Deliveroo se enfrenta este lunes a un nuevo juicio por la situación de sus trabajadores. En este caso ha sido la Tesorería General de la Seguridad Social quien demandó a la empresa de reparto, tras conocer que la inspección de trabajo determinó que los riders tienen una relación laboral con la empresa.
La administración solicita aproximadamente 1,2 millones de euros en concepto del pago de las cotizaciones sociales no abonadas. Esto afecta a más de 500 repartidores en Madrid. No es la primera vez que Inspección de Trabajo se pronuncia de esta manera. Hizo lo propio en Barcelona, donde solicitó 1,3 millones de euros y en Valencia, con 160.000 euros reclamados.
La pelea por definir la relación laboral de los riders ha sido una batalla constante. Deliveroo considera que los riders son trabajadores por cuenta propia, ya que cada repartidor decide cuando trabaja, los días y las horas. Además, señala que utilizan sus propios materiales para trabajar, las bicis son propias y los teléfonos móviles también. Sin embargo, no es tan sencillo demostrar esa relación de no laboralidad, ya que para determinar si un trabajador es autónomo o asalariado hay que estudiar una serie de parámetros como son la dependencia y la ajeneidad.
Los riders dependen de la empresa, ya que los pedidos llegan a través de la app de Deliveroo. Estos aseguran que, cuando se desconectan (término que utilizan que determinar cuando no están de servicio), la empresa les penaliza, llevándoles por rutas más complicadas. Luego está la actividad laboral ya que, si no realizan un mínimo de dos salidas a la hora, no les sale rentable el trabajo. Por cada reparto el rider se lleva algo más de cuatro euros.
UGT es el sindicato que más repartidores representa. Por tanto, ha organizado una concentración a las puertas del juzgado de lo social, para reivindicar los derechos de los riders. Será este lunes de 9 a 10 horas, en la Plaza de los Cubos.
Deliveroo ha tenido varios juicios en nuestro país. Una magistrada de Valencia falló a favor de un rider que denunció a la empresa su condición de falso autónomo. La justicia le dio la razón porque reconoce que los trabajadores no controlan la cadena de producción y dependen en todo momento de órdenes superiores.
A Deliveroo este juicio le puede hacer mucho daño. Es un procedimiento diferente a los anteriores, ya que en esta ocasión es la Administración la demandante. A la compañía no le gustan los litigios, de hecho, trata de llegar a acuerdos con los repartidores antes de llegar a juicio, “ofrece cantidades de dinero que los repartidores acaba aceptando, por ello, se han retirado muchas reclamaciones”, aseguran varios abogados de UGT implicados en los procedimientos.
La posición de la empresa es tajante. Sus riders son colaboradores que defenderán el modelo de trabajo por cuenta propia. “Es un modelo que proporciona la libertad y flexibilidad de elegir cuándo y dónde trabajar, que es lo que los propios riders confirman que quieren”, aseguran.
ARGUMENTARIO DE LA COMPAÑÍA
La empresa se presenta con el argumentario habitual. Defiende que sus repartidores son profesionales autónomos. Desliga la existencia de una empresa superior en tanto en cuanto son los riders los que determinan cuando trabajan. Sus argumentos, de cara a este proceso de este lunes, es el mismo que en situaciones anteriores: son trabajadores por cuenta propia. Estos son sus principales conclusiones:
“Aquellos que hacen campaña para eliminar la flexibilidad no representan a la mayoría de los riders, quienes valoran la capacidad de adaptar el trabajo a sus vidas, y no al revés. Esto se eliminaría si se reclasificara la situación laboral de los riders. Deliveroo ya ha brindado seguridad a los riders en forma de seguro gratuito, y la compañía continuará argumentando que la ley debe reformarse para permitir que las compañías ofrezcan más protecciones a los repartidores sin comprometer la flexibilidad».
Deliveroo se fundó en Reino Unido en 2013 y desde entonces se ha expandido en más de 200 ciudades, en 13 países de Europa, Asia y Australia. Cuenta con 1.500 trabajadores en plantilla y miles de riders por todo el mundo. La última valoración de la empresa figuraba en torno a 1.700 millones de euros.
En nuestro país, según un estudio que encargó la propia filial española, la entidad ha generado 27 millones de euros, entre compras, ventas, proveedores, personal, etc., y cuenta con más de 2.000 restaurantes adscritos.