A pesar de la crisis, la inflación y la subida de tipos, la demanda y compra de inmuebles no paran de crecer, y por ende, los precios. Por ahora no se vislumbra burbuja. España sigue siendo un país de propietarios, y también cuando van mal dadas, siempre nos refugiamos en el ladrillo, ya que lo vemos como una inversión segura. Esto nos hace sacrificar casi todo para tener un inmueble al menos en propiedad. Pero puestos a desear, preferimos pisos más grandes, más nuevos y en plantas altas. No digamos si es un ático, reflejo de distinción dentro del edificio y que siempre se ve reflejado en el precio, pero cuidado, porque igual ese plus grande de dinero igual no te compensa leyendo las desventajas que te vamos a enumerar y comentar. La decisión es tuya.
1CUIDADO CON LO QUE DESEAS
Si haces una encuesta, seguramente casi el 100% de la muestra elegirá un ático o último piso en vez de pisos intermedios y menos aún primeras plantas. Siempre se ha dicho y es así, viéndose en el precio: a plantas más altas, más caro es el piso, una metáfora de la vida. La mayoría que sueña con un ático ya se ven sin soportar apenas ruido de calle, sobre todo si son edificios altos, mayor privacidad y poder tumbarse al sol en tu terraza, organizar una cena con amigos o montar un jardín privado.
Pero cuidado con lo que deseas porque a veces te impide anotar los contras, y verás como los que tiene un ático son muchos, más quizá de lo que imaginas. Veamos todos ellos.