Merlin Properties ha sacado a la luz los resultados correspondientes a los tres primeros meses del año. Con unos beneficios netos que ascienden a 92,6 millones de euros en el primer trimestre, gracias a los alquileres y a los cambios en las valoraciones contables de instrumentos financieros, continúa manteniendo el puesto más alto en el podio de las socimis españolas. La compañía logró superar a Colonial, recuperándose de las fuertes caídas que le supuso el conflicto que vivió en su cúpula a finales de diciembre del pasado año. Merlin ha cumplido y continúa haciendo los deberes a todos los niveles. Sin embargo, aunque parece que la paz entre su CEO, Ismael Clemente, y su presidente, Javier García Carranza, está firmada, las tensiones aún se palpan, como quedó reflejado en la pasada Junta de Accionistas. Este es el único ‘pero’ que se le puede achacar a la inmobiliaria, cuyos ingresos han aumentado un 8,6%, hasta los 113,9 millones, en este primer trimestre.
MUY BUENOS RESULTADOS
Merlin Properties suma y sigue y mantiene su buen rumbo en todos los focos en los que opera. En este primer trimestre de 2022, la logrado un resultado bruto de explotación (ebitda) que se situó en 83,9 millones. Esto se traduce 26,8 % más que en el primer trimestre de 2021, según los resultados comunicados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Las rentas brutas crecieron un 8,2 % hasta 111,5 millones, debido sobre todo al fin de los incentivos y bonificaciones que implantó para amortiguar el impacto de la covid en sus inquilinos y a la subida de los precios en los nuevos contratos y en las renovaciones, con indexación de la inflación.
Las más de 600 sucursales a BBVA han sido contabilizadas como operación descontinuada (activo para la venta), tras el ejercicio del derecho de adquisición preferente por el inquilino comunicado el pasado 1 de abril.
En el segmento de oficinas, el incremento de las rentas comparables ha sido del 4 %, gracias al aumento de la ocupación y de la inflación, mientras que el mercado logístico continúa experimentando un importante empuje, con un crecimiento de rentas del 9 %, por esos mismos motivos.
También las rentas en centros comerciales han subido un 9 %, aunque la ventas y afluencia siguen por debajo de los niveles prepandemia.
La compañía que gestiona Ismael Clemente, ha vendido activos no estratégicos por valor de 47,6 millones, con una prima del 12,8 % sobre el valor de tasación y ha rebajado su deuda del 39,2 % de hace un año al 38,8 %. Su liquidez es de 1.308 millones.
Merlin comienza 2022 con un incremento en su negocio del 27%
En febrero, llevó a cabo el repago anticipado de un bono de 548,3 millones con vencimiento en 2022 y cupón de 2,37 % con caja disponible, con lo que recientemente las agencias de rating S&P y Moody’s han mejorado sus perspectivas crediticias de la compañía de estable a positiva.
CLEMENTE Y CARRANZA, LA HISTORIA DE UNA FALSA PAZ
Merlin logró superar el golpe que le produjo en Bolsa la intención de Javier García-Carranza, presidente no ejecutivo y representante del mayor accionista de la socimi, Banco Santander, de despojarle de su puesto de consejero delegado de la cotizada del Ibex. Las diferencias entre ambos eran evidentes y saltaron por los aires a finales de 2021, cuando se convocó una reunión extraordinaria con un solo punto a tratar: el plan de sucesión o cese del fundador de Merlin, Ismael Clemente. Sin embargo, a García-Carranza no le salió bien el jaque mate y sus peones, compuestos por los consejeros independientes y el equipo directivo de la socimi al completo, guardaron su puesto al amenazar con marcharse con Clemente si no era renovado como CEO.
Parecía que las aguas habían vuelto a su cauce con una extraña paz al empezar 2022 con el foco en reforzar las políticas de buen gobierno de Merlin. De hecho, tras el accidentado final de año que vivió la compañía, arrancó 2022 recuperando el primer puesto como mayor inmobiliaria en Bolsa. La socimi superó a Colonial, recuperándose de las fuertes caídas que le supuso en el parqué español esta problemática, y se ha levantado gracias a cifras de doble dígito que mantienen a la compañía como uno de los grandes valores en el sector inmobiliario. Pero quedó sembrada la duda de si solo era la calma que precede a la tormenta.
Aunque el hacha de guerra se ha enterrado, los golpes continúan sin sanar, y tanto Ismael Clemente como Javier García-Carranza sin decir nada dijeron mucho a lo largo del acto de la junta general. Banco Santander y el fondo Blackrock, dos de los principales accionistas de Merlin, dieron luz verde a todos los puntos a tratar. En dicha junta destacó la reelección del propio CEO como primer ejecutivo junto con ocho consejeros más, la limitación de la remuneración de la alta dirección, y la intención de convertirse en el principal casero español de centros de datos.