La voracidad de Hacienda no tiene límites con los autónomos pese a la advertencia de Bruselas de un frenazo en el crecimiento económico. La Comisión Europea ha rebajado el crecimiento en 1,6 puntos, hasta situarlo en el 4% para España. Para el conjunto de la Eurozona, el crecimiento será del 2,7%, cerca de 1,3 puntos menos que el pasado año.
La recaudación de impuesto va viento en popa, con récord incluido en los primeros tres meses del año. Más cuando no se ha procedido a deflactar el IRPF, es decir, reducir los efectos de la disparada inflación para evitar un mayor pago de los trabajadores. Esta buena marcha no se debe a una fuerte recuperación económica. De hecho, se espera un parón de la economía. Por tanto, los ingresos sólo se incrementan por la subida propia de los tributos.
LA RECAUDACIÓN POR IVA DISPARA LOS INGRESOS DE HACIENDA
Una parte de esta subida del 20% de los ingresos tributarios en este primer trimestre respecto al mismo periodo del pasado año se debe principalmente a la buena marcha del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). La recaudación de este tributo se disparó un 50%, hasta alcanzar los 23.586 millones de euros, y tan sólo 3.000 millones menos que por IRPF.
MONTERO EVITA SUBIR LOS LÍMITES EXENTOS A AUTÓNOMOS POR LAS AYUDAS
No es el único hachazo que ha dado el Ministerio de Hacienda, dirigido por María Jesús Montero, a los trabajadores por cuenta propia. En plena campaña del IRPF 2021, todos los autónomos que han recibido ayudas y subvenciones del Estado, de las Comunidades Autónomas o conjuntamente tendrán que declararlas. Lejos de retener la cantidad o incrementar el límite de la exención, Montero exige su cobro correspondiente. Asimismo, según la Agencia Tributaria, cada ayuda tiene un casillero específico.
Para el autónomo, la tributación de estas ayudas puede acarrearle una subida en los tramos a la hora de realizar la Declaración del IRPF 2021, pero es que, además, no puede deducirse más de 2.000 euros, al estar esta cantidad exenta. De la finalidad de las ayudas determina así pagar más o menos al fisco. Asimismo, la Declaración del IRPF 2021 será de por sí obligatoria para quienes hayan recibido ayudas de distintas administraciones -al tener al menos dos pagadores-, incluso si no ha habido más ingresos durante el año pasado. Todo ello, tras la subida del IRPF aprobada en los Presupuestos del pasado 2021.
Si las ayudas se han destinado a inversión o compensar gastos tendrán un tratamiento distinto a la hora de cumplimentar el documento del IRPF. Por norma general, es considerado un «rendimiento del trabajo», con la exención de los primeros 2.000 euros. Si se han recibido durante todo el período y con la máxima aportación posible, el autónomo tendrá que abonar más al fisco por saltar el tramo en los ingresos.
LOS AUTÓNOMOS SUBEN DE TRAMOS EN ALGUNOS CASOS
Estas ayudas, además, se pueden incluir en la Declaración del IRPF 2021 como rendimientos de la actividad económica. La liquidación del impuesto afecta más en este término, y dependerá si es para compensar gastos o bien realizar una inversión.
Asimismo, desde el 1 de enero, los autónomos han sufrido un incremento en las bases de cotización, utilizada para el cálculo de la cuota. El incremento es del 1%, hasta el 30,6% de la base. El tipo de contingencias profesionales alcanza ahora el 1,3%, un 18% más; mientras que por cese de actividad, al que se han aferrado los autónomos durante la pandemia para percibir las ayudas, se ha disparado un 12,5%, hasta el 0,9%.
Estos incrementos han provocado un incremento de entre 36 a 150 euros para los autónomos por cuenta propia, mientras que para los autónomos societarios supone un extra de entre 44 y 149 euros. La Seguridad Social, además, contempla un incremento de la base mínima de cotización, que alcanza los 960,6 euros; frente a los 4.139,40 euros al mes de la máxima. Es decir, otros 60 euros mensuales.
Para este 2022, los autónomos y empresas se han visto perjudicadas con hachazos fiscales de los Presupuestos Generales del Estado de 2022. Desde este mes de enero se ha fijado un tipo mínimo del 15% para el Impuesto de Sociedades, un tributo que no termina de despegar y cuya recaudación sigue en negativo. En concreto, 2.682 millones de euros en rojo para la Administración, una mejora de más de 2.100 millones respecto a la recaudación de los primeros tres meses de 2021.
LA RECESIÓN SOBREVUELA, PERO HACIENDA BUSCA SACAR MÁS INGRESOS
Toda una senda de crecimiento de ingresos, con una economía al ralentí y con visos de poder entrar en recesión. El Ejecutivo insiste en acercarse así a la recaudación fiscal de los países de la UE. No obstante, la presión fiscal real en España es de las más elevadas de toda Europa.
De hecho, Madrid, considerada un paraíso fiscal, ha conseguido incrementar los ingresos tributarios en un 20,6%, hasta los 25.185 millones de euros. La recaudación del impuesto de Sociedades es negativa, con más de 1.400 millones. Por IVA, Madrid recauda 11.500 millones, el 48% del total de España de enero a marzo de este 2022.
Además, los nuevos autónomos ya no podrán tributar por módulos, mientras que se han reducido las exenciones y beneficios fiscales de las aportaciones individuales a planes de pensiones. Y aún hay una nueva propuesta fiscal aparcada para aprobarla tras las elecciones de 2023.
Para los planes de pensiones, Montero limita las aportaciones máximas a los planes de empresa con derecho a deducción a los 8.500 euros, mientras que la individual será de sólo 1.500 euros. La cantidad máxima entre ambos planes es de 10.000 euros al año. Esta fórmula penaliza así el ahorro.
MODIFICACIÓN DE TRIBUTOS PARA RECAUDAR MÁS
El nuevo impuesto de circulación ya se empieza a cobrar y la cantidad a pagar dependerá de de las emisiones de dióxido de carbono de cada vehículo, una medida que choca frontalmente con las restricciones de las ciudades a limitar el acceso de coches que tienen el permiso para circular por ellas.
Los modelos que emiten menos de 144 gramos de CO2 por cada kilómetro recorrido no pagan el impuesto de matriculación. Los que superen este límite y alcancen los 192 gr/kg de CO2 abonan un 4,75%; y los que emitan de 192 a 240 pagarán el 9,75%. Estos límites se han modificado respecto a los de 2021. A partir de la tasa máxima, se abona el 14,75%.
De cara al Impuesto de Sucesiones y Donaciones, Montero ha modificado el cálculo y lo vincula a la referencia del Catastro. Los valores de referencia no superarán los del mercado en ningún caso, pero se aplicarán factores de minoración -con un coeficiente del 0,9%- para los inmuebles urbanos y rústicos. Aquellos que han comprado este año y tengan que tributar por el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados o bien por Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones se verán afectado por esta normativa. Solo se verán afectados los inmuebles adquiridos desde el 1 de enero de este año.
