pesar de que el fabricante norteamericano ha obtenido por primera vez un beneficio de más de 310 millones de dólares (272 millones de euros) en el tercer trimestre del año, entre enero y septiembre, Tesla acumula unas pérdidas de 1.115 millones de dólares (casi 980 millones de euros). Parece que los números verdes todavía tardarán en llegar.
Por eso Porsche pretende alzarse como su principal competencia. El fabricante de vehículos deportivos ha desarrollado, junto con BMW, un punto de recarga para coches eléctricos que permite cargar en menos de tres minutos 100 kilómetros de autonomía. De esta manera, ha adelantado a Tesla por la derecha en la batalla por conseguir mejoras en las baterías.
El prototipo de estación de carga ultrarrápida tiene una capacidad de 450 kilovatios, más del triple que los supercargadores de Tesla, tal como ha explicado Bloomberg. Con él, los vehículos podrán recargarse al 80% de su capacidad en 15 minutos. Sin embargo, las estaciones de Tesla necesitan al menos media hora para llegar a una carga similar.
Y es que esta rapidez es su principal ventaja. Los fabricantes están desarrollando una ola de modelos eléctricos para seguir el ritmo del endurecimiento de la normativa sobre emisiones. Pero los excesivos tiempos de carga es el principal hándicap de este tipo de vehículos. El novedoso punto de recarga fue desarrollado por ambas marcas, junto con Siemens y los especialistas Allego y Phoenix Contact E-Mobility.
Porsche tiene una gran ventaja frente a Tesla. Su pertenencia al grupo Volkswagen. El consorcio alemán tiene gran capacidad financiera, lo que permite a Porsche invertir grandes cantidades en el coche eléctrico. Los planes de la marca para el coche eléctrico son muy ambiciosos. La compañía tiene previsto invertir más de 6.000 millones de euros en estos modelos. En 2019, la firma lanzará el Taycan, que será su primer automóvil 100% eléctrico. Tras una carga de menos de 20 minutos, el vehículo podrá circular hasta 400 kilómetros.
PORSCHE VA DEMASIADO RÁPIDO
No obstante, Porsche va demasiado rápido. Su nuevo modelo de cargador ultrarrápido ofrece más potencia de la que pueden soportar los modelos actuales. Por ejemplo, el BMW i3 actual limita su consumo de energía a 50 kilovatios. Por otro lado, el iX3 eléctrico triplicará esta potencia cuando se lance en 2020, con 150 kilovatios.
Estas cifras se quedan muy por detrás del modelo de cargador presentado por Porsche. Con 450 kilovatios, los vehículos actuales no pueden acceder a esta potencia. Es por esto que por primera vez los puntos de carga van por delante que los coches. Por lo general, los clientes piden que se mejoren los puntos de recarga para que sean más rápidos. Ahora los fabricantes tienen que producir vehículos que puedan soportar mayores potencias.
Para que los vehículos de prueba resistieran la sobrecarga eléctrica, Porsche utilizó un sistema de enfriamiento. Este elemento mantiene las celdas de la batería a una temperatura constante, mientras que los cables de carga también se enfriaron. Fue Siemens el encargado de proporcionar un suministro eléctrico con un voltaje más alto para probar los límites de la descarga de energía.
TESLA CELOSA DE PORSCHE
Porsche espera que en 2025 la mitad de sus matriculaciones sean coches eléctricos o híbridos. Según datos de la propia empresa, el desarrollo de vehículos con motores de combustión no será económicamente viable a partir de 2030, según los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
Por esto, la marca germana tiene una nueva estrategia. En solo seis ejercicios, la compañía prevé que la mejora de la eficiencia ayudará a que sus beneficios aumenten en 2.000 millones de euros al año. Es decir, la llegada del coche eléctrico le ayudará a conseguir mayores ganancias. Sin embargo, parece que todavía quedan mucho años para que Tesla se asome a esas cifras.