Avanzan los meses e Ibercaja sigue sin salir a bolsa y sin dar un mensaje rotundo al mercado a este respecto. Esta circunstancia va minando la credibilidad de la entidad ante los inversores. El banco ha agotado la primera de las ventanas para su aterrizaje en el parqué y la segunda, que se abrirá, como pronto, en julio, según ha sabido MERCA2, tampoco la aprovechará para ser una nueva cotizada. Pese a todo, Ibercaja sostiene que saldrá a bolsa.
La entidad tiene dos opciones en la recámara por si no consigue cotizar: conformar el fondo que establece la ley para que las cajas que se transformaron en fundaciones bancarias o salir a bolsa después de constituir el fondo, dijeron a MERCA2 fuentes cercanas al banco. Lo que sí descarta Ibercaja es pedir más tiempo al Gobierno para llegar a bolsa. Tiene hasta que termine 2022.
LA SITUACIÓN
El tiempo pasa y no se vislumbra la salida a bolsa de Ibercaja. La situación para salir al parqué no es óptima y el banco no quiere arriesgar, algo que puede pagar a posteriori. El momento geopolítico actual, con una gran volatilidad, no es propicio, pero, sin embargo, los bancos son los que mejor van en bolsa en España, de manera que las entidades financieras se están aprovechando de esta situación para crecer en valoración bursátil, destacan fuentes del mercado. «No es lo mismo la situación de volatilidad para las empresas que ya cotizan que para las que no lo hacen y quieren salir a bolsa», apuntan fuentes cercanas a Ibercaja. «No ha habido nadie que salga a bolsa en este marco y el banco, no lo ha hecho ni lo hará de cualquier mod ,precisamente, por un tema de credibilidad» ante el mercado, apuntan fuentes del entorno del banco.
Al respecto, en este contexto, fuentes del mercado consideran que la salida a bolsa de Ibercaja es arriesgada porque tiene mucho riesgo de que la acción sufra un severo castigo como modo de penalizar los aplazamientos de Ibercaja de cara a su llegada al parqué.
FUNDACIÓN Y PORCENTAJE
Ibercaja quiere salir a bolsa para reducir la participación de la Fundación Bancaria Ibercaja y dejarla en el 46%, un porcentaje sensiblemente inferior al 88% actual. Con este porcentaje, por debajo del 50%, el banco cumpliría con lo exigido por el Gobierno. Y es que las autoridades españolas dieron a las antiguas cajas de ahorros hasta finales de este año para salir a bolsa o captar fondos para reducir las participaciones en manos de fundaciones. En 2015 el Gobierno impuso a las fundaciones reducir la participación por debajo del 50% y perder el control de la filial.
Ibercaja arrastra los aplazamientos sobre su entrada en el parqué
El problema para Ibercaja no es tanto haber retrasado la salida a bolsa en este marco como el hecho de que arrastra esta cuestión desde mucho antes del momento geopolítico tan complicado que está suponiendo la invasión de Ucrania. No hay un mensaje convincente más allá del voluntarista «saldremos a bolsa». En esta meta, confían en que, llegado el momento, el pay-out superior al 50% haga atractiva la entrada en la oferta pública de venta.
EL FONDO
Ibercaja tiene que salir antes a bolsa de que llegue 2023. No obstante, fuentes cercanas a la entidad señalan a MERCA2 que la opción de recurrir a constituir el fondo siempre ha estado ahí», dicen en relación a la alternativa a salir a bolsa. Este fondo se dotará, llegado el caso, con dividendos de la Fundación Bancaria Ibercaja y el plazo establecido para constituirlo se extiende hasta 2025. Según se publicó, el importe del fondo alcanza los 319 millones de euros. Esta cantidad es el resultado de una ratio que se establece en la Ley de Fundaciones: una ecuación entre los fondos propios y la participación de la fundación Ibercaja.
Si la situación se prolonga, Ibercaja se puede ver en una espiral en la que se vea obligada a aplazar sin fecha su llegada a la bolsa. Ahora bien, puede suspender la salida y hacerlo cuando estime que las condiciones del mercado son buenas para hacerlo. «Ibercaja va a salir a bolsa, pero no en cualquier momento, sino cuando entienda que las condiciones son óptimas para hacerlo», recalcan desde ámbitos cercanos al banco. Esto incluye la posibilidad de que constituyan el fondo de reserva y, posteriormente, cuando lo estimen, salgan al parqué, dijeron fuentes cercanas a Ibercaja.
PORCENTAJE SIN CAMBIO
En relación con esta operación, fuentes cercanas al banco aseguran que el porcentaje que sacará la entidad al mercado no va a cambiar. Tampoco tienen pensado nada diferente en lo relativo al precio de salida porque no llegó a establecerse un rango de precios, apuntan. «No hubo rango de precios por lo que no puede hablarse de cambio, pero ya avanzó que el porcentaje de la operación no va a cambiar», dijeron a MERCA2.
EL FOLLETO
Fuentes del mercado explican que de cara a la salida a bolsa «hay que repetir la publicación del intention to float, después viene la publicación folleto en el que ya hay rango de precios. Luego viene el road show con inversores para cerrar peticiones de compra y después, viene la fijación de precio definitivo y la salida a bolsa». «Este es el proceso. Se pondrá en marcha pondrá en marcha cuando el mercado esté tranquilo y no haya volatilidad», señalan.
La valoración inicial de la entidad se concretará cuando se publique el folleto de la oferta. Esto suele tardar unos 15 días desde la publicación del anuncio de cotización. «No hay manera de saber a qué precio puede salir Ibercaja. Esto es así porque la valoración de la empresa hay que hacerla a cierres trimestrales, en este caso marzo», dijeron fuentes del mercado.
Ibercaja corre el riesgo de que el mercado castigue con dureza el proceso de salida a bolsa
En este punto, fuentes financieras consideran que Ibercaja corre el riesgo de que el mercado castigue con dureza todo el proceso de salida y su acción sea muy barata: «Comprar Ibercaja puede salir muy barato. Ojo a una posible opa», apunta un analista consultado por MERCA2.