La prohibición de vender iPhone en China obliga a Apple a resolver la batalla que le enfrenta con Qualcomm. Esta guerra podría terminar afectando negativamente a la industria de los teléfonos inteligentes del país e impulsar a su rival legal más feroz.
La compañía americana respondía a un tribunal chino que dictaminaba esta semana que Apple había infringido dos patentes de Qualcomm y emitía medidas cautelares contra la venta de seis modelos antiguos de iPhone. Apple, que ha solicitado una revisión, declara que la decisión perjudica los intereses de China al aumentar las tasas que los fabricantes pagan a Qualcomm.
El fallo de un tribunal local, que se produjo en el contexto de unas negociaciones comerciales delicadas entre Washington y Pekín, impulsó la batalla por los aranceles de patentes en el escenario móvil más grande del mundo. La respuesta de Apple subraya la importancia del mercado chino, y el papel crucial de Qualcomm como proveedor de tecnología para empresas como Huawei y Xiaomi. El viernes, Apple confirmó que lanzará una actualización de software para sus usuarios chinos a principios de la próxima semana, para abordar funciones cubiertas por las patentes en cuestión.
Las dos compañías estadounidenses están atrapadas en una disputa mundial sobre las tasas arancelarias que Qualcomm cobra por el uso de la tecnología que, según el fabricante de chips, sustenta todos los sistemas telefónicos modernos. Apple ha argumentado que su antiguo proveedor aprovecha injustamente su posición como el mayor proveedor de chips para teléfonos inteligentes para forzar el pago. Qualcomm ha respondido que Apple está utilizando su propiedad intelectual sin pagar por ella, y los supuestos legales tienen como objetivo forzarla a reducir los cargos por licencias.
Al igual que Apple, los fabricantes chinos de teléfonos habían dado durante años que Qualcomm- que posee una serie de patentes esenciales para las comunicaciones inalámbricas modernas- está abusando de su posición para y cobrando tarifas abusivas. Qualcomm argumentó con éxito ante el gobierno chino que su cobertura de propiedad intelectual protegería a los fabricantes de teléfonos, lo que les permitiría penetrar en los mercados extranjeros.
Ahora, Apple declara que el último fallo de China podría influir en un conflicto global más amplio. Mientras los iPhones permanecen en las tiendas en espera de una decisión sobre el atractivo de Apple, un resultado negativo podría afectar sus ventas en el mercado de teléfonos inteligentes más grande del mundo, donde la compañía genera aproximadamente una quinta parte de sus ingresos. Y llegará en un momento en que la demanda del producto más importante de Apple se está desacelerando.