viernes, 22 noviembre 2024

Así es como Betty Crocker reinventó su receta para reenganchar a sus clientes

La marca Betty Crocker es muy conocida por sus cajas de mezclas para hacer pasteles. Pero pocos saben que hubo un momento en el que los productos de esta compañía no estaban en su máximo apogeo y las ventas caían en picado. Y que, tras ver esta situación, la marca decidió hacer un cambio muy importante en la receta de sus preparados para elaborar fácilmente tartas y bizcochos.

La composición de los preparados de Betty Crocker estaba ideado para que los clientes tuvieran que hacer poco esfuerzo para conseguir unos deliciosos bizcochos o tartas. Debido a que, básicamente, los consumidores que adquirían uno de sus paquetes que ayudaban a hacer las recetas más fáciles, solo tenían que mezclar los ingredientes en polvo con agua.

Cuando en los años 50, la compañía Betty Crocker lanzó la caja de mezcla para pasteles, como su producto estrella, creía que sería todo un éxito. Pero al final, las cosas tras el lanzamiento del producto al mercado no salieron como esperaban los directivos de esta empresa, pero ¿A qué se debió? Y ¿Cómo solucionó Betty Crocker este problema?

UN PRODUCTO DEMASIADO FÁCIL PARA LOS CONSUMIDORES

Con los productos de Betty Crocker, los usuarios solo tenían que mezclar los ingredientes de un paquete que incluía todos los componentes necesarios para preparar un pastel de forma rápida y fácil, ya que después solo había que introducir la mezcla en el horno. Y listo, los consumidores de los años 50 tenían un rico pastel preparado para servir, en un plis plas.

Betty Crocker Merca2.es

Sin embargo, como hemos indicado con anterioridad, cuando la marca Betty Crocker lanzó estos paquetes de recetas para preparar tartas y bizcochos de forma fácil, no alcanzaron el éxito esperado. Esto llevo a la compañía a tener que tomar una decisión y hacer un cambio, pero como muchos pueden pensar no se trató de idear una nueva campaña de marketing, ni de rediseñar el packaging.

los usuarios ahorraban tiempo, pero a la vez se sentían culpables de usar este producto

El cambió se centró en reformular el producto con el objetivo de que los consumidores se sintieran más útiles y que aportaban su granito de arena a la elaboración de sus pasteles. Ya que, según un asesor externo de la compañía, el hecho de qué los postres de Betty Crocker fueran tan fáciles de elaborar desanimaba a los consumidores y les hacía sentirse poco útiles.

CAMBIO EN LA RECETA PARA QUE FUERA MÁS LABORISOSO

Una vez tomada la decisión de introducir cambios en la receta, los directivos de Betty Crocker se dieron cuenta que uno de los ingredientes que había que cambiar era el huevo en polvo. Así, sería posible hacer que las personas que se compraban estos paquetes con el objetivo de sentirse chefs, percibieran que eran grandes cocineros y que participaban en la elaboración del postre.

Gracias a un asesor externo que contrató la compañía Betty Crocker, se dieron cuenta de la necesidad de este cambio. En concreto, este asesor se llamado Ernest Dichter era un psicólogo judío que había huido de Austria. En ese momento, ya vivía en Estados Unidos y era un personaje celebre en el sector de la publicidad, gracias a sus investigaciones de mercados desde un punto de vista psicológico.

se cambió la receta de Betty Crocker para que los pasteles fueran un poco más laboriosos 

Para llegar al fondo de la cuestión, Ernest Dichter reunió a un grupo de amas de casa, que era el público objetivo de la compañía Betty Crocker, y llegó a la conclusión de que había que retirar el huevo en polvo de la receta. La respuesta que dieron las amas de casa fue el detonante de cambiar la receta, ya que decían que les ahorraba tiempo, pero a la vez se sentían culpables de usar este producto.  

De esta forma, se cambió la receta de las cajas de mezclas de Betty Crocker para que los pasteles fueran un poco más laboriosos y que las clientas dejaran de pensar que elaborarlo de forma tan rápida no tenía ningún mérito. Y a partir de ese momento, los compradores tenían que batir el huevo y después añadirlo al resto de los ingredientes. Así, la cosa ya no iba solo de mezclar un sobrecito de polvos con agua.

BETTY CROCKER, SU ESTRATEGIA PARA REINVENTARSE Y CRECER

Sin duda, fue una estrategia aguda y que tuvo un gran éxito porque efectivamente como dedujo Ernest Dichter, las ventas empezaron a subir gracias a que los clientes se sintieron más participes de la receta con este cambio.

Lo curioso de este caso de la compañía estadounidense Betty Crocker es que un producto que parecía prácticamente perfecto porque incluía todos los ingredientes para hacer un pastel y al que solo había que añadirle agua y después iba directo al horno, no se vendía bien.

Todo ello, a pesar, de que gracias a esta nueva modalidad para hacer pasteles que presentó Betty Crocker, las amas de casa se ahorraban muchas horas en la cocina. Lo que no encajaba es si se trataba de un producto que funcionaba y tenía un precio asequible, ¿por qué se vendía tan poco? Y aquí, es donde entra de manifiesto que detrás de cada decisión de compra de un cliente se encuentra el hecho de tratar de cubrir una necesidad emocional.


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