jueves, 12 diciembre 2024

La comunicación ESG, valor clave en los procesos de restructuración financiera

Una comunicación adecuada sobre el rendimiento en criterios ESG es crucial para una reestructuración financiera exitosa, según concluye el análisis realizado por /amo Strategic Advisors, el grupo asesor en comunicaciones estratégicas, bajo el nombre ‘Where real value lies: Communicating on ESG indicators to support a restructuring process’.

El análisis realizado por diversos expertos en comunicación a nivel global destaca que “los criterios y calificaciones ESG aumentan la conciencia sobre el potencial real de un activo devaluado y son cada vez más relevantes para los grupos de interés financieros a la hora de determinar la viabilidad de una empresa que planea una refinanciación.”

En 2022, muchas empresas se están enfrentando a reestructuraciones financieras y mientras que durante años, se han aprovechado al máximo de tipos de interés en bajos históricos e incluso han ampliado su capital para superar la pandemia, ahora se deben enfrentar a criterios ESG más estrictos para acceder al capital, un factor que puede repercutir en los gastos asociados, señalan.

POSICIONAMIENTO CORPORATIVO

Los expertos coinciden en remarcar que “durante todo el proceso de reestructuración, una implementación y comunicación adecuadas pueden comportar beneficios en cuanto a la capacidad de atraer nuevos grupos de interés, optimizar gastos y aportar beneficios a largo plazo”. Y añaden que “estas evaluaciones pueden resultar decisivas para conservar clientes y proveedores, así como captar nuevos talentos y fomentar la capacitación de los equipos”.

La situación internacional derivada de la guerra en Ucrania ha puesto de manifiesto la sensibilidad de las empresas y los mercados a los riesgos ESG, señalan. Según un estudio de la Yale School of Management, a 10 de marzo de 2022, más de 330 grandes empresas se habían marchado de Rusia. A su vez, los fondos de inversión con grandes ambiciones en materia de ESG, como el Grupo DWS, están desinvirtiendo o deteniendo sus inversiones en Rusia.

Varios estudios han demostrado que, de media, una calificación ESG más alta reduce el coste de capital tanto en mercados desarrollados como emergentes, una tendencia que se mantiene en el coste del capital y la deuda.

Asimismo, aplicar estándares de Gobierno corporativo exigentes conllevan un riesgo de incumplimiento bajo, lo que favorece el coste de capital. Según un informe de MSCI de 2020, una reducción del coste de capital de entre 35 y 50 puntos básicos se traduce en un aumento del valor de la empresa de entre el 8 % y el 12 %, además de un considerable ahorro de costes en la emisión de deuda.

Según el análisis realizado por este grupo asesor, “planificar, implementar y comunicar el impacto ESG de la reestructuración física de la sede y las instalaciones de una empresa también puede proporcionar elementos de creación de valor a largo plazo y argumentos a favor de la adopción de una visión ESG».

COMUNICACIÓN

Los indicadores ESG dicen mucho sobre el rendimiento futuro de un activo devaluado. Una comunicación cuidada puede marcar la diferencia en un proceso de reestructuración complejo. Para ello, según /amo Strategic Advisors, es importante “identificar lo que importa para el modelo de negocio”, ya que no es lo mismo, señalan, “el impacto del rendimiento del combustible en los resultados de una aerolínea que en los de un banco de inversión. En lugar de adoptar un enfoque común, las empresas deben desarrollar un marco de puntuación ESG específico que se centre en las cuestiones materiales/inmateriales que afecten a la empresa.”

Este proceso implica definir un conjunto de métricas cuantitativas y cualitativas a medida, con un protocolo técnico claro que sirva de guía en cuanto a las definiciones, el alcance, la aplicación, la compilación y la presentación de cada métrica de contabilidad no financiera. De este modo, se ofrecen plenas garantías a los grupos de interés.

Por último pero más importante después de lograr la comprensión del modelo de negocio y los KPI, las empresas “deberían centrarse en desarrollar una narrativa persuasiva sobre su capacidad de generar valor a largo plazo. Esta narrativa ayudará a convencer e involucrar a grupos de interés clave (bancos, acreedores, proveedores, administradores concursales) en un esfuerzo colectivo para mejorar en los KPI y generar valor a largo plazo en un activo devaluado.”

Y concluyen que “determinar una serie de principios ESG centrales que sustenten la actividad empresarial y cuenten con el respaldo total del equipo directivo garantizará una comunicación más dinámica y coherente. Algo que “puede resultar decisivo en cuanto a la viabilidad de las opciones de financiación.”


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